“Todavía hay mucho camino por recorrer antes de conseguir una posible prevención del cáncer sanguíneo”

Así lo afirmó María Victoria Mateos Manteca, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia, durante la celebración de la VIII Jornada de Divulgación HematoAvanza

cáncer sanguíneo
La Dra. María Victoria Mateos Manteca, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia durante la VIII Jornada de Divulgación HematoAvanza. Foto: José Luis Pindado

Fátima Del Reino (Salamanca)
Uno de los grandes desafíos en el cáncer sanguíneo es la curación. En oncología, se suele considerar curado a un paciente que ha estado libre de enfermedad durante tres o cinco años. Sin embargo, en hematología, la curación implica “la ausencia sostenida de la enfermedad, sin necesidad de tratamiento”, y una supervivencia comparable “a la de las personas sin cáncer hematológico”, en función de la edad y del sexo. Así lo explicó la Dra. María Victoria Mateos Manteca, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y hematóloga en el Hospital Universitario de Salamanca, durante la celebración de la VIII Jornada de Divulgación HematoAvanza organizado por la sociedad en el Parador de Salamanca.

“No tendría sentido impulsar programas de cribado en algunos de estos cánceres, pero hay otros tantos en los que se sabe que pueden estar precedidos de situaciones premalignas sobre la cuáles se podría actuar potencialmente”

Durante su presentación, se discutieron avances significativos en la detección y prevención de cánceres sanguíneos, destacando el papel de las situaciones premalignas y la posibilidad de intervenir de forma temprana. “Todavía hay mucho camino por recorrer antes de conseguir una posible prevención del cáncer sanguíneo”, afirmó la presidenta de la SEHH.

En este sentido, la experta en hematología subrayó que “no tendría sentido impulsar programas de cribado en algunos de estos cánceres, pero hay otros tantos en los que se sabe que pueden estar precedidos de situaciones premalignas sobre la cuáles se podría actuar potencialmente para hacer una detección precoz, plantear un seguimiento e incluso implementar algún tratamiento precoz”.

Algunos cánceres hematológicos, como la leucemia promielocítica aguda, son curables gracias a la identificación de alteraciones genéticas específicas y al desarrollo de fármacos dirigidos

Algunos cánceres sanguíneos, como la leucemia promielocítica aguda, son curables gracias a la identificación de alteraciones genéticas específicas y al desarrollo de fármacos dirigidos. Asimismo, enfermedades como el linfoma de Hodgkin y el linfoma B de células grandes, según un estudio que reportó la Clínica Mayo, también muestran una supervivencia comparable a la esperada en la población general.

Después de varios años de seguimiento (10-12 años) hay algunas neoplasias hematológicas que son curables porque han ido de la mano de la investigación básica, traslacional y clínica, y del descubrimiento de alteraciones genéticas moleculares”. Sin embargo, esto no es aplicable a todos los cánceres sanguíneos, “lo que plantea la necesidad de seguir investigando y desarrollando nuevas tecnologías y estrategias centradas en el paciente”, explicó la Dra. María Victoria Mateos.

En cuanto a los programas de cribado, la experta en hematología señaló que “son habituales en tumores sólidos y mejoran la supervivencia mediante diagnósticos tempranos“. No obstante, los cánceres hematológicos, al ser frecuentemente agudos, “presentan desafíos que dificultan el cribado“. Pese a ello, reconoció la existencia de fases premalignas en algunas enfermedades hematológicas, como el mieloma múltiple, lo que podría abrir la puerta a futuros programas de cribado.

Habiéndose evaluado una gran cantidad de asuntos, todavía no se recomienda este cribado de forma generalizada, pero sí se están estudiando algunas estrategias de tratamiento precoz en pacientes con mieloma múltiple latente”

Junto a los grandes beneficios que pueden traer los cribados, siempre hay que tener cuidado con barreras tales como el coste, el impacto psicológico o la potencial necesidad de herramientas diagnósticas que puedan ser innecesarias”, advirtió.

En este sentido, la Dra. Mateos ha presentado un programa de cribado poblacional realizado en Islandia para la detección de gammapatías monoclonales de significado incierto, que suelen ser la antesala de un mieloma múltiple latente. “Habiéndose evaluado una gran cantidad de asuntos, todavía no se recomienda este cribado de forma generalizada, pero sí se están estudiando algunas estrategias de tratamiento precoz en pacientes con mieloma múltiple latente, para que no evolucionen a mieloma múltiple”, explicó.

Son investigaciones prometedoras que necesitan un mayor seguimiento, y me atrevo a decir que la nueva inmunoterapia jugará un papel destacado aquí”, concluyó.

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