Redacción
Cada 31 de marzo se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Colon, un tumor que, con más de 44.500 nuevos diagnósticos estimados para 2025, se posiciona como el más prevalente en España, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Sin embargo, a pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos, el principal obstáculo para combatir eficazmente esta enfermedad sigue siendo la escasa participación en los programas de cribado poblacional.
En conjunto, menos del 50% de las personas llamadas a participar, hombres y mujeres de entre 50 y 69 años, responden a la invitación. Un porcentaje que se encuentra muy por debajo del umbral de eficacia del 65% establecido por los organismos de salud pública. Esta cifra nacional refleja una preocupante brecha entre la capacidad del sistema y la implicación real de la ciudadanía. Tal y como recuerda la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), cerca de 14 millones de personas tienen derecho a participar en estos programas, pero más de 7,5 millones aún no lo han hecho, aumentando así su riesgo de diagnóstico tardío y, por tanto, de mortalidad.
Diferencias entre territorios
La disparidad territorial es otro factor que agrava la situación. Madrid, con una participación del 40% en 2023 (295.114 test realizados sobre 743.019 invitaciones válidas), se sitúa por debajo de la media nacional. Canarias refleja cifras aún más preocupantes, con un 38,45% de respuesta a las 143.449 invitaciones cursadas en 2024. En la Comunidad Valenciana, pese a tener una cobertura completa del cribado desde hace una década, la participación solo alcanzó el 44,9% el último año.
Madrid, con una participación del 40% en 2023, se sitúa por debajo de la media nacional
Cataluña, con 25 años de experiencia en programas de cribado, tampoco supera el umbral recomendado: un 47% de los casi 990.000 convocados en 2023 realizó la prueba. Y aunque La Rioja destaca con un 65,7% de participación, logrando el objetivo nacional, se trata más de una excepción que de la norma.
Según datos de la Red de Programas de Cribado de Cáncer, la media estatal apenas alcanza el 43%, muy lejos del mínimo necesario para que el cribado tenga impacto poblacional.
La media estatal apenas alcanza el 43%, muy lejos del mínimo necesario para que el cribado de cáncer de colon tenga impacto poblacional
El cribado de cáncer de colon se basa en la realización de un test de sangre oculta en heces (TSOH), una prueba no invasiva, gratuita, indolora y que se puede hacer en casa. Su simplicidad contrasta con los beneficios que aporta: permite detectar lesiones premalignas (como pólipos) o tumores en estadios tempranos, lo que se traduce en un pronóstico mucho más favorable. Nueve de cada diez personas pueden sobrevivir si el cáncer se detecta a tiempo.
Además, cuando el test da positivo, se realiza una colonoscopia diagnóstica que no solo confirma o descarta la presencia del tumor, sino que también permite extirpar lesiones durante el mismo procedimiento. Según el Dr. Blas José Gómez, del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, «la colonoscopia es la única técnica que permite visualizar, diagnosticar y tratar en un solo acto médico».
La Seram destaca el valor de nuevas herramientas como la colonoscopia virtual
Expertos como el Dr. Javier Mendoza, del Hospital Viamed Fátima, insisten en que «la baja participación limita la efectividad de los programas de cribado» y señalan como principales barreras el desconocimiento, la falta de concienciación, el miedo o el rechazo a hablar de salud digestiva.
Desde el punto de vista radiológico, el Dr. David Leiva Pedraza, de la Seram, también apunta al valor de nuevas herramientas como la colonoscopia virtual, que ya se perfila como una alternativa válida en determinados perfiles de pacientes. En paralelo, el avance de técnicas como la radiómica o la inteligencia artificial augura un futuro más preciso en diagnóstico y seguimiento.
Campañas que buscan despertar conciencia
En este contexto, la AECC ha lanzado la campaña Juega tu papel en la detección del cáncer de colon, con el objetivo de fomentar la participación y reducir la mortalidad del tumor. Otras iniciativas como #EscuchaATuColon, de Merck, refuerzan la idea de que escuchar al cuerpo y acudir a las pruebas recomendadas es una forma de autocuidado.
No obstante, a pesar de la eficacia demostrada de los programas de cribado para reducir la incidencia y la mortalidad del cáncer colorrectal, la participación sigue siendo insuficiente. La detección precoz no solo salva vidas, sino que reduce el impacto en el sistema sanitario y mejora la calidad de vida de los pacientes.
Tal como señala el Grupo Español de Tratamiento de Tumores Digestivos (TTD), si se lograra alcanzar el objetivo del 65% de participación, se podrían salvar hasta 3.600 vidas más cada año.