Dr. Jorge Rivas: “La Técnica de Dor es la corrección más aceptada globalmente para corregir el aneurisma del ventrículo izquierdo”

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..Victoria Guillén.
El aneurisma del ventrículo izquierdo es una cicatriz discinética “inmóvil” que puede aparecer después de un infarto. Concretamente, en un 5-30% de los infartos transmurales. Lo que contribuye al deterioro funcional del paciente infartado, que es susceptible de tratamiento quirúrgico. En este sentido, el Dr. Jorge Rivas Oyarzabal, médico adjunto de la Unidad de Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, ha destacado en Doryos, una plataforma digital de conocimiento médico hecha por y para médicos, que “actualmente las complicaciones mecánicas del infarto han disminuido notablemente gracias a la angioplastia. Sim embargo, los cirujanos cardiacos estamos obligados a conocer las técnicas quirúrgicas pata su reparación en caso necesario”.

El aneurisma del ventrículo izquierdo es una cicatriz discinética “inmóvil” que puede aparecer después de un infarto

Según ha indicado el especialista, una aneurisma ventricular es una dilatación en forma de saco que se produce por un adelgazamiento de la pared del miocardio. La causa más frecuente es la presencia de una cicatriz de infarto de miocardio previo, pero también se produce por la existencia de aneurismas segundarios, afecciones o por causas congénitas.

“El aneurisma es una parte no funcional de músculo cardiaco. Una cámara secundaria e inmóvil que puede provocar que el ventrículo no realice correctamente su función y se desarrolle insuficiencia cardiaca. Es decir, fallo del corazón como bomba. La sangre que se acumula en su interior queda remansada con el riesgo de formación de trombos que pueden ser origen de embolia sistémica o de ictus. Además, también existe riesgo de rotura y, por lo tanto, muerte súbita de nuestro paciente”, ha apuntado el Dr. Rivas.

Actualmente, la mortalidad quirúrgica en pacientes con aneurisma del ventrículo izquierdo es del 2%

Así, la cirugía está indicada en aquellos casos que el paciente presenta insuficiencia cardiaca secundaria en la aneurisma, angina de esfuerzo, embolias o arritmias ventriculares malignas tras el diagnóstico del aneurisma. “Como en toda cirugía cardíaca es fundamental la selección del paciente, ya que con ello podemos reducir la mortalidad quirúrgica que llegó a ser de más del 10% de los casos. Actualmente, es de cifras cercanas al 2%.”, ha manifestado.

Desde el año 2009 está aceptado que la cirugía de la aneurisma está contraindicada si existe una disfunción grave del ventrículo derecho, hipertensión grave no asociada a la insuficiencia mitral o una gran aquinesia regional grave en el ventrículo izquierdo. Según el Dr. Rivas, también se considera que el riesgo quirúrgico está elevado en aquellos pacientes con volúmenes aumentados en el ventrículo izquierdo. Además de FEVI bajas, insuficiencia mitral, arritmias ventriculares graves, pacientes muy sintomáticos (clase funcional NYHA III-IV) o cirugías en situación de urgencia y situación de shock cardiogénico grave.

Dr. Rivas: “La Técnica de Dor es la corrección más aceptada globalmente para corregir aneurismas del ventrículo izquierdo”

Por ello, el Dr. Rivas ha presentado la técnica quirúrgica más aceptada para corregir una aneurisma del ventrículo izquierdo. Es decir, la Técnica de Dor. Esta técnica es la corrección más aceptada globalmente para corregir aneurismas del ventrículo izquierdo. Se trata de una técnica ampliamente descrita y fácilmente reproducible. Pero, es importante conocer sus indicaciones y contraindicaciones”, ha explicado.

Por último, el Dr. Rivas ha concluido: Para realizar esta intervención se coloca al paciente en decúbito supino y se le practica una esternotomía media. Se conecta al paciente a circulación extracorpórea con isquemia cardíaca se clampa el corazón y se le administra solución cardiopléjica hasta su parada. Tras exponer la aneurisma, se procede a su apertura longitudinal y a evacuar trombos. Asimismo, se debe explorar toda la cavidad ventricular para evitar apoyar el parche sobre la válvula mitral. A continuación, se realiza un cierre con parche de pericardio bovino. Por último, se cierran las paredes del aneurisma con una sutura trenzada apoyada en bandas de teflón. Opcionalmente, se puede rellenar la cavidad con material hemostático para favorecer su exclusión y evitar sangrados”.

Doryos
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