Dr. Martinón: “El calendario vacunal todavía es susceptible de mejoras, con nuevas medidas frente al VRS y rotavirus en lactantes”

Dr. Federico Martinón Torres, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario Santiago de Compostela y Miembro de Grupo Nuemoexpertos en Prevención (NEP)

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Victoria Guillén
La vuelta a la normalidad después del período pandémico ha influido en el aumento de la incidencia de los virus y las bacterias respiratorias. De hecho, la temporada de gripe de 2022 se prolongó más de lo habitual y los casos de virus respiratorio sincitial (VRS) y de infección neumocócica experimentaron un aumento considerable. Ante esta situación, en Ministerio de Sanidad incluyó varias novedades en el calendario vacunal para 2023. En concreto, la vacunación de bebés contra la gripe, la vacuna contra el virus del papiloma humano a niños varones a partir de 12 años, la vacunación contra el herpes zóster de la población a los 65 años, la inclusión de la vacuna contra la meningitis B para lactantes, entre otros, son las principales novedades de este año.

En este sentido, el Dr. Federico Martinón Torres, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario Santiago de Compostela y Miembro de Grupo Nuemoexpertos en Prevención (NEP), ha señalado en una entrevista con iSanidad que “se ha producido un salto cualitativo en el calendario vacunal interterritorial, colocándolo entre los primeros del mundo”. Sin embargo, el experto ha destacado que todavía el calendario es susceptible de mejoras. “Debemos caminar hacia el calendario vacunal gallego. Eso implica la inclusión de la vacuna frente al rotavirus en todos los lactantes, la incorporación de las nuevas medidas frente al VRS y rotavirus en lactantes”.

¿Qué le parecen estas novedades?
La valoración es muy positiva. Se ha producido un salto cualitativo en el calendario vacunal interterritorial que coloca el calendario vacunal a lo largo de toda la vida de España entre los primeros del mundo. Son todo excelentes noticias. Se cubren necesidades, algunas de ellas ya reclamadas desde hace tiempo por las sociedades científicas y los expertos pero, en cualquier caso, son excelentes noticias y esperemos que esta agilidad para la incorporación de cambios permita que el calendario interterritorial español, que ahora es muy bueno, llegue a ser todavía mejor y tan bueno como el de Galicia, que ahora mismo es el calendario vacunal más completo y avanzado del mundo.

En 2022, la temporada de gripe de 2022 se prolongó más de lo habitual y los casos VRS se incrementaron considerablemente

Indudablemente, incluir la vacuna de la gripe en los niños era una necesidad desde hace tiempo. Es un cambio reflexivo sobre la importancia que la gripe tiene también en el niño, con una carga hospitalaria equivalente a la de las personas de edad avanzada, donde no dudamos de la importancia de su vacunación, y, además, en la que la vacunación del niño podría tener un impacto adicional, además de protegerle a él, sobre la transmisión en la comunidad. Con lo cual es una noticia excelente.

La vacunación del papiloma en los varones es fundamental. Primero por una cuestión de equidad, por una cuestión de la carga directa que el papiloma tiene también en el varón y que no tiene además sistemas de screening de profilaxis secundaria, como el cáncer de cuello de útero. Por tanto, sólo la profilaxis primaria es una opción para tratar de prevenir los cánceres y la patología relacionada con VPH en el varón. Pero es que, además, vacunar también en el varón va a acelerar el impacto de salud pública y va a mejorar y acelerar los beneficios sobre el género femenino. En ese sentido, es importante tenerlo en cuenta en ese camino hacia la eliminación del cáncer de cuello de útero que desde la Organización Mundial de la Salud se ha planteado como una meta real.

La vacunación contra el herpes zóster es también una gran noticia. La nueva vacuna de última generación frente al herpes zóster tiene una efectividad muy elevada e, independientemente de las características del huésped, es una patología que genera una morbilidad muy importante con costes asociados y sufrimiento significativos para la persona que lo padece. Por tanto, tendrá un impacto importante en la calidad de vida de las personas de edad avanzada.

Se ha producido un salto cualitativo en el calendario vacunal interterritorial español, colocándolo entre los primeros de España

La inclusión de la vacuna de la meningitis B también es muy importante porque es el serogrupo más frecuente como causa de enfermedad meningocócica invasora en nuestro país. Siempre lo ha sido, cambia la proporción pero siempre es el serogrupo número uno y tenemos una vacuna desde hace 10 años que es segura, que funciona muy bien y que en todos los países en los que se ha utilizado ha surtido su efecto. Además, era una necesidad el camino hacia la equidad.

