..María Vargas Tabuenca. Directora de Relaciones Institucionales de iSanidad.
Buscando frases de personajes célebres que pudieran resumir mi reacción ante semejante hecho, he encontrado tres bastante adecuadas. En primer lugar, Antonio Machado expresó que “todo lo que se ignora, se desprecia”; Aristóteles, que “es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita”; y, por último, Balzac enunció que “la ignorancia es la madre de todos los crímenes”. No hay nada peor que la ignorancia para elaborar juicios y opiniones que carezcan de sentido. Y con ello me refiero a un mensaje que avergüenza y que el Dr. Jesús Monllor, médico del hospital de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), se encontró en la puerta de su casa después de una intensa jornada laboral enfrentándose al Covid-19.
Un mensaje que avergüenza y que el médico Jesús Monllor se encontró en la puerta de su casa
“Hola vecino. Sabemos de tu buena labor en el hospital y se agradece, pero debes pensar también en tus vecinos. Aquí hay niños y ancianos. Hay lugares como el Barataria donde están alojando profesionales. Mientras esto dure, te pido que lo pienses”.
Es cierto que en las situaciones de crisis y de dificultad sale lo mejor y lo peor de nosotros. Intento ponerme en el lugar de la persona que lo escribió, con sus miedos e incertidumbres. En un énfasis de “instinto protector” hacia las personas mayores y niños de la comunidad de vecinos. Pero creo que solo es resultado de una falta de empatía y de consideración tremendas escribir semejantes líneas. Seguramente otro gallo cantaría si el Dr. Monllor fuera su médico ante su propio contagio o el de un familiar cercano por coronavirus. Por suerte, la comisaria principal y jefa de personal de la Policía Nacional, María Pilar Allué, ha definido estos actos como delitos de odio: “denunciables, reprobables y perseguibles”.
Espero que sintáis el reconocimiento de la gran parte de la población que se siente orgullosa de tener en su entorno a un profesional sanitario
Como ya escribí en otra ocasión, ahora más que nunca los profesionales estáis dando lo mejor de vosotros mismos para intentar que los pacientes se curen, se alivien y vuelvan con sus familias. Y, por todo ello y por todo lo que lleváis haciendo desde que decidisteis ser médicos, espero que sintáis el reconocimiento de la gran parte de la población que se siente orgullosa de tener en su entorno a un profesional sanitario. Que el mensaje que avergüenza del médico no represente un sentimiento generalizado.
Porque nunca será suficientemente agradecida la labor que estáis haciendo, las ojeras que se os van acumulando, y el cariño con el que siempre tratáis a los pacientes.
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