Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) y el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) han descubierto nuevas aplicaciones del medicamento Fingolimod para mejorar los déficits cognitivos de la enfermedad de Huntington (EH) trabajando con ratones.
Fingolimod es un fármaco de uso común en el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM), y que también restituye la plasticidad sináptica del hipocampo y mejora las funciones de la memoria, según el estudio publicado en la revista Human Molecular Genetics, destacado en Nature Reviews Neurology y recogido por el Servicio de Información y Noticias Científicas (Sinc).
“Los resultados preclínicos muestran una mejora de los factores cognitivos en la enfermedad de Huntington. Teniendo en cuenta que el medicamento ya ha superado los test de seguridad, este trabajo destaca el Fingolimod como un medicamento prometedor para tratar la enfermedad de Huntington”, comenta el catedrático del Departamento de Biología Celular, Inmunología y Neurociencias de la UB y director de esta investigación, Jordi Alberch.
Según datos de la Federación Española para la Lucha contra la Esclerosis Múltiple (FELEM), en España hay 40.000 personas con EM, en Europa 500.000 y más de dos millones en el mundo.
La patología de Huntington es un trastorno neurodegenerativo progresivo e irreversible originado por la mutación en el gen que codifica para la proteína huntingtina (Htt). Afecta especialmente a los ganglios basales y causa alteraciones motoras, déficits cognitivos y desórdenes psiquiátricos. Además, esta enfermedad, considerada rara, neurológica, degenerativa y de carácter hereditario, en los países occidentales tiene una incidencia de cinco a siete afectados por cada 100.000 personas. En España, unas 4.000 personas tienen la enfermedad y más de 15.000 afrontan el riesgo de haber heredado el gen de la EH porque tienen o tuvieron un familiar directo afecto de la misma. Aunque se han logrado avances muy significativos en investigación básica sobre esta patología que, es llamada así en honor de George Huntington, un médico de Estados Unidos que describió la enfermedad en 1872, todavía no hay tratamientos efectivos.
En este trabajo se muestra de qué manera el Fingolimod influye en los niveles de los receptores del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF): restablece su equilibrio normal haciendo aumentar el receptor TrkB y disminuir el receptor p75NTR de manera simultánea. El equipo de la UB-IDIBAPS constató en un trabajo anterior que los déficits cognitivos y sinápticos de los enfermos de Huntington están estrechamente relacionados con un desequilibrio en estos dos receptores.
Para determinar la validez de este medicamento en el tratamiento crónico de la enfermedad de Huntington en modelos preclínicos, se administró durante tres meses a ratones que tenían la enfermedad en estadios iniciales. Como resultado se mostró que los ratones tratados mostraban una disminución significativa de los déficits de memoria a largo plazo y hacían mejor las pruebas de reconocimiento espacial.
“Los resultados constituyen un paso importante para entender cómo actúa el Fingolimod sobre las células del cerebro; se comprueba que puede ser un fármaco adecuado en enfermedades en las que se ve afectado el hipocampo, como la enfermedad de Huntington o la de Alzheimer”, explica el investigador del grupo UB-IDIBAPS, y primer firmante del trabajo, Andrés Miguez, quien agrega que con esta investigación “se abre la puerta al estudio para mejorar la función cognitiva en enfermos de esclerosis múltiple tratados con este medicamento”, un campo, a día de hoy, “poco estudiado a pesar de que afecta a cerca del 50% de los enfermos”, concluye.
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