Sara González (Amavir): “La deshidratación en un adulto mayor provoca un aumento en la sintomatología de otras patologías”

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..Victoria Guillén.
Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la hidratación cobra una especial relevancia, sobre todo, cuando se refiere a las personas mayores, puesto que con los años la capacidad para detectar la sensación de sed va mermándose. En este sentido, Sara González, jefe médico del Grupo Amavir, ha manifestado en un podcast titulado ‘La importancia de la hidratación de las personas mayores’ que “la deshidratación en un adulto mayor provoca un aumento de los síntomas de sus patologías”.

Según Sara González, la deshidratación en un adulto mayor provoca un aumento de los síntomas de sus patologías

Asimismo, González ha añadido: “Los seres humanos estamos compuestos en gran parte por agua. En un niño el 80% de su composición es agua, pero en una persona mayor esa proporción deja de ser tan grande y pasa a estar entre un 50 y 60%. Así, el agua es un elemento imprescindible para nuestro organismo ya que tiene la función de transporte y un efecto autorregulador. Además, nos defiende contra las infecciones del aparato urinario y respiratorio, imprescindible en nuestro sector geriátrico”.

La necesidad de líquidos entre los mayores es más acusada. Además, las diferentes enfermedades que puedan padecer y el consumo de medicamentos aumentan el riesgo de deshidratación. Los síntomas comunes de la deshidratación son dolores de cabeza, migrañas, presión arterial baja, aumento de la frecuencia cardiaca, confusión mental o, incluso, convulsiones.

Sin embargo, estos síntomas varían dependiendo del grado de deshidratación que presente el adulto mayor. “En muchas ocasiones, la deshidratación en personas mayores se vuelve crónica y sus efectos son inapreciables. Por ello, es muy frecuente que el médico pregunte a los pacientes cuánta agua suelen beber al día. Otros síntomas derivados de la falta de líquidos son sequedad en la mucosa y en la piel, concentración de orina y mal olor o sensación de hormigueo en las extremidades”, ha recalcado.

Sara González: “En muchas ocasiones la deshidratación en el adulto mayor se vuelve crónica y son inapreciables sus efectos”

Así, la ingesta de alimentos que contengan un alto porcentaje de agua y una actividad física acorde con las necesidades de cada persona son medidas esenciales para una correcta hidratación. En este sentido, en los centros del Grupo Amavir se cambia el plan de menús de comidas dos veces al año adaptándolo a la climatología y a la ubicación de los centros.

Según ha indicado González, un buen acondicionamiento ambiental y una vestimenta que no produzca exceso de sudoración son otros elementos clave para evitar la deshidratación. “El condicionamiento ambiental influye mucho. Hay que controlar la entrada de sol y ventilar por las noches. También hay que tener cuidado con la ropa para que no produzca sudoración”.  Por ello, una de las prioridades de Amavir es tener sus jardines preparados para que los mayores puedan realizar actividades al aire libre.

Una de las prioridades de Amavir es tener sus jardines a punto para que los mayores puedan realizar actividades al aire libre

Por último, González ha apuntado que a todos los usuarios de Amavir se le realizan unas pruebas de valoración geriátrica integral y completa. “Valoramos todas las esferas de la persona. Es decir, aspectos clínicos, funcionales, de salud mental y social. Valoramos todo el perfil completo, siempre teniendo en cuenta sus patologías. Asimismo, realizamos valoraciones nutricionales”.

Estancias temporales y centros de día
Las residencias del Grupo Amavir ponen a disposición sus estancias temporales para que las personas mayores puedan estar atendidas durante el periodo de vacaciones. Así, los centros ofrecen múltiples servicios. Es decir, cuidados básicos, rehabilitadores y actividades de ocio y tiempo libre.  En este sentido, la compañía dispone de todas las atenciones que la persona mayor puede precisar con actividades veraniegas para entretener, divertir y mejorar su calidad de vida. Este tipo de actividades permite mejorar la actividad y condición física de las personas mayores, su socialización, capacidad cognitiva y sus reflejos.

Por otro lado, los centros de día son un recurso que permite a los mayores seguir viviendo en su casa o en la de sus familias. Actualmente, Amavir dispone de 41 centros donde los mayores realizan diferentes talleres y actividades que potencian su autonomía, mejoran su estado emocional, su sociabilidad, y previenen posibles dolencias asociadas a la edad. También disponen de terapias y actividades de ocio; fisioterapia y rehabilitación para prevenir y trabajar patologías motoras, musculares o de movilidad; organizan talleres de cocina, costura, huerto terapéutico y hasta un club de lectura.

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