..Victoria Guillén.
Al comienzo de la pandemia, las primeras informaciones que el pulmón era el órgano más afectado del sistema por la enfermedad de Covid-19. Sin embargo, meses después se vio que el sistema neurológico y el sistema cardiovascular también podían verse afectados por este virus. Por ello, la Dra. Cristina Sánchez Enrique, responsable de la Unidad de insuficiencia cardiaca del Hospital Universitario Quirónsalud en Madrid, puso en marcha un estudio observacional en el que se describe la afectación cardiovascular tras la enfermedad de Covid-19. Así, los primeros trabajos del grupo mostraron daño cardiaco, descrito principalmente como elevación de tripolina, que estaba presente en un 10% de los hospitalizados. Además, este daño llegaba a un 30% en aquellos pacientes ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Los primeros trabajos del grupo mostraron daño cardiaco que estaba presente en un 10% de los pacientes hospitalizados y en un 30% en los pacientes ingresados en UCI
En este sentido, la Dra. Sánchez Enrique ha señalado que “el daño cardiaco se relacionó con una mayor mortalidad intrahospitalaria. Asimismo, se describieron casos de shock cardiogénico debido a infartos agudos de miocardio o miocarditis. Por otra parte, se observó un aumento de los eventos tromboembólicos, principalmente embolismo pulmonar, de tal modo que algunas series describieron esta complicación hasta en un 30% de los pacientes”.
Así, la Dra. Sánchez Enrique ha presentado en Doryos, una plataforma digital de conocimiento médico hacha por y para médicos, este estudio sobre la afectación cardiovascular. Según ha indicado, esta investigación se llevó a cado los meses de abril a mayo de 2020. Asimismo, se presentó en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cardiología.
La Dra. Sánchez Enrique ha presentado, en Doryos, un estudio observacional en el que se describe la afectación cardiovascular tras la enfermedad de Covid-19
A pesar de todas estas evidencias, la situación excepcional que supuso la pandemia por Covid-19 hizo que no se llevara a cabo la evaluación cardiovascular durante el ingreso en la mayoría de los pacientes. Según la experta, “esto se debe, principalmente, porque las sociedades internacionales recomendaron posponer todas aquellas pruebas de imagen que no fueran estrictamente necesarias para evitar el riesgo de contagio. Por otro lado, la saturación del sistema sanitario impedía poder realizar dicha evaluación”.
Ante la ausencia de datos, el grupo de la Dra. Sánchez Enrique baso su hipótesis en el estudio cardiológico tras el alta hospitalaria podía ayudar a detectar la afectación cardiaca con implicaciones pronósticas y terapéuticas. “Para validarla diseñamos un estudio descriptivo y prospectivo, un mes después de la del alta, el cual fue aprobado por el comité ético. Así, entre los meses de abril y mayo, se llevó a cabo una evaluación clínica electrocardiográfica y con cardiograma torácico a todos los pacientes que habían sido dado de alta tras el Covid-19, siguiendo siempre las medidas preventivas”.
En el estudio se incluyeron 114 pacientes en total, todos ellos asintomáticos en reposo en el momento de la visita, y casi el 70% de ellos eran varones con una edad media de 62 años
En cuanto al análisis estadístico, las variables continuas se expresaron como media +/-desviación estándar o mediana con rango intercuartílico, mientras que las variables categóricas se expresaron cómo frecuencias y porcentajes. Así, en el estudio se incluyeron en total 114 pacientes. Además, en el momento de la visita todos los pacientes estaban asintomáticos en reposo. Cabe destacar que casi el 70% eran varones con una edad media 62 años. Los factores de riesgo más frecuentes fueron la hipertensión y la dislipidemia.
“En relación con otros antecedentes un 8% de los pacientes tenía cardiopatía isquémica y un 15% otras cardiopatías. Además, un 15% de los pacientes tenía enfermedad pulmonar”, ha añadido la Dra. Sánchez Enrique. Así, el diagnóstico de la COVID-19 se confirmó por PCR en el 84% de los pacientes. Según ha explicado, la mayoría de los pacientes recibieron tratamiento médico con hidroxicloroquina. Solo cuatro de estos pacientes ingresaron en UCI y la estancia hospitalaria media fue de siete días y medio.
Este estudio abre las puertas a futuras investigaciones, ya que es el primer estudio ecocardiográfico al alta en pacientes recuperados del Covid-19
“Si prestamos atención a los hallazgos ecocardiografía, la media de los parámetros se encontraba en rango normal. Sin embargo, si atendemos a los hallazgos patológicos, se encontró dilatación del ventrículo derecho en 17 pacientes, disfunción de este en dos e hipertensión pulmonar en cuatro. Además, se detectaron alteraciones de la contractilidad segmentaria del ventrículo izquierdo en 19 pacientes todas ellas leves. En casi la mitad de los pacientes se encontró un patrón diastólico compatible con alteración de la relajación y en el 5,3 derrame pericárdico. Por último, encontró dilatación de raíz aórtica ascendente en seis pacientes”, ha señalado la Dra. Sánchez Enrique.
Por último, la experta ha concluido que este es el primer estudio ecocardiográfico al alta en pacientes recuperados del Covid-19. “Siguiendo un protocolo de seguridad estricto hallamos patologías con posible implicación pronostica y terapéutica. A pesar de que es un estudio descriptivo, proponemos realizar ecocardiogramas en el seguimiento de estos pacientes”, ha concluido la Dra. Sánchez Enrique. Así, este estudio abre las puertas a futuras investigaciones. De hecho, el grupo de la doctora ha seguido investigando con otras pruebas de imagen.
Doryos
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