..Luis A. de Haro. Director general de iSanidad.
La crisis del Covid-19 pasará en España con grandes efectos. Médicos, enfermeras o farmacéuticos han asegurado que le tienen tanto miedo al virus como a la gestión que se ha hecho, la que se está haciendo y la que se va a hacer.
No es una idea revolucionaria, hace muchos años que “todos” los profesionales vienen avisando de la mala gestión del sistema sanitario, de todos los partidos. De momento con la crisis del Covid-19 tenemos más de 22.000 fallecidos, entre ellos muchos profesionales. Son datos que demuestran una necesidad de un nuevo sistema sanitario.
Sabiendo que a cualquier gobierno le hubiera venido grande la crisis, es cierto que se podría haber hecho mejor, o mucho mejor. De hecho, se puede hacer un repaso a ciertos errores graves que tienen que ver con la situación actual. Tienen que corregirse especialmente para el rebrote que todos los profesionales avisan que vendrá.
Avisos previos
Los errores de gestión con el virus vienen de lejos. La OMS lo avisó y las autoridades lo sabían. No se hizo caso, no se le dio importancia y se dijo que “no más de unos pocos casos aislados”. En otros países se han tomado los avisos en serio y los efectos no son tan terribles.
Los errores de gestión con el virus vienen de lejos
Mensajes contradictorios
Los mensajes erróneos o contradictorios también son parte de una necesidad de mejor gestión en esta crisis del virus. Por correr para dar mensajes tranquilizadores se dieron mensajes erróneos. Se dijo, en principio que era “una gripe suave”, por eso se permitieron manifestaciones, mítines, asistencia a partidos de fútbol… es decir, grandes concentraciones que han ayudado a dispersar el virus. Los intereses particulares de partidos políticos, gobiernos o empresas han estado en contra de las indicaciones de las autoridades sanitarias mundiales.
Falta de material de protección
Desde el principio se ha pedido material de protección para los profesionales. Mascarillas, EPI, guantes… no se han dado, se han dado mal o se han permitido equipos “caseros” sin certificación de seguridad. Se ha mandado a los profesionales a luchar sin el material necesario adecuado. Las protestas han sido justas y el alto volumen de profesionales contagiados lo demuestran.
Falta de test, equipos de protección, atención a los avisos, mensajes contradictorios… la gestión podría haber sido mejor
Falta de test
Tener un mapa de situación de la realidad de los profesionales hubiera ayudado mucho. Muchos de los profesionales, asintomáticos, han estado yendo a trabajar a centros sanitarios y contagiando. Los test tenían que haber sido obligatorios para los profesionales desde el inicio de la crisis y un recurso esencial para la sociedad.
Compras tardías y defectuosas
Una vez que comenzó la actividad se han comprado mascarillas “fake”, test no válidos, EPI de mala calidad… Uno de los grandes problemas ha sido el retraso en el suministro, la falta de suministro o los productos defectuosos. No sólo es un problema sanitario, puede convertirse en un problema penal si algunas asociaciones acaban llevándolo ante la justicia.
Problemas en la ejecución del confinamiento
La economía ha sufrido un espectacular parón. El confinamiento, probablemente necesario aunque tarde, no se ha hecho con un plan correcto. No se han seguido los criterios adecuados en función de personas de riesgo, personas sanas, infectados e inmunes que han recomendado desde muchos sectores de riesgos laborales.
Economía
El “batacazo económico” tampoco estaba previsto. Desde el Ministerio de Economía se aseguró que la crisis no tendría apenas efectos sobre la economía. Se dijo que se adoptarían “todas las medidas de precaución necesarias” frente al coronavirus. La realidad es bien distinta, con millones de personas que han pasado al paro.