..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
El Sistema Nacional de Salud (SNS) cuenta en la actualidad con 514.952 profesionales de diversos ámbitos. Me surge la duda si alguna de las grandes empresas que opera en nuestro país emplea a más de medio millón de trabajadores. Cierto es que esta gran plantilla se reparte entre 17 comunidades autónomas y las ciudades de Ceuta y Melilla. No obstante, debería existir una línea de actuación común que pende del Ministerio de Sanidad y el Consejo Interterritorial para garantizar los criterios de equidad y cohesión. Eso al menos dice la teoría.
Esta gran plantilla se nutre de profesionales como médicos, enfermeros, farmacéuticos o ingenieros. Hablamos de profesionales altamente cualificados que a la velocidad que avanza la ciencia hoy requieren de una actualización continua. ¿Se imaginan que alguna de las grandes empresas del país implantara un nuevo proceso necesario para su funcionamiento y no quisiera formar a sus trabajadores? Pues algo parecido hace nuestro SNS con la formación de los profesionales sanitarios.
¿Se imaginan que alguna de las grandes empresas del país implantara un nuevo proceso necesario para su funcionamiento y no quisiera formar a sus trabajadores? Pues algo parecido hace nuestro SNS con la formación de los profesionales sanitarios
El gasto público en la formación de los médicos es el mejor ejemplo. Las cifras que ha ofrecido la Federación de Asociaciones Científico-Médicas de España (Facme) resultan sonrojantes. El coste de formar a los profesionales médicos se sitúa en 340 y 870 millones de euros. Menos de un 1% de esta cantidad la aportan las administraciones puíblicas. Alrededor de un 75% corresponde a la industria farmacéutica y un 20% a las propias sociedades científicas.
Si finalmente sale adelante la propuesta del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado en el Congreso de los Diputados de prohibir que la industria farmacéutica financie la formación de los médicos, ¿quién la va a pagar? ¿De dónde van a obtener las comunidades autónomas estos 340 o 870 millones de euros? ¿Los va a aportar el Gobierno y el Ministerio de Sanidad?
El Gobierno debe dejar constancia de que una idea tan disparatada como dejar a los médicos sin formación no puede salir adelante. Una de las enseñanzas que nos ha dejado la pandemia es la importancia de una colaboración público-privada. Es lo que ha permitido aprobar unas vacunas en tiempo récord, que a pesar del último incremento de casos, han conseguido reducir las muertes y los ingresos hospitalarios. Gobierno, comunidades autónomas, sociedades científicas e industria farmacéutica deben cooperar para conseguir que los pacientes se benefician de las ventajas de los tratamientos más innovadores.