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El uso de inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT-2) en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) se asocia a una disminución de un 41% en el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca, y el riesgo de mortalidad en un 45%. De igual manera, la iniciación de iSGLT2 también se asocia a una disminución del 38% en el riesgo de padecer eventos macrovasculares y del 34% en el riesgo de padecer enfermedad renal crónica. Estos son los principales resultados obtenidos en el estudio CVD-REAL Catalonia, publicado recientemente en ‘Cardiovascular Diabetology’.
El uso de iSGLT-2 en el tratamiento de la DM2 disminuye el riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca y mortalidad
Se trata de un estudio observacional retrospectivo realizado en Cataluña sobre una población total de 25.834 pacientes. Esta investigación utiliza datos de práctica clínica real provenientes de Atención Primaria y recopilados de forma rutinaria entre 2013 y 2016. Así, el principal fin era estudiar si el riesgo de insuficiencia cardiaca entre los pacientes con DM2 que iniciaron tratamiento con iSGLT2 fue diferente al que sufrían los que comenzaban tratamiento con otros fármacos antihiperglucemiantes. En este estudio promovido por AstraZeneca, ha participado el Dr. Josep Franch Nadal, médico de Atención Primaria del Institut Català de la Salut e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) en calidad de investigador principal.
Las patologías cardiovasculares son la principal causa de mortalidad entre las personas que padecen DM2. “De hecho, estos pacientes tienen de dos a cuatro veces más riesgo de padecer algún tipo de enfermedad coronaria en comparación con las personas sin diabetes. En este sentido, la insuficiencia cardíaca es la complicación más común de la DM2 asociada a un alto riesgo de fallecimiento. La evidencia de los ensayos prospectivos sobre eventos cardiovasculares respalda el uso de iSGLT-2 para reducir el riesgo de dichos eventos” afirma el Dr. Franch.
Las patologías cardiovasculares y renales son la principal causa de morbimortalidad entre las personas que padecen diabetes mellitus tipo 2
Estudios realizados previamente en vida real ya sugerían que los tratamientos con iSGLT2 podían resultar beneficiosos en pacientes con DM2 con riesgo de patología cardiovascular y/o en diferentes etapas de enfermedad renal crónica. Sin embargo, era importante comprobar si estos resultados se replicaban en el sur de Europa puesto que, salvo Italia, no se había incluido ninguna región de esa zona en dichos estudios, y la heterogeneidad geográfica podría no solo tener un impacto en la eficacia hipoglucemiante de los iSGLT2, sino también en los resultados protectores cardiovasculares y renales, ya que un aspecto importante para tener en cuenta es el hecho de que los factores de riesgo y la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en pacientes con DM2 difieren entre las diferentes regiones en Europa.
Los resultados obtenidos en el estudio respaldan los hallazgos de otros estudios realizados anteriormente en otras zonas de Europa
España, por ejemplo, tiene una prevalencia de ECV más baja que la del norte de Europa. Así, esta diferencia es atribuible a los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea. Teniendo en cuenta estas posibles diferencias, los investigadores se plantearon la posibilidad de que los resultados fueran algo diferentes a los estudios ya existentes. “El principal resultado se asoció a una reducción del riesgo relativo de padecer insuficiencia cardiaca en un 41%. Estos datos están en línea con la reducción del 30-39% observada en otros estudios” asegura el doctor. Además, la reducción del riesgo de insuficiencia cardíaca o mortalidad por todas las causas se asoció a un 45%, de acuerdo con el rango de 31%-46% obtenido en estudios anteriores.
El uso de iSGLT2 también se asoció a una disminución del 38% del riesgo de padecer muerte cardiovascular, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular. En el caso de la enfermedad renal crónica, el riesgo se asoció a un 34% menor en los pacientes tratados con iSGLT2. Estos resultados apoyan el uso de iSGLT2 en práctica clínica habitual en pacientes con un amplio perfil de riesgo cardiovascular.