..Cristina Cebrián.
La sarcopenia se define como la pérdida de masa y potencia muscular que se produce durante el envejecimiento y que nunca falla, ya que siempre aparece con el paso de los años aunque se realice ejercicio físico moderado o intenso. Está estudiado que, a partir de los 30 años, disminuye la masa muscular de forma gradual entre un 3% y un 8%, este proceso se acelera alcanzados los 60 años y la fuerza disminuye de manera progresiva llegando a la pérdida de independencia del anciano.
A partir de los 30 años disminuye la masa muscular de forma gradual entre un 3% y un 8% y este proceso se acelera alcanzados los 60 años
Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han liderado un estudio que demuestra que este envejecimiento celular y la sarcopenia se pueden combatir con la administración de melatonina, una hormona natural que produce el organismo. La revista ‘Journal of Gerontology A Biol Sci’ ha publicado recientemente este trabajo que está liderado por Darío Acuña-Castroviejo, catedrático de Fisiología de la UGR. El envejecimiento es un proceso que depende de múltiples factores y el estrés oxidativo tiene un papel clave. Según la teoría mitocondrial del envejecimiento, los radicales libres derivados de la función mitocondrial aumentan con la edad, causando a su vez daño mitocondrial que puede exceder de la capacidad antioxidante de las células. Esta situación da lugar a múltiples alteraciones dependientes de la edad, incluida la pérdida de fibras musculares esqueléticas o sarcopenia.
Reducción de las fibras musculares
Los investigadores de la UGR utilizaron ratones jóvenes, adultos y viejos, de entre 3 y 24 meses, para comparar los cambios mitocondriales del músculo gastrocnemio (el que se encuentra en los gemelos) y evaluaron la actividad locomotora a lo largo del tiempo. También examinaron el músculo gastrocnemio por resonancia magnética, incluyendo la producción in vivo de lactato así como por microscopía óptica y electrónica. El lactato es un compuesto orgánico que produce el cuerpo de forma natural y que, además de ser un producto secundario del ejercicio, también actúa de combustible para ello. Otro factor que se tuvo en cuenta durante la investigación fueron los cambios en el tipo, número y tamaño de las fibras de dicho músculo, así como el índice de fragilidad.
Los datos obtenidos suponen una reducción del número de fibras musculares y de la producción de lactato indicando la existencia ya de una incipiente sarcopenia
Los datos obtenidos suponen una reducción del número de fibras musculares y de la producción de lactato, que se correlacionaron con la reducción de la actividad locomotora a los 12 meses de edad, indicando la existencia ya de una incipiente sarcopenia. Esos cambios fueron mucho más evidentes a los 24 meses de edad, cuando se observó una reducción en el número y morfología de las mitocondrias, con pérdida y daño de las crestas mitocondriales, hinchamiento mitocondrial, y apoptosis.
Además, los mecanismos de autofagia se redujeron con la edad, aumentando así el número de mitocondrias disfuncionales que están detrás de la pérdida de fibras musculares esqueléticas.
Administración de melatonina
El investigador explica que para la administración de la melatonina, que actúa como un potente estimulante de la función mitocondrial, se incluyó en la dieta de los roedores con unas dosis de 10 mg/kg/día desde los 10 hasta los 12 meses de edad y desde los 22 a los 24 meses de edad de los ratones. “Esta pauta de administración de melatonina subcrónica fue suficiente para prevenir completamente los cambios del músculo gastrocnemio asociados al envejecimiento antes indicados y que se resumen en una arquitectura normal del músculo, del número de fibras y actividad. La melatonina también aumentó la producción de lactato y previno el daño mitocondrial, reduciendo apoptosis y manteniendo la autofagia”, explica el catedrático.
Acuña-Castroviejo: “La melatonina demuestra una vez más su eficacia no solo para proteger sino también para recuperar del daño mitocondrial dependiente del envejecimiento, lo que avala su uso clínico para mantener la homeostasis mitocondrial”
Los resultados de este estudio refuerzan la teoría mitocondrial del envejecimiento en los procesos que da lugar a la pérdida de fibras musculares con la edad. Ahora faltan estudios epidemiológicos que valoren la prevalencia de la sarcopenia en ancianos, ya que resulta complicado definirla. Algunas investigaciones apuntan a que la proporción de individuos que sufren esta dolencia aumenta del 13% al 24% entre los 65 y los 70 años y llega a superar el 50% en personas mayores de 80 años. Además, la cifra de afectados podría aumentar un 63& en los próximos 30 años, según concluye un estudio realizado por científicos de la Universidad de Lieja, en Bélgica.
Acuña-Castroviejo concluye que la investigación que lidera “también explica las vías que llevan a la sarcopenia durante el envejecimiento, un componente fundamental del síndrome de fragilidad. De esta forma, la melatonina demuestra una vez más su eficacia no solo para proteger sino también para recuperar del daño mitocondrial dependiente del envejecimiento, lo que avala su uso clínico para mantener la homeostasis mitocondrial”.