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El sector sanitario privado “investiga y desarrolla actividad de alta complejidad a través de la más avanzada tecnología”, señala el informe de la Fundación IDIS Sanidad privada, aportando valor. Análisis de situación 2022. En concreto, la sanidad privada cuenta con el 53% de las resonancias magnéticas, el 45% de los PET y 34% de los TAC disponibles.
Por comunidades autónomas, Madrid es la que tiene más equipos de alta tecnología (522), seguida de Cataluña (518) y Comunidad Valenciana (395). Por su parte, Canarias (63%), Extremadura (62%) y Andalucía (59%), destacan como las comunidades que cuentan con mayor porcentaje de equipos privados.
Canarias (63%), Extremadura (62%) y Andalucía (59%), destacan como las que cuentan con mayor porcentaje de equipos privados
En los últimos años el sistema sanitario ha evolucionado hacia un modelo de medicina más participativa y colaborativa, donde el paciente cada vez tiene una mayor información y conocimiento. En la era de los datos, es fundamental apostar por la tecnología en la asistencia médica debido a los beneficios que conlleva para pacientes, profesionales y sistema sanitario.
“La adquisición de equipos y tecnología de última generación es un aspecto clave para el sector sanitario privado, procurando una asistencia sanitaria más eficiente y de mejor calidad. Su apuesta por técnicas innovadoras y sofisticadas, le permite llevar a cabo actividad cada vez más compleja, desarrollando técnicas y procedimientos novedosos y pioneros”, indica el informe IDIS. En este sentido, subraya que en momentos de crisis que han provocado déficits de financiación en la sanidad pública, la inversión en alta tecnología del sector sanitario privado posibilita el acceso a los ciudadanos a actividades diagnósticas o terapéuticas de alta complejidad.
“La adquisición de equipos y tecnología de última generación es un aspecto clave para el sector sanitario privado”, apunta el informe IDIS
El documento pone de manifiesto la importancia de la tecnología de última generación, que sirve de ayuda para la prevención o cura de enfermedades, reduciendo la necesidad de asistencia sanitaria futura y, por tanto, los costes sanitarios. Además, esta tecnología posibilita una mejora en el diagnóstico y ayuda a la detección temprana de enfermedades, lo que permite una mayor tasa de recuperación. También mejora la terapia en términos de rapidez, eficiencia y eficacia, así como la calidad de vida (menos efectos adversos). Otra de sus ventajas es que apoya en la monitorización del paciente. Por último, permite una mejor gestión de la información clínica y nuevas formas de trabajo “más eficientes, conectadas y globales”.
El sector privado, a la vanguardia de la tecnología
Los hospitales privados se sitúan a la vanguardia en cuanto a tecnología se refiere en el tratamiento de múltiples enfermedades. Por ejemplo, en el cáncer o las enfermedades neurológicas. El informe IDIS resalta que los principales grupos hospitalarios cuentan con un gran número de aceleradores lineales para tratamientos de radioterapia y braquiterapia de última generación. Además, aplican las técnicas más novedosas como la radiocirugía o la cirugía robótica. También han sido pioneros en el uso de un PET/RMN que permite un diagnóstico mucho más preciso con una reducción de radiación que puede llegar al 90%.
Los hospitales privados se sitúan a la vanguardia en cuanto a tecnología se refiere en el tratamiento del cáncer o las enfermedades neurológicas
Igualmente, han construido e inaugurado en el último año, por primera vez en España, dos centros de protonterapia, disponibles para pacientes tanto públicos como privados con enfermedades oncológicas situadas en las zonas más sensibles a la irradiación, como el cerebro, la médula espinal o los ojos, entre otras.
Finalmente, cuenta con equipos de ultrasonido de alta intensidad (HIFU), primer sistema en España destinado al tratamiento de trastornos neurofuncionales. Su reciente desarrollo supone un gran avance en el tratamiento del temblor esencial y de la enfermedad de Parkinson. La principal ventaja es que permite erradicar la actividad cerebral anormal que origina los síntomas y tratar otros procesos neurológicos sin necesidad de cirugía.
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