Victoria Guillén
La perforación esofágica o Síndrome de Boerhaave es una de las patologías más graves que afectan al tracto digestivo. Su alta tasa de mortalidad es consecuencia de la infección producida por la perforación, incluyendo mediastinitis, neumonía, pericarditis o piotórax. La mortalidad se estima entre un 20% y un 39% para ruptura espontánea, con un aumento del 2% por cada hora de retraso del tratamiento quirúrgico. De hecho, la supervivencia de los pacientes con perforación esofágica depende del diagnóstico precoz y el tratamiento quirúrgico adecuado. En este sentido, el Dr. Guillermo Supelano Eslait, médico adjunto del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, ha indicado en Doryos, una plataforma de conocimiento médico hecha por y para médicos, ha resaltado la importancia de realizar una intervención quirúrgica urgente sobre la perforación esofágica distal.
“La mediastinitis secundaria a una perforación esofágica consiste en una infección grave. Por lo tanto, debe ser tratada de forma urgente: la cirugía, la endoscopia y el manejo en la unidad de cuidados intensivos son pilares fundamentales para una buena evolución de los pacientes”, ha destacado el Dr. Supelano Eslait.
La cirugía, la endoscopia y el manejo en la unidad de cuidados intensivos son pilares fundamentales para una buena evolución de los pacientes
Así, el especialista ha presentado el caso de un varón de 39 años con antecedentes de esofagitis eosinofílica en tratamiento únicamente con omeprazol, quien acudió a urgencias por intenso dolor centrotorácico epigástrico secundario a una arcada y un vómito alimentario. “En la exploración física presentaba leve dolor epigástrico a la palpación sin signos peritoneales, taquicardia y febrícula. El paciente fue trasladado al quirófano donde se le realizó una endoscopia digestiva alta que confirmó la sospecha: presentaba un desgarro lineal a nivel de la unión esofagogástrica”, ha apuntado el doctor.
Ante los hallazgos, se realizó al paciente un abordaje laparoscópico con cinco trocares. Para el Dr. Supelano Eslait esta técnica quirúrgica debe cumplir tres objetivos: cerrar el defecto esofágico, proteger la sutura y drenar el mediastino. “Identificamos la perforación y realizamos una sutura continua con V-LOCK 2-0 reabsorbible. Cuanto más posteriores son las perforaciones, más exigentes resultan las suturas, aunque con más frecuencia suele comprometerse la pared anterolateral izquierda en estos casos”, ha declarado.
Por otro lado, el uso de prótesis esofágicas puede servir como complemento o como alternativa al tratamiento quirúrgico. Sin embargo, “debe ser imprescindible colocar la sutura antes, ya que se corre el riesgo de incluir la prótesis en los puntos”, ha alertado el especialista.
Dr. Supelano: “La perforación esofágica espontánea es una patología grave, poco frecuente, con clínica muy inespecífica, lo cual dificulta su diagnóstico”
Finalmente, el Dr. Supelano Eslait ha subrayado que “la perforación esofágica espontánea es una patología grave, poco frecuente, con clínica muy inespecífica, lo cual dificulta su diagnóstico”. En definitiva, se trata de una enfermedad con alta mortalidad, debido fundamentalmente al retraso diagnóstico y, por lo tanto, terapéutico; requiriendo en la mayoría de los casos una resolución quirúrgica, además de un adecuado tratamiento antibiótico y soporte nutricional.
Doryos
Doryos es una plataforma de conocimiento médico hecha por y para médicos. De todas las especialidades, desde un estudiante a un médico senior con diferentes formatos audiovisuales, ágiles y atractivos. Liderado por médicos, impulsado por instituciones del sector sanitario y con un comité editorial que vela por la calidad de los contenidos.