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Un equipo del Instituto de Salud Carlos III (Isciii) ha participado en la realización del 2º Estudio de seroprevalencia en España, que se ha coordinado desde la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y repasa la situación en torno a las enfermedades inmunoprevenibles. El informe se publica 21 años después del primero. Se trata de un complemento a la continua evaluación que se hace de estas enfermedades y aporta un mayor conocimiento sobre la situación real de la inmunidad de la población española frente a ellas. El trabajo incorpora adicionalmente el estudio de la prevalencia de inmunidad adquirida de manera natural por otros agentes infecciosos de importancia para la Salud Pública.
El informe complementa la continua evaluación realizada en estas enfermedades y aporta mayor conocimiento sobre la situación real de la inmunidad de la población española
El objetivo de la investigación cuyos resultados refleja el informe es estimar la prevalencia de anticuerpos de diversas patologías en la población de 2 a 80 años residente en España. Las enfermedades incluidas en el estudio son: poliomielitis, difteria, tétanos, tosferina, sarampión, rubeola, parotiditis, varicela, enfermedad meningocócica invasora por serogrupo C, hepatitis A, B, C, D y E, e infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
El objetivo de la investigación es estimar la prevalencia de anticuerpos de diversas patologías en la población de 2 a 80 años residente en España
Los equipos del Isciii que han participado en su elaboración pertenecen al Centro Nacional de Microbiología (bajo la coordinación de Julio Vázquez) y al Centro Nacional de Epidemiología (bajo la coordinación de Josefa Masa). En el Centro Nacional de Microbiología han participado la Unidad de Hepatitis (Ana Avellón), el Laboratorio de Serología (Fernando de Ory y Mayte Pérez) y la Unidad de Neisserias (Raquel Abad). Bajo la coordinación del Ministerio de Sanidad, en la realización del estudio también han participado las Comunidades Autónomas, por medio de un grupo de trabajo específico, y numerosos centros de salud de toda España.
El estudio se ha realizado con un total de 10.223 participantes. Permite conocer el estado inmunitario por grupos de edad y sexo de las citadas enfermedades y las coberturas de vacunación por grupos de edad en personas menores de 30 años. El objetivo es saber si la inmunidad de esta población es acorde con las vacunas administradas según el calendario de vacunación vigente en cada momento.
El estudio de seroprevalencia se ha realizado con un total de 10.223 participantes
Además, permite estimar la prevalencia de infección por microorganismos de interés para la salud pública, analizar los cambios ocurridos con el tiempo en la prevalencia de las enfermedades incluidas en la anterior encuesta, e investigar los factores asociados al estado inmunitario frente a cada una de las enfermedades estudiadas. Finalmente, los datos recogidos han permitido la creación de una colección de muestras de suero para posterior investigación de enfermedades transmisibles de interés para la salud pública.
Principales conclusiones por enfermedad del estudio
En cuanto al sarampión, se observa un descenso de la población con títulos de anticuerpos protectores a partir del grupo de edad 10-15 años hasta 30-39 años, una bajada que es más pronunciada en el grupo de 20-29 años, lo que puede deberse a la pérdida de protección serológica a medida que pasa el tiempo desde la vacunación con la segunda dosis. Se recomienda “evaluar la necesidad de nuevas estrategias de vacunación” a medio y largo plazo en ciertos grupos de población en función de su probabilidad de exposición.
El informe recomienda evaluar la necesidad de nuevas estrategias de vacunación del sarampión a medio y largo plazo en ciertos grupos de población
Respecto a la rubeola, la inmunidad de la población es superior al 95% en todos los grupos de edad (más elevada en mujeres). Esto demuestra el “mantenimiento de la inmunidad conferida por la vacunación, aunque se haya realizado en la infancia“. La alta inmunidad de la población asegura el mantenimiento de la eliminación de la rubeola en España.
Asimismo, la seroprevalencia de anticuerpos frente a la parotiditis es elevada entre los 2 y los 14 años de edad. A partir de ese margen de edad la inmunidad empieza a decaer, y aumenta en los mayores de 30 años. Esto sugiere, por una parte, la pérdida de inmunidad con el paso del tiempo desde la vacunación. Por otra, la mejor persistencia de la inmunidad por infección natural en las cohortes nacidas antes de 1978.
La seroprevalencia de anticuerpos frente a la parotiditis es elevada entre los 2 y los 14 años de edad
En relación a la poliomielitis, la prevalencia de anticuerpos neutralizantes frente a poliovirus tipos 1 y 3 es muy alta en todos los grupos de edad, lo que asegura el nivel de población susceptible inferior al 15% necesario para evitar la transmisión en caso de introducción de estos virus. Estos datos garantizan el cumplimiento del objetivo de inmunidad de la población para contribuir a la erradicación de la enfermedad.
