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Si se redujera el estrés laboral se evitaría una de cada cinco depresiones y si se se redujeran las adversidades infantiles uno de cada tres casos de esquizofrenia no se darían. Son algunos de las conclusiones que extraen los autores de un estudio internacional liderado por investigadores españoles que se ha publicado en la revista Molecular Psychiatry, del grupo Nature. El trabajo demuestra y cuantifica que una reducción de las adversidades en la infancia podría reducir la incidencia de los trastornos mentales en adultos.
Son muchos los factores que influyen en el desarrollo de los trastornos mentales: aspectos biológicos, psicológicos y ambientales
Son muchos los factores que influyen en el desarrollo de los trastornos mentales. Dependen de la combinación de aspectos biológicos, psicológicos y ambientales. Algunos aspectos no se pueden modificar, como la predisposición genética. Pero aparte de las causas no modificables, se han identificado otros factores de riesgo que sí se pueden cambiar y que están involucrados en su aparición, algunos asociados al estilo de vida o a la sociedad.
“En muchos aspectos, vivimos en una sociedad de bienestar. Pero a pesar de esta aparente bonanza, en torno a una de cada cinco personas tiene actualmente un trastorno mental”, explica el Dr. Joaquim Raduà, jefe del grupo Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad (Imard) del Idibaps e investigador del Cibersam. “La pregunta es si habría menos trastornos mentales, si mejoráramos la sociedad y estilo de vida”, añade.
Si se redujera el estrés laboral se evitaría el 18% de las depresiones
Esta cuestión es la que quiere responder el estudio, liderador por el Idibaps y Cibersam españoles, con la Universidad de Linköping (Suecia) y el King’s College London. Los autores del estudio buscaron los factores de riesgo ambiental con mayor nivel de evidencia prospectiva para calcular la fracción atribuible poblacional, que mide qué porcentaje de los casos de un trastorno pueden atribuirse a un factor de riesgo concreto.
Los resultados son claros. Una de las adversidades infantiles son los abusos. Si estos se redujeran, se podrían evitar uno de cada seis casos de depresión. Acabar con el estrés laboral evitaría el 18% de las depresiones. El estilo de vida también tiene una importante influencia; hacer más ejercicio físico podría evitar uno de cada seis casos de Alzheimer. Disminuir factores metabólicos como el exceso de grasa en sangre evitaría el 10% de las depresiones. Alejar el sobrepeso antes o durante el embarazo también tendría efectos: se podría evitar uno de cada quince casos de autismo en los niños.
La reducción de las adversidades en la infancia reducirían trastornos mentales como el 33% de las esquizofrenias
Por tanto, reduciendo las adversidades y abusos infantiles, reduciendo el estrés laboral, y mejorando el ejercicio físico, dieta y peso, se podrían evitar una parte muy importante de los trastornos mentales. “Eso significa que podríamos evitar que millones de personas desarrollen trastornos mentales. Pero también significa que muchos trastornos, probablemente la mayoría, seguirían ahí. Por eso es tan importante dedicar más recursos a la investigación en salud mental para crear tratamientos que mejoren de forma más efecitva la calidad de vida de las personas con uno de estos trastornos”, concluyen los autores.
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