Dr. Santiago Moreno: “Si se indica y se realiza una vigilancia adecuada, la PrEP es tremendamente eficaz”

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..Redacción.
El jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, el Dr. Santiago Moreno, explica en esta entrevista la importancia de la profilaxis preexposición (PrEP) para el control del VIH en la población con “una vigilancia adecuada”.

¿Cuál es la incidencia y prevalencia de las personas infectadas por el VIH en la actualidad en nuestro país? ¿Llegamos al 90-90-90 de Onusida?
Los datos más recientes para nuestro país proporcionados por el Ministerio de Sanidad muestran una incidencia de infección por VIH en torno a 80 casos nuevos por millón de habitantes y año. Esa cifra está en el rango superior de las de nuestro entorno. En las estimaciones más recientes, se valora que aproximadamente el 14% de las personas con infección por VIH en España no saben que están infectadas.

El 14% de las personas con infección por VIH en España no saben que están infectadas

Esa fracción no diagnosticada de infección por VIH nos sitúa un poco por debajo del primer 90 propuesto por ONUSIDA, pero esperamos poder remediarlo pronto. Los otros dos 90 los cumplimos con creces: más del 90% de los diagnosticados se encuentran recibiendo tratamiento y más del 90% de los que están en tratamiento se encuentra con la infección bien controlada y carga viral indetectable.

Si comparamos estas cifras con las de hace unas décadas, ¿han aumentado y en qué colectivos?
Con respecto a hace unas décadas, la incidencia de nuevos diagnósticos de infección por VIH se ha mantenido relativamente estable, con tendencia a la disminución. Se han producido cambios, sin embargo, en el perfil de los nuevos diagnósticos. En la actualidad los nuevos diagnósticos se realizan sobre todo en hombres que tienen sexo con hombres (previamente dominaba el grupo de inyectores de drogas), con una edad media de 37 años y han aumentado de modo importante los nuevos diagnósticos en personas nacidas fuera de España, que llegan a suponer el 36% de todos los nuevos diagnosticados.

¿Considera que en la actualidad se ha “perdido el miedo a la enfermedad” al dejar de ser mortal a ser una patología crónica? ¿Este hecho ha contribuido a que haya un infradiagnóstico de la enfermedad?
Sin duda, la buena evolución de la infección por VIH tras el diagnóstico y el tratamiento adecuado ha hecho que se le pierda el miedo a lo que antes fue una enfermedad de curso fatal. Esto es bueno por un lado, ya que se desdramatiza la enfermedad y permite una vida más normal de las personas afectadas, pero trae como consecuencia negativa que se le quite importancia. Esto afecta tanto a las personas con prácticas de riesgo, que pueden ser menos prudentes en la adopción de medidas de prevención, como en las autoridades responsables de vigilar y establecer medidas destinadas a la prevención de la transmisión.

La buena evolución de la infección por VIH tras el diagnóstico y el tratamiento adecuado ha hecho que se le pierda el miedo a lo que antes fue una enfermedad de curso fatal

¿Son necesarias campañas a nivel estatal del tipo a la que se hicieron en los años 80 (“Póntelo, pónselo”) para poder bajar los niveles actuales de infectados?
Sin duda se precisa una mayor intervención por las administraciones sanitarias para evitar la transmisión del VIH y disminuir la aparición de nuevas infecciones, hasta hacerla desaparecer. Seguramente las campañas no tengan que contener los mensajes de otros tiempos, de sobra conocidos, pero hay que aspirar a que tengan el mismo éxito. Hay mensajes importantes hoy en día como la necesidad de hacerse la prueba del VIH en toda persona que haya tenido prácticas de riesgo, ofertar sitios accesibles para este fin, transmitir la existencia de la profilaxis preexposición para la prevención. Se trata de adaptar las campañas y los mensajes a la situación actual.

¿Existe desinformación o desinterés por parte de colectivos de riesgo, como son las personas sexualmente más activas?
Yo creo que no hay desinterés por parte de los colectivos de mayor riesgo. No puede generalizarse, pero entre los hombres que tienen sexo con hombres hay preocupación por la transmisión del VIH y la manera de poder prevenirlo. Es responsabilidad de la administración sanitaria hacer llegar toda la información necesaria a estos colectivos por múltiples cauces para que conozcan y puedan elegir métodos preventivos y acceso a medios diagnósticos de VIH y otras ETS.

El tratamiento antirretroviral ha evolucionado hacia la optimización

El Ministerio de Sanidad acaba de aprobar la financiación de la PrEP para sólo dos colectivos. ¿Cree que será eficaz? ¿Cree que se debería ampliar a otros colectivos?
Los colectivos para los que ha sido aprobada la PrEP son los que tienen mayor incidencia de nuevas infecciones y en los que, por tanto, la medida resulta eficiente. Si se indica adecuadamente y se realiza una vigilancia adecuada, la PrEP es tremendamente eficaz con pocos inconvenientes. Hay que garantizar, sin embargo, que desde el principio se hace de modo adecuado. Sin duda alguna, habrá personas de otros colectivos que se podrán beneficiar y a los que no se podrá negar la PrEP. Algunos usuarios de drogas inyectadas se podrán beneficiar sin duda, como miembros de otros colectivos.

¿Cómo han cambiado los tratamientos en los últimos 30 años? ¿Ha influido en la calidad de vida de los mismos?
El tratamiento antirretroviral ha evolucionado hacia la optimización. Se puede administrar de una forma muy cómoda (una pastilla una vez al día, sin requerimientos específicos), con apenas toxicidad y, sobre todo, tremendamente eficaz. Esto ha determinado no solo el control de la infección por VIH en prácticamente la totalidad de los pacientes que lo toman, sino que ha asociado una mejora en las condiciones de calidad de vida, permitiendo a las personas llevar una vida laboral y social completamente normal.

Si se indica adecuadamente y se realiza una vigilancia adecuada, la PrEP es tremendamente eficaz con pocos inconvenientes.

Hasta el momento, se consideran curados del VIH a dos pacientes, conocidos como el “paciente de Berlín” y el “paciente de Londres”. ¿Por qué se ha conseguido en estos pacientes y no en otros?
Estos dos pacientes fueron sometidos a procesos muy especiales, el trasplante de médula ósea de características muy concretas. Esa medida no puede aplicarse a personas que no necesiten recibir el trasplante por enfermedades hematológicas graves. Ha de tenerse en cuenta que el trasplante de médula ósea tiene una mortalidad en sí misma que supera el 20-30%. Por tanto, se reserva como último tratamiento para personas con leucemias, linfomas y otros procesos que no son curables mediante medidas menos agresivas. Ahora bien, si una persona con VIH precisa por una enfermedad de la sangre un trasplante de médula ósea, se puede solicitar esa donación de características específicas que podría ayudar a curarle, además, la infección por VIH.

¿Estamos lejos de la erradicación del VIH? ¿En qué momento nos encontramos?
No sabemos cómo estamos de lejos de la curación de la infección por el VIH. Por el momento, no se ha conseguido ningún método fácilmente aplicable para controlar la enfermedad sin tratamiento antirretroviral. Hay una intensa investigación en marcha, en muchos centros alrededor de todo el mundo, que necesariamente tiene que dar su fruto. Se están investigando diferentes métodos de acceso a la curación y, es probable, que alguno de ellos, antes que después, nos traiga una buena noticia. Aspiremos a que no se haga esperar demasiado.

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