No olvidemos que en España, prácticamente, tres de cada cuatro niños se estaban vacunando ya frente al meningococo B, pero lo hacían a través de la recomendación del pediatra y de la financiación de los padres. Con lo cual, era también una fuente importante de inequidad que ahora se resuelve con la inclusión en el calendario sistemático. Además, la única manera de acabar realmente con la enfermedad meningocócica es con un plan de vacunación universal frente a todos los serogrupos que producen esta enfermedad. Por tanto, son muy buenas noticias para todos los españoles y el camino a seguir.

¿Se está implantando con equidad en el SNS?
Es una pregunta complicada. Lo que diría es que la equidad como tal, desde el momento en el que la salud pública está transferida a cada una de las Comunidades Autónomas y, por tanto, tienen la potestad de tomar sus propias decisiones, es difícil. Esa es una realidad.

Vacunar al varón frente al VPH acelera el impacto de salud pública y mejora los beneficios sobre género femenino

Al final la equidad se tendría que medir en cada una de las comunidades y globalmente, aunque idealmente deberíamos tender a un calendario único común para todo el territorio nacional, porque no hay diferencias epidemiológicas que justifiquen diferentes calendarios, es cierto que cada CC.AA tiene la capacidad para establecer sus prioridades en la ejecución de sus gastos y presupuestos y, entonces, puede priorizar otras cosas sobre las vacunas, o como en el caso de Galicia priorizar las vacunas sobre otras cosas. Eso es ya una cuestión estratégica que depende de la situación.

No creo que nunca vayamos a tener un calendario único en España mientras la salud pública sea independiente en cada Comunidad Autónoma. Lo cual no quiere decir que no haya que trabajar en conseguir el calendario mejor posible para todos los españoles y que sea un calendario de máximos, no de mínimos.

Si nos referimos al decalaje que puede haber desde que el Consejo Interterritorial toma la decisión de incluir una vacuna en el calendario hasta que cada comunidad lo aplica, es cierto que puede haber diferencias, de nuevo por esa libertad que tiene cada comunidad dentro de un orden para aplicar las normas centrales. Eso implica que puedan pasar años desde que una comunidad incorpora una nueva vacuna, en el primer momento, y la última comunidad que lo hace.

Deberíamos tender a un calendario único común para todo el territorio nacional porque no hay diferencias epidemiológicas que justifiquen diferentes calendarios

Eso, indudablemente, es una fuente de inequidad, pero es una fuente de inequidad que es consecuencia de las propias peculiaridades de nuestro sistema, que permiten y que facilitan que esto sea así.

¿Cuáles son las próximas medidas que debe tomar la Ponencia de Vacunas y el Comisión de Salud?
En mi opinión, lo primero que tienen que hacer es ser más transparentes. Tienen que copiar de otros países, como el Reino Unido o los Estados Unidos. Este último retransmite en directo sus reuniones de discusión y sus votaciones sobre la inclusión o no de vacunas o la adopción de nuevas medidas de salud pública. Yo creo que es importante la transparencia para que todos podamos entender, en un momento determinado, por qué sí o por qué no se toma una determinada medida. Eso es positivo para todos y también ayuda a que se pueda entender y reforzar mejor cualquier decisión que se tome desde la Ponencia de Vacunas.

Por otro lado, agilidad. Creo que somos relativamente lentos, en comparación con otros países, en esa toma de decisiones. O, por lo menos, como tampoco hay esa transparencia, la sensación es de mayor lentitud, porque no somos conscientes del trabajo, que seguro que es ingente, que se desarrolla en la Ponencia y a través de los grupos de expertos. Pero, como esa información no se transparenta, ni es pública, ni los procesos de deliberación tampoco lo son, es difícil saber si está pasando algo o no. Eso creo que es negativo. Es decir, no se luce suficientemente bien el excelente trabajo que se realiza.

