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40 Jóvenes Profesionales.
La Dra. Beatriz Torres es residente de Medicina de Familia en el Centro de Salud Arturo Eyries de Valladolid. Además, es vocal de residentes en la Comisión Permanente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Para la Dr. Beatriz Torres la atención primaria es la base de nuestro sistema y la clave para que todas las piezas que lo componen funcionen correctamente. Destaca la necesidad de recursos y tiempo para los pacientes, así como la falta de estabilidad de los profesionales como algunos de los principales puntos a mejorar del primer nivel asistencial.
¿Cómo era el día a día de un residente de medicina de familia durante los meses de marzo y abril de 2020?
El cambio sufrido durante el inicio de la pandemia por Covid-19 fue repentino e inesperado, incluso dentro del mundo sanitario. Jamás llegamos a pensar el alcance que tendría el Sars-CoV-2 en nuestra vida, no solo profesional, sino también personal. Sufrimos cambios drásticos en nuestro estilo de trabajo. En cuestión de días, lo que conocíamos como medicina tradicional no era válido. Se limitaron las consultas presenciales por el riesgo que suponían y se instaló un novedoso método de trabajo, la teleconsulta, en su modalidad más rudimentaria. Las consultas de patologías crónicas quedaron relegadas por las consultas urgentes y por las decenas de casos nuevos de enfermos de Covid-19.
En aquel momento, yo era médico residente de segundo año de medicina familiar y comunitaria y sentí que pasábamos a ser un elemento fundamental dentro de un sistema sanitario que comenzaba a colapsarse. En un inicio, no contábamos con sistemas de protección, por lo que a la hora de atender a un paciente que requería una consulta presencial, nos protegíamos con lo que habíamos recopilado previamente (gorros de ducha, mascarillas de uso industrial, batas que posteriormente rociábamos para desinfectar y así podíamos volver a reutilizar). Esto supuso una gran carga emocional, añadida a la que ya sufría el resto de la población. Sabíamos que nos exponíamos y teníamos un gran riesgo de contagio.
La atención primaria es el pilar fundamental de un sanitario ganador y debe incentivarse, ser cuidada y respetada
Por otro lado, recuerdo la gran cantidad de protocolos de atención nuevos que cada uno o dos días recibíamos. Entre todos mis compañeros, comenzamos a elaborar resúmenes “comunitarios” que nos permitían estar al día de los cambios en el abordaje del paciente con Covid-19. Fue un momento de unión y de formar equipo. Uno de los buenos recuerdos que tengo de los primeros meses de la pandemia fue la solidaridad que vivimos entre compañeros y la gratitud que la población nos hacía llegar.
Dos años después, ¿ha cambiado mucho la actividad e incluso la manera de formarse?
A grandes rasgos, la formación actual no se diferencia mucho de la de antes de la pandemia, aunque es cierto que varias de mis rotaciones se han visto afectadas directa o indirectamente por la situación pandémica. Durante los primeros meses se suspendieron la gran mayoría de rotaciones y acudimos a los centros de salud urbanos o rurales, a los servicios de urgencias hospitalaria o a centros que se adaptaron para la atención exclusiva del paciente con Covid-19. Posteriormente, una vez retomadas las rotaciones, comenzamos a encontrarnos con el problema de la limitación de la presencialidad. Creo que la actividad formativa ha sabido evolucionar de manera favorable. Actualmente podemos acudir en streaming a jornadas o congresos científicos sin necesidad de desplazarnos, para ello presencialmente, también se les brinda la opción.
Lo mismo ocurre con las consultas de atención primaria. Ahora es el propio paciente el que decide cómo acudir a la consulta, dependiendo del motivo de esta. En cierto sentido hemos logrado unificar dos modalidades de consulta para conseguir el máximo rendimiento y beneficio.
Dra. Beatriz Torres : “Nuestra labor es asistencial, pero también consiste en promocionar la salud a nivel individual y colectivo”
¿Cuáles son los principales problemas a los que te enfrentas actualmente como médico de atención primaria?
La atención primaria es el pilar fundamental de un sistema sanitario ganador y debe incentivarse, ser cuidada y respetada. Veníamos de un sistema de atención primaria que ya se encontraba al límite y la situación ha empeorado durante la pandemia. Creo que la atención primaria no se ha hundido gracias al esfuerzo de los profesionales que la conforman.
