..Cristina Cebrián.
Las consecuencias de la rápida expansión de la variante Ómicron también se están haciendo notar en las plantas de los hospitales españoles. De hecho, la presión hospitalaria por el Covid-19 está aumentando cada día. En concreto, los ingresos en planta se sitúan entre 200 y 350 al día, aunque las cifras son inferiores a las del año pasado, debido a una menor virulencia de las últimas cepas del virus. Aun así, la presión hospitalaria aproximada hoy en día es del 10,10%. Estos son los datos que maneja la Secretaría Técnica de Hospitales de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).
“Todo esto conlleva una repercusión en la atención hospitalaria, en la que se van abriendo plantas y habilitando camas progresivamente a medida que avanza la pandemia”, señalan desde el sindicato. Por ello, CESM advierte de que “se está viviendo una auténtica debacle sanitaria, muy cerca del colapso”. Además, creen que esto “va a ir a más mientras el virus siga su ciclo y hasta que logremos endemizarlo tanto con las vacunas como con nuestra propia inmunidad”.
La presión hospitalaria aproximada hoy en día es del 10,10%, según datos del CESM
En cuanto a la ocupación de las UCI con pacientes Covid-19, esta se sitúa en una horquilla de un 21% a un 40%, con una incidencia acumulada nacional de 3.127,91. Además, esta puede aumentar a 4.000 o incluso 5.000, según las comunidades autónomas. Desde CESM explican que los profesionales “han visto un aumento progresivo de la presión en urgencias hospitalarias”. De hecho, recuerdan que en muchos hospitales “solamente se están realizando cirugías urgentes, oncológicas o inaplazables, puesto que los ingresos por Covid-19 ocupan o bloquean camas de reanimación y planta”.
Con esta situación de presión hospitalaria, la Confederación reconoce que “los profesionales no pueden más”. Aseguran que, además de los más de 130 médicos fallecidos desde el inicio de la pandemia, están dándose un aumento de los casos de suicidio entre facultativos. Asimismo, muchos están optando por adelantar su jubilación y abandonar así la profesión médica antes de tiempo. “Han llegado al límite y esta tónica general continuará mientras no se tomen decisiones urgentes y prácticas que mejoren la situación crítica actual”, denuncian.
En muchos hospitales solamente se están realizando cirugías urgentes, oncológicas o inaplazables, puesto que los ingresos por Covid-19 ocupan o bloquean camas de reanimación y planta
Seguimiento del Covid-19 persistente
Según los datos recogidos sobre la situación actual, también se advierte de un exceso de mortalidad. Aunque no es atribuible al Covid-19, la mortalidad va en aumento (en torno al 9,4%). También se da una alta incidencia en niños y jóvenes, sector que actualmente está en pleno proceso de vacunación.
Por otro lado, CESM indica que hay una gran cantidad de pacientes asintomáticos, cerca del 70%, que muestran una gran contagiosidad y baja gravedad. Asimismo, destacan los problemas que genera el Covid-19 persistente y las severas secuelas físicas y neurológicas que puede dejar.
En este sentido, la Confederación reclama “un especial seguimiento y reconocimiento para su especial trato entre profesionales sanitarios. En este entorno se hace especialmente necesario proteger a los más vulnerables, como ancianos, pacientes inmunodeprimidos o aquellos con pluripatologías”.
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