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“Peligrosa y prematura”, así se refieren un grupo de científicos británicos a la decisión del Gobierno de Boris Johnson de acabar con la mayoría de restricciones frente al Covid-19 el próximo día 19 de julio, que ya se conoce al otro lado del Canal de la Mancha como el día de la libertad. La apertura llega en plena escalada de la variante Delta en Reino Unido. En una carta publicada en The Lancet, los científicos advierten de que permitir que el virus se transmita libremente entre las personas no vacunadas, esto es, la población más joven y los niños, puede suponer que millones de personas sufran la infección y el “riesgo de crear una generación con problemas de salud crónicos y discapacidades”, entre otros problemas.
El Gobierno tiene previsto terminar la desescalada en Reino Unido el próximo 19 de julio, en plena escalada de contagios por la variante Delta
Los planes para reabrir el país llega en pleno aumento de la tercera ola de contagios en el Reino Unido. Una decisión que “lleva implícita” apuntan los firmantes de la carta, de que las infecciones se incrementarán, pero si grandes consecuencias, puesto que “las vacunas han roto el vínculo entre la infección y la mortalidad”.
Sin embargo, tras analizar los datos de contagios de las últimas semanas y el número de vacunados en el Reino Unido, los investigadores creen que el Gobierno “se está embarcando en un peligroso y poco ético experimento” y aprovechan la carta en The Lancet para hacer “un llamamiento” a las autoridades con el fin de que no acaben con las medidas de mitigación en poco más de 10 días. Apuestan por retrasar la apertura hasta que toda la población, incluidos los adolescente, se hayan vacunado.
Con datos de la variante Delta y el número de vacunados en Reino Unido, creen que la apertura es “un peligroso y poco ético experimento”
La variante Delta, que ha demostrado ser más contagiosa. Ya supone el 99% de los nuevos diagnósticos en Reino Unido. En un mes, los casos diarios han pasado de una media de 5.000 a los 32.551 registrados este 8 de julio. Una senda que siguen otros países, entre ellos España, que en las últimas dos semanas ha multiplicado casi por cuatro la incidencia acumulada. En el caso de Reino Unido las previsiones de nuevos contagios no son nada halagüeñas. El propio secretario de Salud del país, Sajid Javid, declaró esta semana que los casos diarios podrían llegar a 100.000 cada día este verano.
Tomando los datos del pasado 4 de julio, en los que se basan los autores de la misiva, la mitad de la población británica estaba totalmente inmunizada y casi el 70% había recibido al menos una dosis. “Asumiendo que aproximadamente el 20% de las personas no vacunadas están protegidas por una infección previa por SARS-CoV-2, aún quedan más de 17 millones de personas sin protección contra el Covid-19”, calculan.
Los científicos temen que nuevamente, millones de personas más se infecten “dejando a cientos de miles de personas con enfermedades y discapacidades a largo plazo”
Aunque las vacunas están evitando la mayoría de Covid-19 en sus formas más graves y las muertes, tal y como muestran los indicadores en Reino Unido, los científicos temen que nuevamente, millones de personas más se infecten “dejando a cientos de miles de personas con enfermedades y discapacidades a largo plazo”. Alertan de que pueden generar “impactos personales y económicos que podrían sentirse en las próximas décadas”.
Advierten que las altas tasas de transmisión que pueden darse en las escuelas provocará de nuevo una interrupción de la actividad educativa. “Permitir que la transmisión continúe durante el verano creará un reservorio de infección, que probablemente acelerará la propagación cuando las escuelas y universidades vuelvan a abrir en otoño”, pronostican.
“Sugieren que la estrategia del Gobierno proporciona un terreno fértil para la aparición de variantes resistentes a las vacunas”
Otro de los aspectos que preocupa a los firmantes de la carta es el desarrollo de nueva variantes. Aseguran que los datos que ofrecen modelos preliminares “sugieren que la estrategia del Gobierno proporciona un terreno fértil para la aparición de variantes resistentes a las vacunas”. Advierten que esto dejaría desprotegidos también a los ya vacunados y afectaría “de manera desproporcionada” a los británicos con menos recursos. De hecho, otra de las advertencias se refiere a las comunidades desfavorecidas. A ellos, apuntan, la política de apertura total que planea Johnson seguirán afectando mucho más, “profundizando las desigualdades”.
Los sanitarios “agotados y aún no recuperados de las oleadas de infecciones anteriores” también están presentes en la carta de The Lancet, ya que sus autores consideran que la apertura del país tendrá “un impacto significativo” en los servicios de salud y en su personal. “El vínculo entre los casos y las admisiones hospitalarias no se ha roto, y el aumento del número de casos conducirá inevitablemente a un aumento de las admisiones hospitalarias, lo que ejercerá más presión en un momento en que millones de personas esperan procedimientos médicos y atención de rutina”, alertan.
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