..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
Hace apenas dos semanas aplaudíamos la decisión del Gobierno de aumentar las plazas de formación médica especializada. El camino escogido es el correcto pero la medida debe venir acompañada de una mejora de las condiciones laborales. Esta semana pasada hemos conocido las cifras de certificados de ideoneidad de la Organización Médica Colegial (OMC). Un total de 1.671 médicos se marchan al extranjero sin billete de vuelta y entonces surge la pregunta: ¿De qué sirve aumentar las plazas MIR?
Desde hace años la tendencia va en aumento. Este año en concreto crece un 17,6% los que se marchan sin esperanza de regreso. El global de certificados de idoneidad crece un 20%. Es decir que hay otros médicos que pueden optar por quedarse en el extranjero. El estudio de la OMC deja una serie de cifras preocupantes. Por un lado, las dos especialidades con mayor número de fugas son medicina de familia y pediatría. Precisamente dos áreas claves para el buen funcionamiento del sistema y que hoy escasean. Por otro, la mayoría de los médicos que se marchan son jóvenes. 456 médicos de los que han optado por irse son menores de 35 años. Otros 406 se encuentran en una franja de edad que comprende los 35 y los 50 años.
Un total de 1.671 médicos se marchan al extranjero sin billete de vuelta. Surge la pregunta entonces: ¿De qué sirve aumentar las plazas MIR?
Cada año invertimos entre 146.000 y 182.000 euros en la formación de cada MIR, según un estudio de CESM de hace dos años. Estos 1.671 médicos que se van al extranjero suponen una inversión de aproximadamente 267 millones de euros, un esfuerzo del que van a disfrutar otros sistemas sanitarios
Con estas cifras de fuga además el relevo generacional tan necesario en nuestras plantillas médicas se antoja complicado. Urge adoptar medidas ya no solo para mejorar las condiciones económicas, sino las condiciones laborales globales. Es decir, que el médico pueda desarrollar todo su potencial no solo en el área asistencial, sino también en la docente y en la investigación. Y que sean escuchados como expertos, que se les tenga en cuenta en la toma de decisiones.
Estos 1.671 médicos que se van al extranjero suponen una inversión perdida de aproximadamente 267 millones de euros
Desde la etapa de Fátima Báñez en el Ministerio de Sanidad se vienen produciendo reuniones con las comunidades autónomas y los sindicatos. Poco hemos avanzado desde entonces y nuestros médicos continúan en una situación inferior a las de sus colegas ingleses, franceses y alemanes. Al mismo tiempo crecen las desigualdades salariales entre comunidades autónomas, una muestra más de la falta de equidad en nuestro sistema sanitario.
Como en aquel momento en que empezaron las conversaciones con Báñez, el Ministerio se encuentra hoy en funciones. No sabemos lo qué depararán los contactos que se están produciendo este mes de agosto. Pero en este escenario se antoja complicado una mejora real de las condiciones y mucho menos un registro de profesionales que nos sirva para conocer las necesidades del sistema en materia de recursos humanos.