..Ricardo A. Mariscal López. COM SALUD.
¿Hubo una época en la que las redes sociales eran un espacio de concordia y diálogo general, donde todos los usuarios compartían información de forma abierta y constructiva? No lo recuerdo, pero probablemente no. Lo que sí está claro es que las redes sociales se han convertido hoy en día en terreno abonado para que trolls y fundamentalistas campen casi a sus anchas, buscando protagonismo y organizando linchamientos digitales contra quienes no piensan como ellos. Y esto está ocurriendo de forma palpable en salud.
Este mes hemos tenido un ejemplo claro de estos linchamientos digitales, que parecen estar poniéndose de moda en temas sanitarios. Varios usuarios comenzaron a exponer y criticar a un grupo de divulgadores que estaban publicando tuits sobre una solución de eSalud que ofrece determinada compañía privada. Los tuits iban acompañados de un hashtag mencionando a dicha empresa, por lo que era obvio que se trataba de publicaciones promocionales, pero los instigadores del linchamiento digital alegaron que se trataba de una práctica antiética que desacreditaba a los científicos y comunicadores participantes. Además, los hostigadores también utilizaron como arma arrojadiza que dicha compañía ofrece, entre casi un centenar de servicios, consulta de homeopatía, con lo que dedujeron que los divulgadores de la campaña eran peligrosos partidarios de pseudoterapias.
¿Cómo pueden los profesionales de la salud defenderse de los linchamientos digitales? Estoy convencido de que dejar dichas redes no es la solución
Los instigadores del linchamiento digital
¿Qué tenían en común los instigadores de este linchamiento digital? Su odio hacia todo lo que tiene relación con la sanidad privada. De lo que no son conscientes estos fanáticos entusiastas es que, con esta clase de acciones, no hacen ningún favor a la sanidad pública a la que dicen defender. Sus insultos y actitud fundamentalista no les beneficia, muy al contrario, les desacredita pues demuestra que no son capaces de convivir de forma democrática con aquellos que disienten de sus posturas. Creen que atacan a los poderosos, pero atentan contra gente normal, contra profesionales de la salud que llevan años defendiendo con argumentos y, en gran parte de las ocasiones, de forma gratuita, los beneficios que pueden constituir tanto para pacientes como para médicos las nuevas tecnologías en salud.
¿Están programadas en la actualidad las redes sociales para radicalizar a las personas que participan en ellas? ¿Cómo pueden los profesionales de la salud defenderse de los linchamientos digitales? Estoy convencido de que dejar dichas redes no es la solución pues puede parecer que los fundamentalistas han ganado. Creo que, para empezar, debemos ser muy conscientes de la responsabilidad que implica participar en las redes sociales. Tenemos que recordar que su finalidad principal es compartir conocimientos y tratar de aislar a los linchadores con la unión, evitando proporcionarles la notoriedad que están buscando. No es una tarea sencilla pero somos muchos más quienes creemos en la necesidad de compartir posturas de modo dialogado que quienes solo buscan enfrentamientos.
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