..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
Existe una frontera tan amplia como el Río Grande entre la información veraz y el alarmismo. La recomendación de la FDA y los CDC norteamericanos de paralizar el uso de la vacuna de Janssen contra el Covid-19 exige que nuestros expertos tomen la palabra para tranquilizar a una población sometida a un exceso de noticias.
Es cierto que el retraso del suero de Janssen en Europa supone un contratiempo parta las autoridades europeas. Esta vacuna monodosis permitiría y permitirá acelerar de forma importante en el proceso de vacunación cuando vemos avanzar la cuarta ola del virus. Pero es importante explicar a la población que esta recomendación de las autoridades norteamericanas redunda en la seguridad de la población.
La recomendación de la FDA y los CDC norteamericanos de paralizar el uso de la vacuna de Janssen contra el Covid-19 exige que nuestros expertos tomen la palabra para tranquilizar a una población sometida a un exceso de noticias
Estamos hablando de seis personas que han desarrollado estos trombos entre 6,3 millones de dosis administradas. De momento no se ha podido establecer una causa-efecto, pero existe una voluntad clara de las autoridades y de la propia compañía de investigar cualquier efecto secundario. Es uno de los mensajes que se debe transmitir a la población con el fin de tranquilizar los ánimos.
No podemos olvidar lo acontecido en los últimos días con la vacuna de AstraZeneca. Las autoridades europeas han cambiado de criterio sin ni siquiera conocer realmente los efectos de la vacuna. En apenas unos meses hemos cambiado los grupos de edad para los que estaba recomendado el fármaco de AstraZeneca. En los primeros días, las propias comunidades autónomas admitieron que un gran número de personas rechazaron recibir la vacuna de la compañía inglesa. La situación ha ido volviendo a la normalidad y la mayoría accede. Por este motivo, nos podemos permitir otro problema de desinformación. La incidencia acumulada crece y nunca antes habíamos tenido tan en nuestra mano frenar la transmisión del virus. Esta posibilidad surge de las vacunas.
Si no existe una buena información es complicado que la población pueda entenderlo. Por este motivo, es importante contar con la opinión de los expertos y los profesionales sanitarios. El problema es que durante este año de pandemia, el Gobierno y las comunidades autónomas apenas si se han apoyado en los expertos a la hora de tomar las decisiones. Los consejos generales de las diferentes profesiones, las sociedades científicas y los sindicatos apenas han participado en la toma de decisiones.
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