La seroprevalencia de anticuerpos protectores frente a la difteria aumenta con la edad hasta llegar a los 30 años. A partir de esta edad desciende de manera importante, probablemente debido a la pérdida de la inmunidad con el paso del tiempo. El informe destaca que la evidencia muestra que “las altas coberturas de vacunación infantil contribuyen a limitar la transmisión secundaria y el mantenimiento de las cadenas de transmisión en toda la población tras la importación de casos“. De manera adicional, mejorar la vacunación frente a tétanos con vacunas combinadas frente a tétanos y difteria (Td) en la población mayor puede contribuir a mejorar también la inmunidad frente a la difteria.
Las altas coberturas de vacunación infantil contribuyen a limitar la transmisión secundaria y el mantenimiento de las cadenas de transmisión en toda la población
Hay una alta prevalencia de niveles protectores de anticuerpos frente a tétanos en menores de 50 años. A partir de esa edad desciende de manera significativa, sobre todo a partir de los 60 años. El informe considera importante concienciar, tanto a la población como al personal sanitario, de la necesidad de la vacunación en mayores. Este es un grupo de población en el que se encuentra una importante proporción de personas susceptibles. En cuanto a tosferina, los resultados de seroprevalencia indican que la circulación del microorganismo Bordetella pertussis ocurre en todos los grupos de edad.
El informe considera importante concienciar, tanto a la población como al personal sanitario, de la necesidad de la vacunación del tétanos en mayores
Por otro lado, la introducción de la vacuna de la varicela en el calendario de vacunación se refleja en el aumento de la seroprevalencia de anticuerpos en el grupo de menor edad (2-5 años) con respecto a estudios anteriores. Sin embargo, el informe señala que aún es pronto para observar el efecto de la vacunación infantil en los otros grupos de edad.
La seroprevalencia de anticuerpos protectores frente a la EMI por serogrupo C es cercana al 75% en las cohortes que se han beneficiado de la vacunación sistemática en la adolescencia (entre 12 y 16 años de edad). Además, se muestra “una inmunidad más duradera y mayor protección en estos grupos de edad“.
Respecto a la hepatitis A, se observa una alta proporción de susceptibles en la población general. Sin embargo, casi el 5% de la población infantil entre 2 y 5 años presenta una inmunidad que se mantiene hasta los 19 años, por lo que probablemente se adquirió tras exposición natural al VHA en la primera infancia. Esta situación de infección por el virus de la hepatitis A en la infancia, junto al aumento de susceptibilidad en la población adulta, pone de manifiesto la importancia de la vigilancia epidemiológica en la identificación de casos y en la rápida intervención en brotes para limitar la posible extensión.
Respecto a la hepatitis A, se observa una alta proporción de susceptibles en la población general
Hepatitis B y D
La prevalencia de infección por el virus de la hepatitis B ha disminuido significativamente desde la realización del estudio anterior, en 1996. La prevalencia de infección activa por virus de la hepatitis B y de mujeres portadoras de anticuerpos es también muy baja. Por su parte, la prevalencia de hepatitis D en portadores de anticuerpos es similar a la de otros estudios. Por otro lado, la seroprevalencia de anticuerpos anti hepatitis B muestra dos picos. Esto “refleja la vacunación sistemática realizada en España, que comenzó en adolescentes y se cambió a la infancia posteriormente“. Todos estos resultados reflejan el éxito del programa de vacunación frente a la hepatitis B.
El nivel de prevalencia de infección por el virus de la hepatitis C en España es bajo, especialmente en lo que se refiere a prevalencia de infección activa. La prevalencia es mayor en hombres y en personas nacidas fuera de España. En hepatitis E, los resultados de seroprevalencia de anticuerpos son superiores a las estimaciones realizadas hasta el momento en España, y sugieren una transmisión continuada con mayor exposición en el pasado. Se observa persistencia de los anticuerpos en quienes han estado expuestos al virus. “El bajo número de casos de infección aguda detectados parece indicar que la infección pasa desapercibida en sus formas subclínicas o asintomáticas“, recalca el informe.
La prevalencia global de infección por el VIH obtenida en este estudio es inferior a otras estimaciones realizada
La prevalencia global de infección por el VIH obtenida en este estudio es inferior a otras estimaciones realizadas. “Puede deberse a las características de la población estudiada, con menor representación de los grupos de población más expuestos“, matizan. La prevalencia según edad y sexo, además de la fracción no diagnosticada, está en el rango de otras estimaciones realizadas.
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