La situación es insostenible. Por ejemplo, ¿creéis posible atender a 100 pacientes en una jornada laboral de 7 horas? Haciendo un cálculo sencillo, cada paciente tendría que ser valorado en 4 minutos. ¿Es viable? ¿Quiero que mi médico decida sobre mi salud en 4 minutos? ¿Quiero yo como médico atender a mi paciente en este tiempo?
La respuesta a estas preguntas pasa por alargar las jornadas laborales, empeorar la calidad de la atención, aumentar las derivaciones a hospitales y, en definitiva, la sobrecarga de la atención primaria y, detrás, todos los niveles asistenciales consiguientes.
¿Qué aspectos del área de primaria son más importantes de resolver?
Hay diversos aspectos que necesitan un replanteamiento, pero, si tuviera que solicitar una única petición, sería disponer de más tiempo. Quiero tiempo para atender a mis pacientes con la calidad que el SNS salud se enorgullece de ofrecer. La calidad por la que elegí la especialidad más bonita y compleja. Tal vez, debemos replantear el trabajo realizado por un médico de familia, relegar ciertas tareas que realizamos y que podrían ser fácilmente asumidas por otros profesionales. Está más que demostrado que un sistema de atención primaria utilitario es efectivo y eficiente, pero aun así, las políticas actuales continúan invirtiendo en otros niveles asistenciales. Es impensable solucionar la crisis sanitaria sin invertir en fortalecer el primer nivel asistencial.
Es impensable solucionar la crisis sanitaria sin invertir en fortalecer el primer nivel asistencial
¿Cómo debería ser un sistema de atención primaria ideal?
La atención primaria, es un sistema de integración y longitudinalidad en cada uno de los pacientes. Consigue una disminución de las inequidades, pues acerca la sanidad a aquellos colectivos marginales o aquellos donde existe mayor dispersión. Cabe destacar que la especialidad recibe el nombre de dos grandes ámbitos de la medicina: la “familiar” y la “comunitaria”. Esto significa que nuestra labor es asistencial, pero también consiste en promocionar la salud a nivel individual y colectivo.
Un sistema de atención primaria debe sostenerse sobre dos pilares: la estabilidad laboral, que permita al profesional atender al paciente a lo largo de las distintas etapas de su vida y la calidad científica, con los recursos suficientes, que permita el abordaje de la gran mayoría de patologías prevalentes en la población. Además, es necesaria una colaboración estrecha con el nivel hospitalario para optimizar las consultas realizadas.
¿Cómo se imagina el sistema nacional de salud del futuro? ¿Qué se puede aprovechar de lo que tenemos hoy?
Mi sistema de salud ideal se escapa del hospitalocentrismo que sufrimos en la actualidad. Cada especialidad tiene una labor fundamental dentro del sistema y el de la medicina familiar y comunitaria debe ser ocupar un lugar central y coordinar al resto de especialidades que, a mi parecer, deberían de tener un papel consultor. ¿Cuál es el sentido de que yo deba realizar una consulta a otro especialista para que él pueda solicitar una prueba que yo considero relevante y de interés? ¿No sería de mayor utilidad que dicha consulta se utilizara para atender otras necesidades?
Según la Dra. Beatriz Torres, el papel del médico de familia ha ido creciendo a medida que ha ido evolucionando la medicina
Igualmente, me gustaría un sistema dotado de medios para priorizar la atención domiciliaria, consiguiendo reducir las hospitalizaciones y el aumento de la morbiomortalidad que esto genera y dejando este recurso para aquellos casos que realmente lo precisen. El papel del médico de familia ha ido creciendo a medida que ha ido evolucionando la medicina. Existen grandes profesionales dentro de la atención primaria que han logrado unificar y prestar una excelente asistencia a sus pacientes. Esto es lo que debemos aprovechar como base del sistema sanitario, la calidad científica de los profesionales.
¿Cómo se imagina su situación profesional dentro de 10 años?
Lo que imagino desde el punto de vista ideal y lo que imagino desde el punto de vista real no coincide. Fantaseo con el poder trabajar centrada en un cupo estable de pacientes, a los que pueda acompañarlos a lo largo de su vida. Es decir, fantaseo con lo que esto supone: estabilidad laboral. El futuro realista es menos optimista: concatenación de trabajos temporales, con el riesgo que esto supone para la población en una especialidad donde la longitudinalidad es fundamental. Es el momento de fortalecer el sistema de salud y, sin lugar a dudas, debemos empezar por su base: la atención primaria.
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