..María Vargas Tabuenca. Directora de Relaciones Institucionales de iSanidad.
“Yo creo que los amigos están por delante de cualquier proyecto que puedas tener en la vida. Porque si no, creo que se pierde algo que todos debemos tener, que es ser persona. Entonces, si llegado el momento él decide que tiene ganas de volver a entrenar, (…) yo voy a ser el primero, y además encantado, en dar un paso al lado y volver a trabajar con él”. Con estas palabras Robert Moreno, seleccionador de la Selección de Futbol de España, explicaba cuál sería su posición si Luis Enrique quisiera reincorporarse a la Selección. Yo no suelo prestar mucha atención a este deporte. Pero el día que escuché estas declaraciones en el telediario, paré lo que estaba haciendo para acercarme al televisor.
Si se observa con atención el lenguaje no verbal del actual seleccionador durante la rueda de prensa, se ve a una persona que no está a gusto con la situación que está viviendo. El “puchero” casi constante en la comisura de los labios y una voz ligeramente temblorosa. La mirada inquieta y recorriendo distintas partes de la sala. Las manos en movimiento y nerviosas. Claramente se percibe su tristeza por las implicaciones que supone el momento que está viviendo. Y me hizo pensar: qué capacidad de anteponer a los demás a lo que posiblemente sea el sueño de su vida. No es común encontrarse a gente como Robert Moreno. Líderes que, ante todo, muestran que son personas y que sus valores están por encima de cualquier cosa.
Si bajamos esta circunstancia a la esfera sanitaria, a un lugar más íntimo y recóndito, nos encontramos con la experiencia clínica diaria del propio médico
Si bajamos esta circunstancia a la esfera sanitaria, a un lugar más íntimo y recóndito, donde no existen esas ruedas de prensa que permitan inmortalizar vivencias, nos encontramos con la experiencia clínica diaria del propio médico. Un trabajo apasionante, de gran vocación, pero con multitud de retos. Sí, están ejerciendo la profesión siempre soñada, pero no por ello sencilla. Anteponiendo el bienestar del paciente al suyo propio. Cuántos médicos salientes de guardia o en los días libres van a visitar a sus pacientes y les brindan su tiempo personal. Los valores por encima de cualquier contrato laboral de lunes a viernes. Y cuántos profesionales, sabiendo que existen alternativas de tratamiento que el paciente no desea, se mantienen al margen sabiendo que así debe ser. Los valores por encima de cualquier objetivo médico.
Las reacciones tienen que ser gestionadas de manera pública, aunque en la soledad poco seamos conocedores de su verdadera exteriorización
Volviendo al lenguaje no verbal de Robert Moreno, destacar su capacidad para mostrarse de forma transparente. En la esfera sanitaria, por el contrario, el médico no siempre puede mostrarse sin filtros. Sus reacciones tienen que ser gestionadas de manera pública, aunque en la soledad poco seamos conocedores de su verdadera exteriorización. Por ejemplo, recuerdo una imagen que se hizo viral años atrás de un médico de urgencias del hospital Southern California (EEUU) que, tras perder a un paciente de 19 años, lloraba desconsoladamente en el exterior del recinto. Un compañero del hospital le hizo esta fotografía y comentó que, momentos después, el médico entraba de nuevo en el hospital con la “cabeza alta”.
En definitiva, ser persona y reaccionar de forma transparente, al menos, en la intimidad propia de cada uno que permita continuar de forma coherente con los proyectos.