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La llegada de la pandemia de Covid-19 paralizó el cribado poblacional de la hepatitis C, B y el VIH para evitar que los pacientes acudieran de forma presencial a la consulta. Por eso, los médicos que participaron en la mesa redonda ¿Qué oportunidad de diagnóstico de virus transmitidos por la sangre (BBVs) nos ofrece la COVID-19?, organizada por Gilead en el reciente Congreso Nacional de Semergen, creen que cabe la posibilidad de “hacer cribado de estas enfermedades infecciosas de hepatitis C, B y VIH a la vez que se hacen test masivos de SARS-CoV-2 en la población y así poder seguir avanzando en el objetivo de la OMS de eliminar las hepatitis virales para el año 2030”. Así lo ha afirmado la Dra. Marta Casado, del Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería.
“Cabe la posibilidad de hacer cribado de estas enfermedades infecciosas de hepatitis C, B y VIH a la vez que se hacen test masivos de SARS-CoV-2 en la población”
Actualmente, se desarrolla un algoritmo de actuación dirigido a atención primaria para descartar en pacientes Covid-19 otras posibles infecciones subyacentes como el VIH y las hepatitis virales. El proyecto lo está desarrollando Gilead y el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas y Digestivo de Semergen. El parón de cribados por la pandemia está teniendo sus consecuencias.
“Hay que motivar a los profesionales de atención primaria a que sigan cribando, aunque estemos en tiempos de pandemia. Para ello, hay que facilitar el diagnóstico en un solo paso, hacer actividades formativas y apoyar a los profesionales”, explicó la Dra. María del Mar Sureda Barbosa, de la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca.
Desarrollan un algoritmo de actuación dirigido a atención primaria para descartar en pacientes Covid-19 otras infecciones como el VIH y las hepatitis virales
Antes del COVID-19, “en hepatitis C habíamos llegado a niveles óptimos para cumplir los objetivos marcados por la OMS”, señaló la Dra. Sureda. Aunque todavía quedaba mucho por hacer ya que había que buscar a un 70% de pacientes que estaban diagnosticados y no tratados y un 30% aproximadamente que estaba sin diagnosticar”.
Son varios los retos que presenta el Covid-19 para el diagnóstico y la asistencia de estas otras enfermedades infecciosas. La Dra. Casado explicó el impacto que la pandemia tiene en las enfermedades hepáticas. Por un lado, “los pacientes con enfermedad hepática avanzada presentan un peor pronóstico tras la infección”. Por otro, “el cambio en la atención clínica que se ha producido como consecuencia de la reorganización de la asistencia sanitaria”. También el Covid-19 ha hecho que la mayoría de los programas de eliminación de la hepatitis C se hayan visto retrasados.
“Los pacientes con enfermedad hepática avanzada presentan un peor pronóstico tras la infección por Covid-19”
Además, la Dra. María Jesús Pérez, del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha destacado que el Covid-19 es un virus rápido. Sus consecuencias son muy evidentes y las autoridades sanitarias y todo el colectivo médico han reaccionado de inmediato y avanzado mucho en los aspectos de cribado y rastreo. “Con el VIH, VHC y VHB las consecuencias son más lentas, pero se acumulan. Son virus que establecen cronicidad y son infectivos mientras no se tratan las personas afectadas. Se necesita un apoyo contundente y definitivo por parte de todos los profesionales sanitarios y de las autoridades, ya que son patologías que se podrían erradicar si se toman las medias adecuadas”.
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