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Poder hacer una planificación virtual de una intervención de cirugía maxilofacial para colocar una prótesis customizada, de forma totalmente personalizada para el paciente, y comprobar que los resultados obtenidos son “exactamente iguales” a los planificados ya es una realidad. Para hacerla posible el trabajo conjunto y el entendimiento entre ingenieros y cirujanos es necesario.
Los ingenieros diseñan y fabrican las prótesis y los programas informáticos sirven de guía para los cirujanos que implantan estos materiales customizados
Es una de las áreas que abordaron los tres expertos que participaron en el coloquio organizado por iSanidad sobre implantes customizados. Los ingenieros diseñan y fabrican las prótesis y los programas informáticos sirven de guía para los cirujanos que implantan estos materiales customizados. Entonces, ¿estos profesionales tienen que incorporarse en los hospitales?
“Dependerá de la forma de funcionar de cada servicio”, señaló el Dr. Néstor Montesdeoca, jefe de servicio de Cirugía Maxilofacial, Oral e Implantología del Hospital La Luz de Madrid, “de si un servicio tiene un volumen importante como para tener cirujanos, médicos, enfermería, auxiliares, recepcionistas e ingenieros”, consideró. Sin embargo, incluir departamentos de ingeniería en centros del sistema sanitario público “es más complejo, la sanidad privada en ese aspecto es más hábil y encuentra formas de externalizar el servicio”.
Dr. Ochotorena: La figura del ingeniero tiene que estar presente en el área de desarrollo e investigación en el hospital. Pero no creo que deba implantarse todo el proceso, incluida la fabricación”
Para el Dr. Rafael Ochotorena, en representación de Customimplants, el modelo adecuado para el trabajo de cirujanos e ingenieros es la externalización de este último servicio. “La figura del ingeniero tiene que estar presente en el área de desarrollo e investigación en el hospital, pero no creo que deba implantarse todo el proceso, incluida la fabricación. De igual modo que los hospitales cuentan con farmacéuticos y farmacias, pero no se fabrica la medicación. Hoy en día una impresora de titanio puede medir 10 metros y pesar 14 toneladas y requiere técnicos y otros profesionales”, explicó.
En esta línea intervino el Dr. José Luis Cebrián, jefe de servicio de Cirugía Oral y Maxiolofacial del Hospital Universitario La Paz. Consideró que “es muy complicado” que el sistema se pueda convertir en productor de estas prótesis, ya que “se exigen una serie de normas y capacitaciones a la industria” que dificultan su inclusión en un centro sanitario. Pero el Dr. Cebrián sí apuesta por la figura del ingeniero en los hospitales “como una realidad más o menos cercana”, que empieza a verse en institutos de investigación de hospitales públicos.
El Dr. Cebrián apuesta por la presencia de ingenieros en los hospitales “como una realidad más o menos cercana”
Más allá de la ubicación de los lugares donde se producen las prótesis customizadas, el Dr. Ochotorena destacó la necesidad de una “total empatía” entre el equipo médico que necesita estos materiales customizados o se sirven de programas que hacen posible la planificación virtual de intervenciones y la navegación intraoperatoria y el equipo que los diseña y fabrica.
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