Redacción
Unos nuevos hidrogeles podrían optimizar la producción de células CAR-T, según un estudio publicado en la revista ACS Applied Materials & Interfaces que firman investigadores del Institut de Ciència de Materials de Barcelona (ICMAB-CSIC) y del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS)-Hospital Clínic de Barcelona.
Con un mecanismo inspirado en los ganglios linfáticos, los investigadores explican que mejora significativamente la activación, expresión génica y proliferación de células CAR-T. Además, permitiría desarrollar una plataforma celular “más eficiente y económica”, según el ICMAB. En pruebas de laboratorio, el porcentaje de células CAR+ aumentó un 50% y se duplicó el índice de replicación, un incremento “significativo” tanto en calidad como en cantidad de células terapéuticas.
El material usado para desarrollar estos hidrogeles es el polietilenglicol-heparina con poros interconectados y una rigidez similar a los tejidos, imitando la arquitectura de los ganglios linfáticos, donde las células T se activan y proliferan de forma natural.
Para generar células CAR-T se usan generalmente vectores lentivirales, un tipo de virus modificados para introducir de forma segura material genético dentro de las células, aunque el proceso es “complejo” y puede tener un rendimiento variable.
Los hidrogeles, compuestos de polietilenglicol-heparina con poros interconectados y una rigidez similar a los tejidos, imitan la arquitectura de los ganglios linfáticos, donde las células T proliferan de forma natural
El estudio incluye simulaciones teóricas que demuestran que la heparina, un componente con carga negativa del hidrogel, se une electrostáticamente a las proteínas VSV-G (cargadas positivamente) que recubren las partículas víricas, lo que mejora la eficiencia de la transferencia génica y proporciona un mayor número de células CAR-T efectivas.
Asimismo, la autora del estudio y líder del grupo de Biomateriales Dinámicos para la Inmunoterapia del Cáncer en el ICMAB y autora del estudio, Judith Guasch, ha apuntado a que el enfoque no solo puede mejorar la producción actual de células CAR-T, sino también reducir sus costes de fabricación.
Además, la sinergia entre ciencia de materiales y modelización teórica abre una vía para aumentar la producción de CAR-T sin modificar vectores víricos, según recoge Europa Press.
Los resultados ponen de manifiesto cómo los hidrogeles 3D pueden ayudar a hacer las terapias CAR-T más “eficientes, escalables y accesibles”, con potencial de expansión hacia aplicaciones clínicas principalmente en oncología, pero potencialmente otras disciplinas.