Redacción
La doctora María Luisa Toribio lleva 15 años investigando sobre la leucemia infantil. Junto a su equipo en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, busca una cura mediante células universales CAR-NK como inmunoterapia frente a la leucemia linfoblástica aguda de células T. Su proyecto acaba de recibir un nuevo apoyo, con la concesión de la X Beca Anual Unoentrecienmil de Investigación de la Fundación Unoentrecienmil. Es la tercera beca que la Dra. Toribio recibe de esta fundación. Con las dos anteriores logró avances en esta investigación y una patente.
La inmunoterapia con células armadas CAR han demostrado ser un éxito en las leucemias de tipo B pero su traslado a las de tipo T todavía está en sus inicios
La leucemia linfoblástica aguda (LLA) de linfocitos B o T es el cáncer infantil más frecuente y presenta altas tasas de recaída con mal pronóstico. Las nuevas terapias como la inmunoterapia con células armadas CAR han demostrado ser un éxito en las leucemias de tipo B pero su traslado a las de tipo T todavía está en sus inicios.
El Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, que pertenece a la Universidad Autónoma de Madrid y al CSIC, y la Fundación que otorga la beca destacan que el proyecto de Toribio supone “la esperanza de curar” a los niños que tienen este tipo de leucemias tipo T sin producir los efectos secundarios de las inmunoterapias dirigidas a antígenos convencionales de los linfocitos T, que eliminan a estas células imprescindibles para responder frente a infecciones virales, generando una inmunodeficiencia severa.
El proyecto de Toribio supone “la esperanza de curar” a los niños que tienen este tipo de leucemias sin producir los efectos secundarios de las inmunoterapias dirigidas a antígenos convencionales de los linfocitos T
Para ello, el estudio propone una inmunoterapia basada en un receptor quimérico de antígeno (CAR) dirigido a una nueva diana expresada selectivamente en los linfocitos T tumorales, que preservará la integridad de los sanos. El CAR será expresado en células NK universales, incapaces de producir efectos secundarios como la enfermedad de injerto contra huésped, lo que pretende en definitiva asegurar la supervivencia.
El proyecto ganador de la convocatoria de este año de las Becas Unoentrecienmil, ha sido el seleccionado siguiendo los criterios de idoneidad de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), del Ministerio de Ciencia e Innovación de España. Los evaluadores de la AEI califican a la Dra. Toribio como “una científica con una trayectoria prolongada y excelentes contribuciones en el campo de las leucemias humanas, materializadas en publicaciones de impacto en las mejores revistas de la especialidad. Ha dirigido proyectos nacionales e internacionales en esta temática, junto a su grupo de investigación, en el que se han formado científicos, a su vez, con trayectorias destacadas. Tiene varios desarrollos patentados. En suma, la Dra. Toribio alcanza una evaluación de excelencia”.
Propone una terapia CAR dirigida a una nueva diana, el pre-TCR, expresada en los linfocitos T tumorales que preservará los sanos. El CAR se expresará en células NK universales, incapaces de producir efectos secundarios
Situación actual y avances
Las razones del retraso en poder tener un CAR para estas leucemias de células T se deben a dos limitaciones: la primera, la toxicidad debida a la coexpresión de la diana en células T tumorales y normales del paciente, lo que produce aplasia de células T y fratricidio de células CAR-T. La segunda, la necesidad de usar células T del paciente para evitar el injerto contra huésped por alorreconocimiento, lo que impone las restricciones clínicas, económicas y logísticas de las terapias personalizadas.
Estudios financiados en parte por la IV y la VII Beca Unoentrecienmil han contribuido a superar la primera limitación, y se ha identificado una diana, el pre-TCR, en las células tumorales de más del 60% de las leucemias linfoblásticas agudas de tipo T, ausente en células T normales. Además, se consiguió la prueba de concepto para una inmunoterapia para la LLA-T que se convirtió en una patente validada a la espera de desarrollo industrial, basada en un mAb propio anti-pre-TCR.
Con esta beca, trabajarán en una plataforma escalable de células NK alógenicas no restringidas por HLA derivadas de progenitores hematopoyéticos de sangre de cordón umbilical
Con este trabajo de investigación que posibilita la X Beca Unoentrecienmil se pretende superar la segunda limitación, utilizando tecnología propia de generación de una plataforma escalable de células NK alogénicas no restringidas por HLA, derivadas de novo de progenitores hematopoyéticos de sangre de cordón umbilical. El objetivo es armar estas células NK con un CAR anti-pre-TCR validado, como base de una inmunoterapia segura, universal, alogénica, lista para usar, dirigida a las leuceminas linfoblásticas agudas de tipo T.
“La X Beca Unoentrecienmil para nosotros es esperanza. Esperanza para curar a esos niños que no tienen una terapia dirigida como la tienen los niños con LLA-B”, explica la Dra. Toribio, “porque la inmunoterapia frente a la LLA-T no es una realidad hoy en día, debido a que las dianas terapéuticas que se han identificado se expresan tanto en las células T tumorales como en las normales, y ambas células son eliminadas”.
Dra. Toribio: “La X Beca Unoentrecienmil para nosotros es esperanza para curar a esos niños que no tienen una terapia dirigida como la tienen los niños con LLA-B”
“Aunque esto ocurre también en la LLA-B, cuando la inmunoterapia elimina las células B normales de los pacientes, su función es sustituida por la administración de inmunoglobulinas, pero las células T no pueden ser sustituidas, generándose una aplasia de células T y una inmunodeficiencia severa asociada a una gran susceptibilidad a las infecciones por los virus a los que normalmente estamos expuestos, con alto riesgo de mortalidad. La inmunoterapia propuesta eliminaría este riesgo“, añade la científica, que dirige el Programa de Interacciones con el Entorno en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.