Juan Pablo Ramírez
La incorporación de nuevos genotipos en la vacuna contra el virus del papiloma humano VPH) es una de las prioridades para reducir la incidencia del cáncer de cuello de útero. A principios de mes, el Senado realizó una declaración institucional para apoyar la eliminación de los tumores relacionados con este virus. “Es importante que las autoridades del Estado se impliquen no solamente en la asistencia sanitaria de la población, sino también en la prevención”, explica el Dr. Jaime Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), en una entrevista a iSanidad con motivo del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino.
Las vacunas actuales cubren nueve genotipos, siete oncológicos y dos de verruga genital. “Alrededor del 90% de los genotipos que producen cáncer estarían incluidos en la vacuna”, explica el Dr. Pérez. Existe por tanto margen de mejora en un momento en que parece más cerca lograr el objetivo de alcanzar la eliminación de la enfermedad.
“Tenemos una cobertura del 90% en niñas en primera dosis y aproximadamente el 83% en segunda dosis con pauta completa. De niños todavía no tenemos datos de España, pero ya se está vacunando progresivamente en todas las regiones desde 2023”
¿Cómo valoran la declaración institucional del Senado sobre el VPH?
Es importante que las autoridades del Estado se impliquen no solamente en la asistencia sanitaria de la población, sino también en la prevención. Creo que es muy importante porque la población la demanda y se tiene que visibilizar a través de este tipo de actos.
¿Cuáles son las coberturas en VPH en la actualidad en España?
Tenemos una cobertura del 90% en niñas en primera dosis y aproximadamente el 83% en segunda dosis con pauta completa. De niños todavía no tenemos datos de España, pero ya se está vacunando progresivamente en todas las regiones desde 2023. Hay comunidades autónomas que han publicado estadísticas y suelen ser entre cinco y seis puntos más bajas. Ya están todas las comunidades
Este virus siempre se ha asociado a cáncer de cuello uterino, pero hay otra serie de tumores en los que está implicado el VPH. ¿Qué impacto va a tener esta incorporación del varón a la vacunación?
A priori hay dos cánceres genitales, que son el de pene y el de ano, en los que va a tener una repercusión directa. También va a tener una repercusión directa sobre otras lesiones como las verrugas anogenitales y en tumores de cabeza y cuello que se relacionan también con el VPH. En estos casos puede jugar un papel importante en la en la prevención.
“La vacuna puede reducir en un gran porcentaje los casos posibles de cáncer de cuello de útero, pero todavía hay algún genotipo de virus del papiloma humano que está no está cubierto por las vacunas actuales”
Australia y otros países ya han puesto en marcha estrategias para la eliminación del cáncer de cuello de útero. ¿Cómo ha impactado en la incidencia?
Hay datos de Australia, de Reino Unido y otros países en cuanto a reducción de casos de cáncer y de lesiones preneoplásicas. Por supuesto, hay muchos más datos en cuanto a reducción de infección. Vale. En cuanto a reducción de infecciones, vemos datos mucho más sólidos y robustos en aquellas cohortes de niñas y de niños también que se vacunaron antes de empezar relaciones sexuales. Realmente la edad ideal son los 12 años como está establecido en la actualidad, aunque nunca es tarde.
¿Y es realista hablar de eliminación de cáncer de cuello de útero a medio o a largo plazo?
Evidentemente es un objetivo exigente, que no depende solamente de la vacunación, sino también del cribado. La vacuna puede reducir en un gran porcentaje los casos posibles de cáncer, pero todavía hay algún genotipo de virus del papiloma humano que está no está cubierto por las vacunas actuales. Aproximadamente un 10% de los cánceres los causan genotipos víricos que no están incluidos.
“La meta es alcanzar una tasa de incidencia de cuatro por 100.000 para considerar eliminado el cáncer de cuello de útero”
Los objetivos ahora son llegar a un 70% del cribado y a un 90% del tratamiento. El screening nos va a dar la posibilidad de ir más allá como estrategia de prevención secundaria. La meta es alcanzar una tasa de incidencia de cuatro por 100.000 para considerar eliminado el cáncer de cuello de útero.
Durante el Foro Mundial para la Eliminación del Cáncer Cervicouterino, países e instituciones se han comprometido a donar 550 millones de euros para la eliminación del cáncer de cuello uterino, ¿hasta qué punto este objetivo es ambicioso en países en vías de desarrollo?
Esa es la clave: poner metas ambiciosas para conseguir resultados. Es importante lograr un 90% de cobertura en niñas en los países en vías de desarrollo. Creo que es un objetivo posible. Y después hay que implementar el cribado. Hay que destinar recursos para conseguirlo.
La declaración del Senado hacía referencia a la importancia de investigar contra el VPH. ¿Es la cobertura de todos los genotipos oncogénicos el principal objetivo de la investigación?
Ese es uno de los campos. La investigación en nuevas vacunas para poder cubrir precisamente esos genotipos oncogénicos incluidos. Hay otras áreas importantes, como la protección a largo plazo, que de momento es muy buena, pero hay que seguir investigando y, por supuesto, la mejora de la aceptabilidad tanto de la vacuna como del cribado, que en algunas sociedades no es tan alta como en España.