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El Hospital Gregorio Marañón ha realizado un estudio sobre la seguridad de las vacunas de mRNA frente al Covid-19 entre el personal sanitario del centro con antecedentes de enfermedades alérgicas graves en el que concluye que solo el 1,6% de los participantes eran alérgicos a estas vacunas o a sus componentes, por lo que se desaconsejó su inoculación, y el 99,22% de los sanitarios alérgicos a los que sí se recomendó la vacunación, toleraron bien su administración. Solo una paciente con asma bronquial grave tuvo una reacción a los 10 minutos de recibir su dosis y fue controlada en el Hospital de Día de Alergia.
El Gregorio Marañón ha hecho un estudio sobre la seguridad de las vacunas de mRNA del Covid-19 entre sus profesionales sanitarios con antecedentes alérgicos graves
Para realizar el estudio, el hospital ha desarrollado un protocolo que puede hacerse extensivo a otros hospitales. Se seleccionaron 186 profesionales sanitarios mediante un cuestionario dirigido y elaborado por el Servicio de Alergología. Son sanitarios con antecedentes de anafilaxia, asma grave, urticaria/angioedema grave o síndrome de activación mastocitaria. De ellos, el 1,6% presentó pruebas cutáneas positivas a las vacunas o a sus componentes. Por ese motivo se optó por no vacunarlos para evitar una posible reacción alérgica sistémica grave.
Tras realizar las pruebas cutáneas controladas por el personal del Hospital de Día de Alergias, “en apenas 15 minutos se puede saber si los pacientes presentan alguna sensibilización a los componentes de las vacunas”, afirma el Dr. Manuel Zubeldia, jefe del Servicio de Alergia del Hospital Gregorio Marañón. “Si la prueba es negativa, se procede a administrarles la primera dosis de la vacuna. Tras 30 minutos de espera, por si tuvieran algún tipo de reacción, pueden marcharse”. Los pacientes con pruebas cutáneas positivas evitan la vacunación “en espera de nuevas vacunas”, señala el alergólogo.
El 1,6% presentó pruebas cutáneas positivas a las vacunas o a sus componentes. Así, se optó por evitar la vacunación a la espera de otras vacunas
El Gregorio Marañón destaca que en esta serie de pacientes se ha demostrado la utilidad de un protocolo elaborado para discriminar a los pacientes alérgicos graves y la necesidad de realizar en ellos un estudio alergológico dirigido previo a la administración de la vacuna. Este trabajo se ha publicado en la revista científica Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology y es el primero a nivel mundial que presenta las conclusiones y ventajas de hacer un estudio alergológico previo a la administración de las vacunas.
Ahora, el Marañón no sólo está aplicando este procedimiento a los trabajadores del propio centro con afecciones alérgicas, sino que a través de Subdirección de Continuidad Asistencial del hospital, se está haciendo extensivo al personal sanitario de los once centros de atención primaria de la zona básica de salud del hospital.
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