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Investigadores del Laboratorio de Biología Vascular del CiMUS de la Universidad de Santiago de Compostela han descubierto el origen de los cavernomas cerebrales, que se halla en la falta de las proteínas STK24 y STK25. La ausencia de las dos proteínas hace que las células de los vasos cerebrales den lugar a este tipo de malformaciones cerebrales que muestran un aspecto similar a cuevas o cavernas y que pueden sangrar. El hallazgo se ha publicado en la revista Stroke.
El origen de los cavernomas cerebrales se halla en la falta de las proteínas STK24 y STK25
Se forman muchas veces porque falla un gen de los llamados CCM, pero no se sabe exactamente cómo ese defecto en un gen hace que se desarrolle la enfermedad. “Nuestro descubrimiento muestra que las dos proteínas STK24 y STK25 son importantes en ese proceso, lo que nos permite conocer mejor qué es lo que falla en las células de los cavernomas y puede ayudarnos a descubrir nuevos tratamientos para ellas”, explica desde el CiMUS el Dr. Juan Zalvide, investigador que ha dirigido el trabajo.
En ese camino, “se han desarrollado varios modelos celulares que reproducen muchas de las caracaterísticas de las que forman esas malformaciones”, explica el Dr. Zalvide. “Sin embargo, el siguiente paso relevante de cara al desarrollo de tratamientos farmacológicos es utilizar esos modelos para identificar moléculas específicas a los que estas células alteradas sean más sensibles que las células sanas, para poder usar esas moléculas como fármacos”.
“Nos permite conocer mejor qué es lo que falla en las células de los cavernomas y puede ayudarnos a descubrir nuevos tratamientos para ellas”
Se trata de encontrar moléculas que, en el futuro, permitan desarrollar fármacos con los que tratar estas malformaciones cerebrales, trastornos que hasta la fecha sólo son abordables mediante neurocirugía. Pero la cirugía no es aplicable en todos los casos. Por eso, los investigadores del CiMUS pretenden avanzar en otras alternativas mucho menos invasivas y con menor riesgo, como la terapia con fármacos.
Las malformaciones cavernosas cerebrales son malformaciones vasculares evolutivas, que ocurren aproximadamente en una de cada 200 personas, caracterizadas por densos racimos de capilares dilatados de forma irregular, que pueden causar manifestaciones neurológicas variables tales como convulsiones, cefaleas inespecíficas, déficits neurológicos focales, otros trastornos transitorios o progresivos y hemorragias cerebrales.
El siguiente paso es encontrar moléculas que permitan desarrollar fármacos para tratar los cavernomas cerebrales. Hasta ahora solo se pueden abordar con neurocirugía
Con el aspecto de una mora pequeña, evolucionan y ocasionan problemas en el cerebro y en la médula espinal. Estas malformaciones, cuyo tamaño puede variar desde dos milímetros hasta varios centímetros de diámetro, pueden ser hereditarias. Se denomina cavernomatosis familiar y es mucho más rara, pero en la mayoría de
los casos aparecen por sí solas.
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