La interoperabilidad de la información clínica, importante para la continuidad asistencial y acceder a la medicina personalizada

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..Redacción.
La interoperabilidad de la información clínica es un aspecto clave para que la gestión del sistema sanitario se adecúe más a las necesidades actuales y futuras del mismo. El análisis exhaustivo y en base a cuadros de mando sustentados en datos puede hacer mucho más eficiente y efectiva la tarea de los profesionales sanitarios. Así lo indica el Dr. Ángel de Benito, secretario general de la Fundación IDIS, que asegura que “la interoperabilidad clínica es importante para que haya una continuidad asistencial” y para “poder acceder a una medicina personalizada, predictiva, precisa, poblacional, participativa y preventiva”. En concreto, mediante el análisis pormenorizado que ofrece la ciencia de los datos. Así, señala que en este mismo entorno de minería de datos se podrían desarrollar procesos de I+D+i más óptimos, ágiles y con mejores resultados.

La Fundación IDIS está impulsando un proyecto de interoperabilidad que va a interconectar a buena parte de los operadores de salud del entorno privado. “Poco a poco se irán sumando el resto y es nuestro deseo que finalmente la sanidad de titularidad pública también se sume a esta iniciativa para que de esta forma se mejore la calidad y seguridad en el sistema, se dote de mayor confortabilidad al paciente y se incremente la eficiencia evitando redundancias y duplicidades en las consultas y pruebas diagnósticas fundamentalmente”, subraya el Dr. Ángel de Benito.

La Fundación IDIS está impulsando un proyecto de interoperabilidad que va a interconectar a buena parte de los operadores de salud del entorno privado

La interoperabilidad se refiere a que los sistemas informáticos de los centros sanitarios y hospitales puedan conectarse entre sí y entenderse para que los datos de los pacientes puedan ser vistos y consultados en cualquier consulta de cualquier facultativo que esté conectado al sistema. “Esto significa que cualquier paciente puede transitar con sus propios datos de salud por todos aquellos entornos sanitarios que gocen de dicha interconexión”, precisa secretario general de la Fundación IDIS.

Además, indica que lo primero es digitalizar la parte del sistema que todavía trabaja en analógico y transformar aquella que ya tiene una estructura digital primaria o incipiente. “A partir de ahí, homologando y estandarizando herramientas, sistemas y canales de comunicación podemos empezar a hablar de interoperabilidad y continuidad asistencial. En este aspecto, la vertiente sanitaria de titularidad privada está más avanzada por su propia idiosincrasia y necesidades respecto de las exigencias de sus pacientes”.

Beneficios de un sistema interoperable
El Dr. Ángel de Benito afirma que “existe un cierto consenso tanto entre los agentes del sector sanitario como en la literatura especializada, en que un escenario de interoperabilidad clínica efectiva generará un beneficio para todos los agentes del sector sanitario”. En concreto, en aspectos como la accesibilidad a la información clínica. La disponibilidad de acceso a esta por parte de los profesionales sanitarios “impactará positivamente” en el desarrollo de su actividad asistencial.

Un modelo de interoperabilidad clínica también provocaría un aumento de la corresponsabilidad del ciudadano o la mejora de la continuidad asistencial. Esta última debido a que reforzaría la coordinación entre los distintos niveles asistenciales. Asimismo, facilitaría la movilidad del paciente en el sistema sanitario, mejoraría la seguridad del paciente y la eficiencia de los procesos asistenciales.

Un escenario de interoperabilidad clínica efectiva generará un beneficio para todos los agentes del sector sanitario

Del mismo modo, permitiría aumentar las posibilidades de investigación y facilitar el cumplimiento de las competencias de las AA.PP para fomentar la calidad en el SNS. Respecto a los prestadores privados y las aseguradoras sanitarias también se identifican otros beneficios como es la posibilidad de mejorar la cartera de servicios. “En la medida en que se adopte el modelo de interoperabilidad se mejorará la competitividad de las compañías y se favorecerá la fidelización de los pacientes”, apunta.

Barreras para un sistema interoperable en España
Existen una serie de barreras que en un momento dado pueden dificultar el desarrollo de un modelo de interoperabilidad clínica en España. En base a un estudio de opinión realizado entre agentes del sector se han identificado algunas de ellas. Las principales barreras son: legales, culturales, tecnológicas, organizativas, económicas y operativas.

Actualmente, la legislación recoge el derecho del paciente de acceder a su historia clínica. Sin embargo, “no establece claramente la obligación por parte de los proveedores asistenciales de entregarle la información al paciente de forma sistemática en el momento en que se realiza un acto asistencial, sino que se contempla la entrega de información previa petición del paciente y con un plazo máximo de demora de un mes desde que se realiza la solicitud”, explica el Dr. Ángel de Benito. Además, considera que el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) son “normativas muy estrictas en materia de seguridad y protección de datos”. Por ello, sería conveniente que fueran “más flexibles”.

Las principales barreras que pueden dificultar un modelo de interoperabilidad clínica en España son: legales, culturales, tecnológicas, organizativas, económicas y operativas

En cuanto a las barreras culturales, comenta que se dan tanto en los profesionales clínicos como en los pacientes. Los profesionales pueden tener reticencias al impacto que tendrá un sistema de interoperabilidad clínica en su trabajo diario. “Se aprecia cierto desconocimiento en los pacientes sobre su derecho de acceso a su información clínica y el hecho de que el paciente también puede mostrar su preocupación por la seguridad de su información clínica”, recalca. El paciente será el dueño de su información en el sistema privado. Por ello, en personas de edad avanzada pueden darse dificultades en el manejo de permisos. La barrera organizativa principal es la “falta de voluntad y consenso a alto nivel” para impulsar un modelo de interoperabilidad clínica, abierto a ambos sectores. Por su parte, las barreras tecnológicas tienen que ver con la inversión inicial para llevar a cabo este modelo.

En barreras operativas, la ausencia de un organismo central que establezca las directrices comunes para el desarrollo de la interoperabilidad por los diferentes agentes, tanto públicos como privados supone un obstáculo importante. El Dr. Ángel de Benito subraya que a nivel técnico desde las diferentes comunidades autónomas existe un claro consenso a alcanzar este marco común de interoperabilidad. “Disponer de este marco/entidad permitiría consensuar qué información se comparte en una herramienta TIC, definir los requisitos comunes y las directrices relativas a cómo aplicar la interoperabilidad, a alcanzar un mayor grado de madurez en la implantación de los estándares de interoperabilidad semántica”. Finalmente, hay que mencionar las barreras tecnológicas, que se derivan de la obsolescencia de algunos sistemas de información y habrá que modernizar.

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