..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
El Consejo Interterritorial monográfico para la reforma de primaria llega en un contexto que puede generar desconfianza. La cercanía de las elecciones generales y autonómicas no ayudan en una cuestión fundamental para nuestro Sistema Nacional de Salud. Más vale tarde que nunca, dice el refrán. Pero no es menos cierta la escasa continuidad en las políticas sanitarias entre ministerio y ministerio, aunque sean del mismo partido. Se añade además el hecho de que un gran número de consejeros podrían abandonar sus cargos en las urnas autonómicas.
Estamos a menos de un mes de la celebración de elecciones generales. En ese espacio de tiempo, el Ministerio debe concluir los documentos técnicos y cerrar un acuerdo con los consejeros en la reunión monográfica que presumiblemente se celebrará el 10 de abril. Demasiadas prisas quizás. El ejemplo más evidente es la renuncia de los coordinadores de la reforma de primaria. Ambos decidieron dejar sus cargos después de que Sanidad decidiera no incluir entre las medidas urgentes algunas de sus propuestas. Existe esa extraña costumbre en la política española: preguntar a los expertos para luego no hacerles caso.
Demasiadas prisas quizás. El ejemplo más evidente es la renuncia de los coordinadores de la reforma de primaria
Si el Ministerio y las consejerías son capaces de alcanzar un acuerdo que reciba el beneplácito de los profesionales bienvenido sea. Pero la dimisión de los coordinadores del plan y las prisas no parecen indicar que vaya a ser así. El trabajo puede resultar más sencillo después de que la Organización Médica Colegial (OMC) presentara la semana pasada un documento para reformar el primer nivel asistencial. Resulta necesaria una reflexión reposada para establecer una estrategia a largo plazo con un escenario a 10 años vista.
Existen cuestiones que urge resolver. La primera es el déficit de profesionales. Confluyen demasiados factores. La jubilación de un gran número de especialistas en los próximos años, una oferta insuficiente de plazas MIR, una especialidad que no resulta atractiva a los estudiantes de medicina y las condiciones de precariedad en la que se encuentran nuestros profesionales y que en muchas ocasiones les llevan al extranjero. Casi podríamos hablar de una tormenta perfecta. Por este motivo, el Ministerio no debería haber descartado una convocatoria extraordinaria del examen MIR. El déficit de profesionales afecta a otras especialidades y hay que empezar a ponerle remedio desde ya.
La otra cuestión es la financiación. Determinadas comunidades autónomas hablan ya de destinar un 20% del presupuesto sanitario a atención primaria. No tengo claro si esta cantidad serviría para resolver la infrafinanciación de la puerta de entrada. Posiblemente el fijación de un mínimo puede ayudar a evitar situaciones como la de la anterior crisis económica. Primaria sufrió especialmente los recortes.
En realidad, el déficit de profesionales y la la cuestión financiera afecta a todo nuestro Sistema Nacional de Salud. Pero ante la imposibilidad de un gran Pacto de Estado más vale estos acuerdos específicos. Si el plan de primaria sale bien, podría extrapolarse a otras áreas.
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