Un estudio del VHIO demuestra la utilidad de la biopsia líquida en pacientes con tumor del estroma gastrointestinal

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..Redacción.
La biopsia líquida se está conviertiendo una herramienta útil y poco invasiva para comprender la evolución de algunos tipos de cáncer por su capacidad para detectar el ADN tumoral circulante en una muestra de sangre, como es el caso del tumor de estroma gastrointestinal (GIST, pro sus siglas en inglés), según demuestra un estudio del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) cuyos resultados se han presentado en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que se celebra hasta este martes en Chicago (EE.UU.).

A través de la biopsia líquida  fue posible identificar mutaciones en hasta el 86% de 476 pacientes con tumor de estroma gastrointestinal

El trabajo, cuyo primer autor es el Dr. César Serrano, jefe del Grupo de Investigación Traslacional en Sarcomas del VHIO, aprovecha los datos del estudio de fase III Voyager, que comparaba los resultados conseguidos por avapritinib con los de regorafenib, ambos inhibidores tirosina quinasa, en pacientes con tumor de estroma gastrointestinal avanzado y con mutaciones en KIT o PDGFRA.

Aunque en el estudio los dos fármacos presentaron una actividad mu similar, el Dr. Serrano explica que han “explotado todos los datos recabados para validar la utilidad del análisis del ADN tumoral circulante en plasma a través de la biopsia líquida”. Y es que uno de los obstáculos para estudiar el GIST es que, al ser un tumor raro, es difícil tener series grandes de pacientes. Por eso el estudio Voyager fue una herramienta útil, ya que incluyó 476 pacientes.

“La secuenciación de plasma detecta ADN tumoral circulante en la mayoría de los pacientes con GIST avanzados y resistentes a inhibidores tirosina quinasa”

Una de las conclusiones que se extrajo en este estudio es que la biopsia líquida es una herramienta válida para el manejo del GIST, ya que a través del análisis del ADN tumoral circulante fue posible identificar mutaciones en hasta el 86% de los pacientes. “La secuenciación de plasma detecta ADN tumoral circulante en la mayoría de los pacientes con GIST avanzados y resistentes a inhibidores tirosina quinasa. Además también nos permite comprender la heterogeneidad de las mutaciones de KIT, explica el Dr. Serrano.

Hasta ahora no era fácil conocer cómo evoluciona el tumor por ser poco frecuente. La mayoría de las investigaciones se habían realizado en pacientes en fases recientes de la enfermedad o que habían recibido pocos tratamientos. Y en este tipo de cáncer “tanto el desarrollo como la exposición a tratamientos generan mutaciones que pueden ser fundamentales para las resistencias a los fármacos”, apunta el Dr. César Serrano.

“De todas las mutaciones que hemos sido capaces de determinar gracias a la biopsia líquida, un 25% eran nuevas”

La propia organización de ASCO lo ha destacado este estudio como uno de los más interesantes presentados en esta edición. Es el primero que define a nivel molecular qué sucede con esta enfermedad, apoyándose en el análisis del ADN tumoral circulante. Esto ha servido para ver cuáles eran las mutaciones prevalentes, y también para identificar nuevas mutaciones no descritas hasta ahora. “Así, de todas las mutaciones que hemos sido capaces de determinar gracias a la biopsia líquida, un 25% eran nuevas. Y también nos ha servido para ver que hasta un 17% de los pacientes tenían cuatro o más mutaciones, lo cual es una complejidad considerable”, añade el Dr. Serrano.

Valor pronóstico de la biopsia líquida
La poca prevalencia del tumor de estroma gastrointestinal también condiciona la dificultad de llevar a cabo estudios clínicos y encontrar fármacos activos. Esto repercute en el pronóstico de los pacientes. Hasta el 85% presentan una mutación oncogénica en un receptor tirosina quinasa, que puede ser en el gen KIT o en el PDGFRA, por lo que ambos se convirtieron en una diana ideal para el desarrollo de nuevos tratamientos.

“Hemos demostrado que la biopsia líquida puede ser una herramienta valiosa, como mínimo identificando los pacientes con tumor de estroma gastrointestinal que no se benefician de algunos de estos tratamientos”

La aparición de imatinib a principios del siglo XXI revolucionó el tratamiento, ya que los pacientes con GIST metastásico o irresecable pasaron de tener un cáncer uniformemente letal a padecer una enfermedad manejable, con respuestas duraderas y una mejor supervivencia general. Posteriormente se han ido desarrollando nuevos inhibidores tirosina quinasa, con resultados diferentes en función de las mutaciones que presentaban los pacientes.

“A pesar del desarrollo de estos nuevos tratamientos, seguíamos sin disponer de biomarcadores que nos sirvieran para guiar la decisión clínica por uno u otro. Con nuestro estudio hemos demostrado que la biopsia líquida puede ser una herramienta valiosa, como mínimo identificando los pacientes que no se benefician de algunos de estos tratamientos, finaliza explicando el Dr. César Serrano. Así, en su estudio descubrieron que la identificación de mutaciones en el dominio de unión al ATP en KIT se correlaciona negativamente con la actividad de avapritinib; o que cuando no se detectan mutaciones en el plasma el pronóstico del paciente es mejor.

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