La fidelidad al médico de cabecera por parte del paciente disminuye los índices de mortalidad

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..Cristina Cebrián.
Acudir al médico de cabecera ‘de toda la vida’ parece que tiene su recompensa, no sólo porque resulte más fácil el trato de un tema tan íntimo y delicado como es nuestra salud, sino porque puede ayudar a prolongar la vida. Así lo demuestra un estudio británico publicado recientemente por la revista científica ‘BMJ Open’ y que señala que una mayor continuidad asistencial por parte de los médicos está asociada con menores tasas de mortalidad. También mejora la satisfacción de los pacientes, se le da un mayor uso a la promoción de la salud, aumenta la adherencia a los tratamientos y disminuye las estancias hospitalarias.

También mejora la satisfacción de los pacientes, se le da un mayor uso a la promoción de la salud, aumenta la adherencia a los tratamientos y disminuye las estancias hospitalarias

Para elaborar este trabajo, los autores Denis J. Pereira, Kate Sidaway-Lee, Eleanor White, Angus Thorne y Philip H. Evans, analizaron 726 estudios de los cuales sólo 22 cumplieron los criterios de elegibilidad para su investigación. Por lo tanto, desgranaron estos 22 trabajos procedentes de 9 países con sistemas sanitarios muy diferentes. Los investigadores señalan que encontraron “tal heterogeneidad de métodos de medición de la continuidad y la mortalidad que no fue posible combinar los resultados de los estudios”. Sin embargo, el 81,8% de los estudios de alta calidad apuntaron a un descenso significativo de la mortalidad. Tres de los 22 estudios no mostraron esta asociación y uno demostró resultados mixtos.

Deterioro de la calidad asistencial
Mientras la salud de los pacientes empeora a medida que avanza la enfermedad y está próxima la muerte, la continuidad de los cuidados se puede deteriorar por diversos motivos, apuntan en el estudio. Algunas de las razones de ese deterioro son “la movilidad de los pacientes para ajustarse al aumento de las necesidades sanitarias, la necesidad de que haya más médicos especialistas o la pérdida de la capacidad para obtener y acudir a las citas médicas”.

Se han realizado ensayos controlados y aleatorios sobre la continuidad asistencial pero ninguno sobre las relaciones existentes  a largo plazo o con los índices de mortalidad como resultado

Por otro lado, el deterioro de la salud podría llevar a una preocupación por parte del médico para asegurarse que el paciente reciba una mayor continuidad en la atención.

Los investigadores explican que se han realizado ensayos controlados y aleatorios sobre la continuidad asistencial pero ninguno sobre las relaciones existentes  a largo plazo o con los índices de mortalidad como resultado. Por ello, apunta a los estudios observacionales como la mejor evidencia posible, ya que controlan de manera rigurosa los factores que llevan a confusión y su diseño limita el impacto de la causalidad inversa.

Desfase entre mediciones de continuidad y mortalidad
De los 16 estudios de cohortes que asociaron una mayor continuidad asistencial con una menor mortalidad, algunos llevaron a cabo análisis que miden la continuidad y la mortalidad en años separados o con un desfase. Este método, particularmente el desfase entre las mediciones, debería ayudar a minimizar el sesgo causado por el rápido empeoramiento antes de la muerte. Sin embargo, 4 de los análisis que mostraron esta asociación no entraron a debatir sobre este tipo de causalidad inversa, aunque uno de éstos si hizo varios ajustes para el estado de la salud y calculó la supervivencia a partir de la fecha de la última medición de continuidad.

Por otro lado, los investigadores comentan en su publicación que medir la continuidad y la mortalidad en periodos de tiempo separados “es también una forma de eliminar el posible sesgo causado por aquellos que sobrevivieron durante más tiempo para acumular continuidad”. Otra manera de reducir esto es modelar la continuidad como una variable dependiente del tiempo, que fue lo que hicieron cinco de estos estudios.

Los pacientes parecen beneficiarse de esta continuidad en la atención tanto de los médicos generalistas como de los especialistas

A lo largo de 200 años, los avances médicos han sido principalmente técnicos e impersonales, lo que ha reducido la humanización de la medicina, apuntan los autores. Ahora, esta revisión sistemática revela que, a pesar de estos avances técnicos, la continuidad de los cuidados sanitarios es una característica importante para la práctica médica y una cuestión potencial de “vida o muerte”, señalan.

Aunque se trata de un estudio observacional y más allá de las fronteras culturales, los pacientes parecen beneficiarse de esta continuidad en la atención tanto de los médicos generalistas como de los especialistas, tal y como señalan los investigadores. Muchos de los artículos que se han analizado apuntan a ofrecer esta continuidad para dar más prioridad a la hora de planificar la atención médica. A pesar de los importantes y sucesivos avances tecnológicos en el sector salud, los factores interpersonales así como la humanización de la sanidad continúan siendo muy importantes para el sistema.

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