Cristina Cebrián (Texto y vídeo)
La especialidad de aparato digestivo incorpora mucha tecnología, muchas pruebas diagnósticas y también terapéuticas. La endoscopia digestiva es una de las principales pruebas que realizan estos especialistas y contar con un espacio amplio y bien organizado les ayuda a controlar el flujo de pacientes. Esta es una de las ventajas que están experimentando los profesionales sanitarios que trabajan en la nueva Unidad de Endoscopias del Hospital Ramón y Cajal de Madrid que se inauguró en diciembre de 2020.
Durante el recorrido que realizamos desde iSanidad, el Dr. Agustín Albillos, jefe de Servicio de Gastroenterología y Hepatología del Hospital Ramón y Cajal destaca que esta unidad es “la más moderna que hay ahora mismo en España”. El también presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), explica que se trata de un espacio de 1.600 metros cuadrados, con 11 salas para la realización de endoscopias digestivas, broncoscopias y exploraciones pleurales diagnósticas y terapéuticas; así como espacios para realizar ecografía abdominal y pruebas de motilidad intestinal. Todas estas salas las coordinan de manera conjunta los servicios de Gastroenterología y Hepatología y el de Neumología del hospital.
“La unidad incorpora dos aspectos fundamentales. Por un lado, tenemos una amplia sala de recuperación para los pacientes que se someten a las pruebas con sedación. Por otro lado, contamos con una unidad de lavado y reprocesamiento de los endoscopios. Y es quizá una de las más modernas de España”, detalla el Dr. Albillos.
Dr. Agustín Albillos: “Contamos con una unidad de lavado y reprocesamiento de los endoscopios. Y es quizá una de las más modernas de España”
Gracias a estos equipamientos la actividad de las salas ha aumentado un 33% y “cada día realizamos alrededor de 120 exploraciones en esta unidad”, apunta el Dr. Enrique Vázquez, jefe de Sección de Endoscopia Digestiva del Hospital Ramón y Cajal. Para este gastroenterólogo, la nueva unidad ha supuesto “un cambio muy importante” ya que existe una creciente demanda de exploraciones endoscópicas. Además, este tipo de intervenciones tienen cada vez más complejidad, por lo que contar con una unidad diseñada desde cero ha sido de gran ayuda.
“Permite que los flujos de pacientes sean mucho más correctos. No se mezclan los pacientes ambulatorios con los pacientes ingresados. Asimismo, el paciente ya entra cambiado a la unidad, de manera que el trabajo resulta mucho más eficaz. Damos más respuestas y más rápidas a la alta demanda de procedimientos endoscópicos”, añade el Dr. Vázquez. En definitiva, las características de esta nueva unidad “redundan en beneficio de los pacientes, con respecto a su seguridad y comodidad”, destaca el Dr. Albillos.
FibroScan, imprescindible para el manejo de la patología hepática
El aumento de esa demanda se debe, entre otros aspectos, al desarrollo innovador de técnicas de terapéutica endoscópica que pueden evitar intervenciones quirúrgicas. Por ejemplo, la creación de anastomosis gastrointestinales y la realización de drenajes de abscesos guiados por ecoendoscopia del árbol biliar y pancreático. En la unidad del Ramón y Cajal también se tratan los trastornos motores esofágicos y se utilizan técnicas de resección mediante endoscopia de tumores del tubo digestivo.
Para el manejo de la patología hepática, la unidad cuenta con una sala de FibroScan, “algo imprescindible” según el Dr. Albillos
Por otro lado, para el manejo de la patología hepática, la unidad cuenta con una sala de FibroScan, “algo imprescindible” según el Dr. Albillos. También conocida como elastografía de transición, esta técnica permite valorar el grado de fibrosis hepática y la cuantificación de grasa hepática. “A través de un transductor, transmite una onda de baja frecuencia que nos permite conocer la elasticidad del hígado. Esto se relaciona con la cantidad de tejido fibroso que se acumula en el curso de la enfermedad hepática crónica”, indica el Dr. Albillos.
Antes de la llegada del FibroScan, esto solo se detectaba a través de una biopsia hepática, una técnica muy invasiva y con potenciales riesgos de complicaciones. “Sin embargo, con el FibroScan podemos detectar la enfermedad hepática que empieza a empeorar, sin necesidad de hacer una biopsia hepática. Además, podemos repetir esta prueba varias veces y conseguir detectar esta rigidez progresiva del hígado relacionada con el acúmulo de tejido fibroso pero que no se ve con una ecografía”, añade el especialista.
Dr. Enrique Vázquez: “El Hospital Ramón y Cajal es un centro con muchísima capacidad para realizar intervenciones. Esto nos permite formar a muchos médicos residentes a la vez”
Personal altamente cualificado
Cada sala de esta unidad cuenta con un médico capacitado para realizar este tipo de intervenciones. “No es lo mismo acceder a la vía biliar para sacar una piedra que resecar una tumoración amplia en el colon. Con estas intervenciones podemos evitar realizar una cirugía”, explica el Dr. Vázquez quien también se encarga de coordinar que cada sala tenga los profesionales necesarios, entre médicos, enfermeros y auxiliares.
Por otro lado, los médicos residentes también tienen un papel destacado en esta unidad. De hecho, cada año cuentan con cuatro residentes acreditados por la Comisión Nacional de esta especialidad. Esto se relaciona, según apunta el Dr. Vázquez “con el gran volumen de trabajo que tenemos. Además, el Hospital Ramón y Cajal es un centro con muchísima capacidad para realizar intervenciones. Esto nos permite formar a muchos médicos residentes a la vez y con un alto grado de formación”. De hecho, en los últimos años, los cuatro primeros residentes de la convocatoria MIR que han elegido la especialidad de aparato digestivo lo han hecho en este hospital.
