..Victoria Guillén.
La ablación del tiroides es un tratamiento indicado para el nódulo tiroideo benigno sintomático. La mayoría de estos nódulos no requieren tratamiento, pero cuando alcanzan un tamaño suficiente dan sintomatología debido a la compresión de las estructuras adyacentes, como disfonía, molestias al tragar y prejuicio estético. En este sentido, el Dr. Álvaro Villalba Gutiérrez, del Servicio de Radiología del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, ha explicado en Doryos, una plataforma digital de conocimiento médico hecha por y para médicos, que “este tipo de tratamiento está indicado en aquellos nódulos benignos, cuya benignidad ha sido comprobada con dos punciones con aguja fina, con un tamaño superior o igual a 20 mm y con un componente predominantemente sólido. Además, los nódulos quísticos también se pueden tratar con esta técnica, pero se reserva para aquellos que no responden a la esclerosis”.
Según el Dr. Villalba, el objetivo de este tratamiento es lograr una reducción del nódulo del 50% a los seis meses y en torno a un 80% al año
En el caso del nódulo tiroideo benigno hiperfuncionante, este tratamiento estaría indicado cuando la cirugía no se puede realizar o cuando tampoco se puede realizar la ablación con radioyodo. En este sentido, tenemos que destruir la mayor parte de nódulo y en función de su tamaño y localización será más o menos factible.
Según el Dr. Villalba, el objetivo de este tratamiento es lograr una reducción del nódulo del 50% a los seis meses y en torno a un 80% al año. “Esta reducción es progresiva y seguirá reduciéndose una vez trascurridos los seis meses. De hecho, se ha observado que continúa más allá de los dos años”, ha aclarado el Dr. Villalba. Así, este tipo de técnica consigue una resolución de los síntomas clínicos en más del 80% de los pacientes, y las escales de satisfacción superan el 90% por parte de los pacientes tratados.
“En comparación con el tratamiento tradicional quirúrgico, la tiroidectomía, se logra una mayor preservación de la función tiroidea. La mayoría de los pacientes tratados con cirugía muestran algún grado de hipofunción tiroidea tras la misma. En concreto, hasta el 70% de ellos. Además, hasta el 50% de los mismos requieren tratamiento hormonal sustitutivo. Esto no ocurre en ningún paciente tratado con ablación percutánea dado que no vamos a reducir el volumen funcional de la glándula en ningún momento”, ha apuntado el radiólogo intervencionista.
La mayoría de los pacientes tratados con tiroidectomía muestran algún grado de hipofunción tiroidea tras la misma, hasta el 70% de ellos
Para llevar a cabo esta técnica, se coloca al paciente en posición decúbito supino con hiperextensión cervical con anestesia local administrada bajo guía ecográfica. “Es importante resaltar que el anestésico local más adecuado es la lidocaína al 1%. El objetivo es evitar provocar una paresia del nervio recurrente laríngeo farmacológica. Así, aplicamos la anestesia con guía ecográfica logrando una hidrodisección de todo el espacio visceral”, ha detallado.
Si el nódulo a tratar tiene un componente quístico aspirable, se realizará una aspiración con una aguja fina, también de forma ecoguiada, logrando vaciar por completo este componente antes de proceder a la ablación. “La ablación se realizará a través de la técnica de Moving shot. Esta técnica consiste en realizar la ablación del nódulo de forma sistemática logrando una cobertura superior al 70%. Además, los movimientos que vamos realizando del electrodo de radiofrecuencia persiguen una adecuada trasmisión de la energía sin que se produzca una carbonización en el tejido adyacente a la aguja que haga que la impedancia se incremente y evite que el tratamiento se lleve a cabo con eficacia”, ha explicado el Dr. Villalba.
Esta técnica presenta una menor tasa de complicaciones y no deja ningún tipo de cicatriz en el cuello del paciente
Así, esta técnica presenta una menor tasa de complicaciones, ya que el tratamiento se realiza de forma ambulatoria y no requiere hospitalización. Asimismo, tampoco requiere una anestesia general y no deja ningún tipo de cicatriz en el cuello del paciente. Finalmente, el Dr. Villalba ha resaltado que “el tratamiento de ablación del nódulo tiroideo benigno es un tratamiento útil, eficaz y bien tolerado del que se pueden beneficiar muchos pacientes con esta patología”.
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