..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
Se pueden extraer diferentes lecturas de la decisión de un gran número de países de la Unión Europea de suspender de forma temporal la vacuna de AstraZeneca. Conviene insistir en la primera. Aún no existe evidencia de que la inoculación de esta vacuna esté relacionada con los casos de trombosis de senos venosos registrados en la Unión Europea.
Solo en España se han administrado casi 940.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca y solo se ha producido uno de estos casos de trombosis. Resulta importante cumplir con los criterios de farmacovigilancia, comprobar si existe causa-efecto y adoptar una decisión en función de las investigaciones.
Aún no existe evidencia de que la vacuna de AstraZeneca esté relacionada con los casos de trombosis de senos venosos registrados en la Unión Europea
La suspensión de la vacunación tiene que servir para demostrar al ciudadano europeo que las medidas de farmacovigilancia funcionan y no se van a correr riesgos. Si no podemos encontrarnos con otros efectos secundarios de carácter social. Una mala comunicación de este proceso podría llevar a que una buena parte de la población rechace vacunarse.
No podemos olvidar que diferentes encuestas mostraban las dudas de la población europea, también la española, cuando aún no habían finalizado los ensayos clínicos de las distintas vacunas. Poco a apoco, se había despejado esta incertidumbre. No podemos permitir que vuelva. Primero porque no se ha demostrado la causa-efecto todavía. Segundo, porque existen otras dos vacunas en el mercado que están dando buenos resultados.
Existen además otros factores que han generado cierro desconcierto de la población sobre la vacuna de AstraZeneca desde su aprobación en Europa. Los problemas de suministro y el incumplimiento del acuerdo de distribución provocaron un fuerte encontronazo entre la farmacéutica y las autoridades europeas. Poco después la Unión Europea decidió que no inocularía esta vacuna a personas mayores de 55 años, al no estar demostrada su seguridad en este grupo de edad, en contra del criterio de la farmacéutica y de incluso las sociedades científicas.
Nos encontramos además en un momento delicado. El descenso de la incidencia acumulada muestra un estancamiento durante los últimos días. Podríamos estar ante un cambio de tendencia que nos conduzca hacia una cuarta ola. Que no vivamos situaciones de saturación de hospitales y altas cifras de muertes va a depender ahora sí del total de población que haya inmunizada. Por suerte, la vacuna de Janssen ya cuenta con el visto bueno de las autoridades europeas y podría permitir recuperar las vacunaciones masivas en la población.
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