..Luis de Haro. Director general de iSanidad
Las decisiones radicales no son buenas, sobre todo si desprecian a otras posturas ideológicas. Es una afirmación tan válida para la sanidad como para el resto de sectores. Unir e incluir siempre es mejor que separar y expulsar. Los virus no entienden de fronteras, ni de sanidad o pública o sanidad privada, son ellos los únicos que deben quedar fuera de la salud y la sanidad.
La reciente encuesta sobre la situación de los hospitales en Venezuela (Apagones, desabastecimiento, condiciones lamentables…una encuesta revela la situación de los hospitales de Venezuela) es una prueba fehaciente del mal resultado del uso de las políticas radicales y extremas. Igualmente lo es el precio de los servicios sanitarios en Estados Unidos, que no tiene sanidad pública, donde traer a un bebé al mundo está entre los 30.000 y 50.000 dólares.
Hace falta una verdadera cultura de la inclusión para atraer a estos radicales excluyentes. Esto solo se logra con un horizonte a largo plazo, ese largo plazo que no existe en política hoy y que los profesionales piden “a gritos”
Ya me gustaría explicar a estos que tienen ideas radicales lo que son para que dejen de serlo, pero es como una patología latente, que el propio enfermo no sabe que la tiene o reniega de ella. Lo que hace falta es una verdadera cultura de la inclusión, inclusión total, para atraer a estos radicales excluyentes. Esto solo se logra con un horizonte a largo plazo, ese largo plazo que no existe en la política de hoy y que desde los sectores profesionales se reclama “a gritos”.
Para que deje de haber políticas radicales en el sector sanitario sobran los violentos -de palabra y de obra- que impongan sus ideas, más bien se vislumbra la necesidad de trabajar por un proyecto unificado a 20 o 30 años. Es necesario encontrar a quien esté dispuesto a involucrarse hoy en el futuro del sector, en lo que heredarán las próximas generaciones. De momento, entre nuestros políticos, no asoma nadie.
Es necesario encontrar a quien esté dispuesto a involucrarse hoy en el futuro del sector, en lo que heredarán las próximas generaciones. Entre nuestros políticos, no asoma nadie
En Andalucía parece que los simpatizantes de cualquier partido radical, de derechas o de izquierdas, utilizan el concepto sanidad en su único beneficio porque parece que, para ellos, es una piedra útil contra el “enemigo”.