¿Qué pueden hacer enfermeras y farmacéuticos para mejorar la experiencia y adherencia en tratamientos inyectables?

tratamientos-inyectables

..Redacción.
Los tratamientos inyectables forman parte de la rutina diaria de muchas personas en España. Tanto de niños como de mayores. Pero, en ocasiones, ni los sanitarios ni las personas que rodean al paciente son conscientes de lo que puede suponer tener que inyectarse periódicamente, a veces varias veces al día, un tratamiento. Aspectos como la gestión del dolor, la aprensión que provocan las agujas o una mala técnica de inyección pueden tener impactos en el resultado del tratamiento y en la propia salud de estas personas.

La gestión del dolor, la aprensión que provocan las agujas o una mala técnica de inyección pueden tener impactos en el resultado del tratamiento

“Lo importante es sentarse con el paciente, escucharle, preguntarle por sus miedos; explicarle y acompañarle en el proceso, porque al final estamos con ellos el uno por ciento del tiempo, el resto, están solos con su tratamiento”, cuenta a iSanidad Ángeles Álvarez Hermida, responsable de enfermería del Centro de Salud de Goya, en Madrid.

El rol del personal de enfermería y de los farmacéuticos de oficinas comunitarias, y contar con algo básico, pero esencial en este caso, como son las agujas “de la mejor calidad posible”, pueden cambiar la experiencia de estos pacientes y la percepción ante su tratamiento. Son aspectos fundamentales, incluso para garantizar la adherencia a los tratamientos inyectables.

El acompañamiento de enfermeras y farmacéuticos y agujas de “la mejor calidad posible” son fundamentales incluso para garantizar la adherencia a tratamientos inyectables

Formación e información al paciente
La labor de la consulta de enfermería comienza por “explicar el diagnóstico, los cambios que puede tener en el tratamiento a inyectables, por ejemplo, en la diabetes tipo 2, y preguntar por su situación, por sus miedos. A todos nos da miedo algo que no conocemos y no controlamos. Si lo explicamos, posiblemente muchos de esos miedos decaigan”, apunta la enfermera.

En segundo lugar, la labor de la formación. Ángeles Álvarez cuenta que el error más común en la administración de los tratamientos inyectables es que el paciente “no haya conocido a nadie que le explique cómo se hace”. Por eso, señala que es imprescindible trabajar la técnica de inyección con cada paciente “y no dar nada por sentado”. Esto incluye acompañarle en la primera inyección, “y en la segunda si hace falta, hasta que ellos se sientan seguros”.

Es imprescindible trabajar la técnica de inyección con cada paciente “y no dar nada por sentado”

Además, recomienda incidir en otros aspectos que cobran especial importancia y que son errores que ve a menudo. “Es necesario insistir en que no se pueden reutilizar las agujas, que son de un solo uso; desgraciadamente, todavía hay personas que no saben que no se pueden volver a usar. Por ejemplo, en el caso de las personas con diabetes, también tenemos que enseñarles cómo se carga la cantidad de insulina y recordarles que deben purgar las agujas siempre”. Una vez que se ha hecho este trabajo de educación básica, “al cabo de un año hay que volver a revisar la técnica”.

Farmacéuticos del barrio, aliados
Acudir a la farmacia de confianza a preguntar dudas y pedir consejo sanitario es un gesto habitual de muchas personas con terapia inyectable. Para la responsable de enfermería del Centro de Salud de Goya, los farmacéuticos “son uno de nuestros grandes aliados”. En el caso de las personas con tratamientos inyectables, la adherencia no siempre es sencilla y desde el mostrador de una farmacia se pueden aportar soluciones.

La labor de los farmacéuticos “es fundamental” ante tratamientos inyectables. “Los pacientes preguntan a su farmacéutico de confianza cuando ven un hematoma, granitos o bultos en las zonas de inyección”

“Vamos a darle valor al trabajo del farmacéutico y vamos a trabajar juntos”, señala Ángeles. “Es importante, por ejemplo, que cuando el farmacéutico ve que un paciente no recoge las agujas que le prescriben, pregunte si las está reutilizando o si no se está administrando el tratamiento”. En la técnica de inyección también pueden ser de ayuda. “Su labor es fundamental. Los pacientes preguntan a su farmacéutico de confianza cuando ven un hematoma, granitos o bultos en las zonas de inyección. Si pueden resolverlo ellos, lo hacen, pero si lo consideran, envían al paciente a revisarlo en la consulta de enfermería. Al final es un trabajo en equipo”, afirma la enfermera.

¿Son importantes las agujas?
Aunque no siempre es fácil administrarse uno o incluso varios pinchazos a la semana o al día, y menos cuando se refiere a pacientes en edad infantil, adolescentes o personas muy mayores, actualmente se dispone de herramientas que pueden mejorar esta experiencia y reducir los temores.

“En tratamientos subcutáneos siempre hay que utilizar la aguja más pequeña disponible, de cuatro o cinco milímetros como máximo”

Una de las claves es contar con las mejores agujas posibles. “En tratamientos subcutáneos siempre hay que utilizar la aguja más pequeña disponible, de cuatro o cinco milímetros como máximo”, apunta la enfermera. Más allá del efecto que tiene en el paciente ver una aguja de menor tamaño, la razón de esos cuatro milímetros tiene que ver con evitar problemas en la administración del medicamento que pueden generar graves problemas de salud.  La evidencia científica así lo indica.

El estudio Titan primero, y el estudio Fitter después, que se llevó a cabo en más de 100 países, mostró dos problemas con el uso de otras agujas de mayor tamaño. “Vieron que se producían lipodistrofias y comprobaron que con una aguja más larga es más fácil pinchar la insulina en el músculo, lo que hace que su absorción sea muy errática. Esto puede producir una hipoglucemia que, si es grave, puede llevar a una pérdida de consciencia e incluso a un coma”. La enfermera señala que “se está luchando por tener en el sistema sanitario público la mejor calidad posible de agujas”.

Noticias complementarias:

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en