..Luis A. de Haro. Director general de iSanidad.
La expresión “en mantillas” quiere decir estar poco preparado o “nada” preparado. Es exactamente lo que le ha pasado a España con la segunda ola del Covid-19. Tanto hablar de la curva, del pico y de la recuperación que se nos han olvidado los rebrotes.
La segunda ola ha llegado muy pronto, antes de lo que esperaba el Gobierno. Es cierto que todo el mundo sabía que iba a llegar y, al final, lo que ha habido es inacción. Los colegios, las universidades, los transportes públicos, los deportes, las reuniones sociales, el ocio… pocas cosas se han preparado adecuadamente.
Y los avisos han sido múltiples. El 4 de junio la OMS avisaba de que la segunda ola no se podría afrontar sin los recursos adecuados. Margarita del Val, viróloga del CSIC, aseguraba también en junio, que la segunda ola empezaría en julio, no en octubre. El 4 de agosto Alemania ya aseguró que estaba enfrentándose a una segunda ola. También a principios de agosto el Dr. Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), aseguraba que “estamos ya en una segunda ola”.
La segunda ola ha llegado muy pronto, antes de lo que esperaba el Gobierno, y al final lo que ha habido es inacción
Los 30.000 muertos oficiales, los avisos de los profesionales, las encuestas y la evidente preocupación no ha sido suficiente para estemos preparados. El sistema sanitario español ha dejado de ser el mejor de mundo para ser “reactivo”. Así se convierte a ser ineficiente, insatisfactorio y, lo peor de todo, decadente.
La pregunta es inmediata, ¿qué hay que hacer para aprender de la experiencia pasada? Una carta publicada en ABC de una pediatra a Pedro Sánchez es muy significativa. “El factor sorpresa le sirvió como excusa en la primera ola, pero los españoles ya no aceptamos más disculpas”, dice el titular.
Después de tantos avisos, ahora que empezarán los virus más “habituales”, ¿qué planes hay? No conocemos nada, no hay campañas de sensibilización, no hay información del comité de expertos… Todo parece improvisación.
