El abordaje del envejecimiento, uno de los grandes desafíos para las personas que viven con VIH

VIH

..Redacción.
Actualmente, gracias a los avances en los tratamientos antirretrovirales las personas que viven con VIH tienen mayor esperanza de vida. No obstante, el abordaje del envejecimiento de las personas que viven con VIH es uno de los grandes desafíos actuales. En concreto, el 50% de esta población infectada tiene más de 50 años. Así lo ha señalado la Dra. Matilde Sánchez Conde, del Servicio de Enfermedades Infecciosas Hospital Ramón y Cajal, durante el webinar Fragilidad y Envejecimiento celebrado en el marco del programa de formación online VIH ES 2.0: Ir más allá de la indetectabilidad, impulsado por la Sociedad Española Interdisciplinaria del SIDA (Seisida) y Gilead, que busca dar respuesta a los retos que todavía persisten en el manejo de la infección por VIH.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento saludable es el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. Durante la reunión se ha indicado que el abordaje de la cronicidad en VIH requiere un cambio del sistema sanitario. Para afrontar este reto se requerirán diferentes actuaciones que pasan por fomentar el trabajo en equipos interdisciplinares con profesionales de los servicios sanitarios, sociales y comunitarios, garantizando la continuidad asistencial y fomentando la participación e implicación del paciente en el cuidado de su propia salud.

El abordaje de la cronicidad requiere un cambio del sistema sanitario basado en la atención integral y el empoderamiento del paciente, no solo en VIH

Además, es fundamental fortalecer los equipos de atención primaria y reorganizar la atención sanitaria, potenciando el papel de los profesionales de medicina, enfermería y trabajo social sanitario y del ámbito comunitario; valorando de forma integral las necesidades médicas, de cuidados funcionales y sociales de las personas, y planificar intervenciones individualizadas en función de las necesidades de los grupos estratificados.

Envejecimiento saludable para las personas que viven con VIH
Para la Dra. Sánchez Conde el reto es vivir mejor. “Es vital controlar la fragilidad, entendida como la pérdida de la reserva funcional”. Esta fragilidad es relevante porque es “predictora tanto de la edad biológica como de los eventos adversos en salud, aunque es potencialmente reversible, y eso es lo importante”. En este sentido, la Dra. Sánchez Conde, ha asegurado que es fundamental iniciar el tratamiento antirretroviral cuanto antes mejor. “El inicio precoz predice un mejor envejecimiento y hace que las personas con VIH se hagan mayores con buena calidad de vida”.

La fragilidad de las personas con VIH es predictora tanto de la edad biológica como de los eventos adversos en salud, y aunque es potencialmente reversible, es fundamental iniciar el tratamiento antirretroviral cuanto antes para tener una mejor calidad de vida a largo plazo

En este sentido, la Dra. María José Galindo, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas-Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario de Valencia, ha puesto el foco en los riesgos que tiene el diagnóstico tardío. “Hay que pensar que una persona mayor de 50 o de 80 años puede tener la infección. Por eso, hay que normalizar la prueba del VIH en la práctica clínica”. La Dra. Galindo, moderadora de la sesión, recalcando que las personas mayores de 50 años constituyen un importante grupo poblacional de la epidemia del VIH. Cada vez es más evidente que existe un retraso diagnóstico en este grupo.

Sin embargo, durante el encuentro también se ha advertido de que los profesionales sanitarios pueden no contemplar esta posibilidad de diagnóstico del VIH y algunos síntomas asociados se podrían confundir con comorbilidades relacionadas con la edad, lo que repercute en una mayor mortalidad, otras comorbilidades y una peor recuperación inmunológica. Por ello, la Dra. Galindo ha recordado que “se debe actuar con programas dirigidos a incentivar el diagnóstico precoz de la infección en este grupo de edad”.

Además del tratamiento precoz, se han señalado otros factores determinantes en la calidad de vida a largo plazo de las personas que viven con VIH. Por ejemplo, la salud mental, el tabaco, la dieta y, especialmente, el ejercicio físico. Ante el desafío de conseguir un envejecimiento saludable, la experta del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal ha recordado que las guías europeas recomiendan hacer screening de fragilidad a los mayores y la prescripción de ejercicio físico.

Para lograr un envejecimiento saludable, las guías europeas recomiendan hacer screening de fragilidad a los mayores y la prescripción de ejercicio físico

Por su parte, Juanse Hernández, del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH), ha explicado que vivir más años no es sinónimo de vivir con una buena calidad de vida. “Hoy en día, y a pesar de la carga de enfermedad, se puede vivir bien y envejecer, pero tenemos que aspirar a un envejecimiento saludable, incluso en VIH”.

En este sentido, ha destacado la importancia que tiene la atención integral y el empoderamiento del paciente, no solo en VIH. “La atención integral y centrada en la persona es la que promueve las condiciones necesarias para la consecución de mejoras en todos los ámbitos de la calidad de vida y el bienestar de la persona, partiendo del respeto pleno a su dignidad y derechos, de sus intereses y preferencias y contando con su participación activa”, ha concluido Juanse Hernández.

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