El reto del diagnóstico temprano del alzhéimer: “Necesitamos un cambio de paradigma respecto al envejecimiento y la demencia”

Jornada sobre diagnóstico temprano del alzhéimer

..Gema Maldonado.
Es verdad que, por el momento, el alzhéimer no tiene cura, pero si se detectan los síntomas de forma precoz y se hace un diagnóstico temprano de la enfermedad, se puede mejorar su abordaje con terapias farmacológicas y no farmacológicas que mejoran la calidad de vida de los pacientes y de su entorno. Aún se llega muy tarde en la mayoría de los casos. Sobre esta idea han girado todas las intervenciones de médicos, pacientes, asociaciones y responsables de instituciones públicas este jueves en el Congreso de los Diputados, donde se ha celebrado la jornada Detección precoz y diagnóstico temprano. Nuevos paradigmas en la enfermedad de Alzheimer, organizada por la Confederación Española de Alzheimer (Ceafa) y Biogen.

Un diagnóstico temprano del alzhéimer permite mejorar su abordaje con terapias farmacológicas y no farmacológicas que ralentizan la enfermedad y mejora la calidad de vida

Pero el alzhéimer “no es una enfermedad fácil de diagnosticar”, como ha reconocido la Dra. Mercé Boada, neuróloga y directora medica del ACE Alzheimer Center Barcelona. Es una enfermedad compleja. “Conviven depósitos de proteínas tóxicas con un sistema oxidativo que en un principio defiende al sistema, pero después forma parte del problema. Tenemos la patología cardiovascular y la patología de la sustancia blanca”, explicó. No es una patología “que tenga un gen atribuido concreto”, por lo que estamos “ante una enfermedad muy difícil para encontrar un fármaco”. Hace falta mucha investigación aún,  para eso “hace falta dinero”, dijo, dirigiéndose a los cargos públicos presentes.

Pero la Dra. Boada también habló de lo que sí se puede hacer ya: “un cambio de paradigma respecto al envejecimiento y la demencia” centrado en la medicina preventiva. “Tenemos que conocer el envejecimiento y el deterioro cognitivo ligero. Para diagnosticar a tiempo necesitamos muy buena práctica clínica, gente entrenada que sabe lo que va buscando y conocer muy bien el transcurso de la enfermedad”. Paralelamente, “tenemos que tener investigación básica y clínica; necesitamos contar con biomarcadores para poder diagnosticar e ir a la medicina de precisión. Necesitamos investigación aplicada para trasladar el conocimiento al tratamiento global de la enfermedad: farmacológico, no farmacológio, emocional y socioeconómico de la situación”.

Dra. Boada: “Tenemos que conocer el envejecimiento y el deterioro cognitivo ligero. Necesitamos muy buena práctica clínica, gente entrenada que sabe lo que va buscando”

Dr. Arrieta y Dra. Boada en la jornada sobre diagnóstico temprano del alzhéimer

Una vez se ha diagnosticado, “necesitamos intervenciones preventivas de calidad y actuaciones sobre el entorno del paciente, ambas en la atención primaria”, aseveró la Dra. Boada. Y ese es uno de los múltiples retos de la atención primaria, nivel al que todas las especialidades hospitalarias miran cuando de una primera detección de posibles patologías se habla. Pero ¿cómo hacer ese diagnóstico temprano de la sospecha de alzhéimer en atención primaria?

“Utilizando las herramientas clásicas: la historia clínica y la exploración física”, señaló el Dr. Enrique Arrieta, médico de primaria y miembro del Grupo de Trabajo de Neurología de Semergen. “Pero esto solo no basta, necesitamos pruebas complementarias para obtener resultados fiables y criterios diagnósticos claros. Tienen que llegar a atención primaria nuevas herramientas diagnósticas basadas en biomarcadores”.

Dr. Arrieta: “Hay que hacer seguimiento de las personas que nos dicen que tienen pérdida de memoria, aunque no detectemos nada”

Acostumbrado a ver pacientes en su consulta y hacer un seguimiento de ellos de manera integral a lo largo de los años, el Dr. Arrieta insistió en que “hay que hacer seguimiento de las personas que nos dicen que tienen pérdida de memoria, aunque no detectemos nada”. Puede ser simplemente parte de un envejecimiento normal, pero también los primerios indicios de una demencia. Calcula que entre el 10% y el 15% de esas personas que acuden porque “falla algo”, “van a desarrollar demencia”. Además, cree que es necesaria la “búsqueda activa” de esas señales. “Igual que les preguntamos a nuestros pacientes crónicos o mayores por otras cosas, preguntemos por el deterioro cognitivo”.

Un ejemplo de la importancia del diagnóstico temprano del alzhéimer es Joaquina García, Quina, como todos la conocen. Aún estando en plena actividad profesional como maestra, le diagnosticaron alzhéimer. En su caso, en una fase muy temprana aún. Según la OMS, solo el 9% de personas con alzhéimer recibe el diagnóstico antes de los 65 años. Yo era una de ellas”, ha señalado.

Joaquina García, paciente de alzhéimer

Joaquina García: Los ensayos de nuevos fármacos requieren candidatos en fases iniciales y para ello es imprescindible que estén diagnosticados de forma precoz y certera”

Con su testimonio ha mostrado porqué es necesario un diagnóstico precoz. “Los ensayos de nuevos fármacos requieren candidatos en fases iniciales y para ello es imprescindible que estén diagnosticados de forma precoz y certera. Otra razón es la eficacia de las terapias no farmacológicas y yo soy ejemplo de que son la mejor manera de frenar el desarrollo de la enfermedad porque permiten conservar las capacidades que aún se tienen”.

Poder tomar sus propias decisiones en torno a la enfermedad, planificar cómo será la fase de dependencia y pdoer defender sus derechos, son otros de los motivos por los que Quina lucha como portavoz del Panel de Expertos de Personas con Alzheimer (PEPA). Por eso, ante numerosos diputados miembros de la Comisión de Salud Pública del Congreso, ha pedido que se dote de recursos el Plan Integral de Alzheimer 2019-2023.

Maribel Campo: “Podremos hacer el 80% de las actuaciones del Plan Integral de Alzheimer, ya contamos con una memoria financiera y tendremos el dinero en 2023”

Muchas de las acciones que forman parte del plan han estado paradas debido a la pandemía. Sin embargo, según Maribel Campo, directora gerente del Centro de Referencia Estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias, “podremos hacer el 80% de las actuaciones, ya contamos con una memoria financiera y tendremos el dinero en 2023”. Por su parte, la coordinadora de la Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas del SNS del Ministerio de Sanidad, Nuria Prieto, anunció que actualmente están evaluando la implementación por parte de las comunidades autónomas de esta estrategia, que se aprobó en 2016.

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