Un estudio sugiere que las raras trombosis en pacientes vacunados podrían relacionarse con las vacunas de vectores de adenovirus

Covid-19

..G.M.
Cuando aún se desconoce el mecanismo que provoca las trombosis poco frecuentes de senos venosos cerebrales y abdominales acompañados de trombocitopenia que se han vinculado con la administración de las dosis de vacunas de AstraZeneca, la FDA y la EMA investigan seis casos de trombosis similares en personas que han recibido la vacuna de Janssen frente al Covid-19. Una descripción de uno de estos últimos casos, publicada este miércoles como carta al editor en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM) sugiere que esta “rara” trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna (VITT, por sus siglas en inglés) “podría estar relacionada con el vector adenoviral de las vacunas”.

Los médicos de la mujer con trombosis tras vacunarse creen que “podría estar relacionada con el vector de adenovirus de las vacunas”

Los autores del estudio señalan que, a diferencia de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, basadas en la nueva tecnología de ARN mensajero, las vacunas desarrolladas por AstraZeneca-Oxford y Janssen (Johnson & Johnson) se basan en vectores de adenovirus no replicantes. Utilizan adenovirus que se han modificados para ser inocuos y contienen genes que codifican la proteína S del SARS-CoV-2.

Los médicos e investigadores del Centro Médico de Nebraska (EE.UU.) firmantes de la carta describen el caso de una mujer de 48 años que ingresó en su centro con una trombosis extensa con trombocitopenia severa y coagulación intravascular diseminada que, explican, “se asemejaba a la trombocitopenia autoinmune inducida por heparina”. La mujer, que no tenía antecedentes de problemas médicos, había recibido la vacuna de Janssen 14 días antes. Cuando acudió a urgencias llevaba tres días con dolor abdominal y malestar.

Las vacunas que se han vinculado a trombosis utilizan adenovirus modificados para ser inocuos y contienen genes que codifican la proteína S del SARS-CoV-2

Los investigadores destacan que, cuando asistían a la paciente y buscaban un tratamiento adecuado, observaron “con interés” que durante la evaluación clínica de la vacuna de Janssen un hombre de 25 años sufrió una trombosis sinusal transversa que comenzó 19 días después de recibir la vacuna. “Aunque la investigación del caso y la opinión de los expertos consideró que este evento no estaba relacionado con la vacuna, este hallazgo puede requerir una reevaluación a la luz del curso clínico de nuestra paciente”, señalan.

Los médicos explican que cuando la paciente llegó al hospital, comprobaron a través de una tomografía computerizada que presentaba una trombosis del seno venos cerebral que afectaba a los senos recto y transverso derecho. Comenzaron a tratarla con heparina, pero la paciente no respondía al tratamiento. De hecho una nueva angiografía por TC mostró un nuevo trombo que afectaba a las venas hepática y esplénica derechas, explican.

La mujer había recibido la vacuna 14 días antes y presentaba una bajada severa de plaquetas

Posteriormente supieron que la mujer había recibido la vacuna 14 días antes y realizaron una prueba de detección de anticuerpos frente al factor plaquetario 4, que fue negativa. Este es el factor que en alguno casos muy poco frecuentes, al unirse a la heparina se convierte un elemento desconocido para el organismo y el sistema inmunitario reacciona generando autoanticuerpos. La principal hipótesis es que este proceso se desencadenaría de la misma forma con las vacunas.

Sin embargo, una segunda prueba por inmunoabsorción ligada a enzimas para anticuerpos contra el PF4-polianión resultó “fuertemente positiva”. Ante esta situación, optaron por cambiar la heparina por agatroban. Además, aplicaron inmunoglobulina intravenosa a razón de un gramo por kilogramo de peso de la paciente durante dos días. El resultado fue de “un aumento en el recuento de plaquetas de 30.000 a 145.000 durante cinco días”, explican. Aunque la mujer aún seguía en una situación crítica cuando los investigadores enviaron la carta a NEJM.

Tras no responder a la heparina, le aplicaron inmunoglobulina intravenosa que permitó una importante recuperación de plaquetas

Los investigadores señalan que este tratamiento ya fue recomendado en marzo por el investigador alemán Andreas Greinacher y otros autores firmantes de un estudio en el que recogía las características clínicas de nueve pacientes que presentaron eventos trombóticos tras recibir la vacuna de AstraZeneca.

En ese estudio, los investigadores sugerían que esos eventos se parecía la ya conocida trombocitopenia inducida por heparina (TIH) y explicaban el tratamiento a seguir. Los investigadores explican la inmunoglobulina intravenosa se mostró eficaz en la inhibición de la activación plaquetaria en los casos de TIH. Ahora, los médicos que firman la carta publicada en NEMJ, señalan su eficacia también frente a las trombosis vinculadas a la vacuna de Janssen. En su última rueda de prensa, la EMA recomendó este tratamiento para las trombosis con caída severa de plaquetas.

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