Cada día tenemos más y mejores vacunas, eso obliga también a evaluar y a tomar decisiones de forma ágil para incorporar estas vacunas a nuestros calendarios

En cuanto a medidas concretas, creo que el calendario todavía es susceptible de mejorarse. Hay que caminar hacia el calendario vacunal gallego. Eso implica también la inclusión de la vacuna frente al rotavirus en todos los lactantes, la incorporación de las nuevas medidas frente al virus respiratorio sincitial, el auténtico Covid de los niños y la causa más frecuente de hospitalización en los lactantes. Creo que esos son algunas de los pasos importantes a dar, así como la actualización del calendario vacunal frente al neumococo en el adulto, o también próximamente la vacunación frente al virus respiratorio sincitial en las personas de edad avanzada.

Es una realidad que, por suerte, cada día tenemos más y mejores vacunas y eso obliga también a evaluar y a tomar decisiones de forma ágil para incorporar estas vacunas a nuestros calendarios. No olvidemos que las vacunas solo funcionan si se utilizan.

En el caso del VRS, ¿cómo se deben incorporar los anticuerpos monoclonales en lactantes y las vacunas en adultos?
Lo primero es tener anticuerpos monoclonales o vacunas aprobadas. En este momento, en España y en Europa, tenemos ya aprobado un anticuerpo monoclonal de última generación que sería una inmunoprofilaxis pasiva que se pueda administrar a todos los lactantes sanos y que, si funciona en el mundo real como muestran los ensayos clínicos, marca una regulación y tendrá un impacto muy significativo, primero en la salud de todos estos niños, pero también en la salud de sus pediatras y en la salud del sistema sanitario por la cantidad importante de consultas y hospitalizaciones que supone, incluso en países desarrollados como el nuestro. Por tanto, creo que esa es una prioridad muy importante.

Galicia ya ha sido el primer lugar del mundo en anunciar su incorporación alcalendario de inmunizaciones y yo creo que ese es el paso a seguir globalmente en España y que darán también la mayoría de los países de nuestro entorno.

La única manera de acabar realmente con la enfermedad meningocócica es con un plan de vacunación universal frente a todos los serogrupos que producen la enfermedad

Por otro lado, también hay vacunas que buscan ese concepto de inmunoprofilaxis pasiva; es decir, de protección pasiva del recién nacido a través de la vacunación de la madre. Hay una vacuna inactivada maternal, que todavía no está aprobada por ninguna agencia regulatoria, pero que también es previsible que en un plazo corto de tiempo, probablemente en este mismo año, esté disponible. Por lo que sería una segunda opción con ese mismo fin: proteger al recién nacido, especialmente al lactante más pequeño, de la infección frente al virus respiratorio sincitial.

Y después están los adultos. En los adultos también hay novedades. Hay dos vacunas que ya han publicado los resultados de su fase 3 y que en estos momentos están siendo evaluadas por las agencias reguladoras y es previsible, no lo sé en España, pero desde luego sí en Europa y en Estados Unidos, que alguna de estas vacunas o las dos estén ya disponibles este invierno para la protección de los adultos de edad avanzada frente al virus respiratorio sincitial.

Una patología que en el adulto es probablemente mucho más importante de lo que creíamos. No es equiparable la carga en el adulto a la que tiene en el lactante, donde insisto en que es su principal patógeno, es la principal causa de hospitalización de los lactantes, pero, sin duda, es uno de los cuatro grandes patógenos respiratorios del adulto junto con el nemococo, junto con la gripe y junto con la Covid-19. Por tanto, obtener una vacuna con una eficacia alta, como muestran los ensayos de fase 3 de ambas vacunas, es una estupenda noticia y creo que es otro paso lógico a dar para proteger aún más a nuestra población más vulnerable, a nuestros mayores.

 La disminución de las coberturas vacunales era un hecho ya antes de la llegada de la pandemia

El Centro Europeo para el Control y la prevención de Enfermedades Alerta de que existe un alto riesgo de que la polio vuelva a Europa debido a las bajas tasas de vacunación, ¿cómo puede afectar esto a España?
Esto es una realidad. La disminución de las coberturas vacunales era un hecho, ya antes de la llegada de la pandemia. Era una de las diez grandes amenazas de salud global establecidas por la OMS. A eso hay que añadir los fenómenos migratorios, la universalización de cualquier patología en el mundo. En este momento, volvemos a tener mayoritariamente casos que son esporádicos, que son importados, de personas no vacunadas o de personas que no tienen la pauta de vacunación completa. Pero no debemos quedarnos a la espera o caer en la autocomplacencia.

Es cierto que el riesgo real en España, en este momento, es bajo, porque tenemos coberturas vacunales muy altas frente a la polio y eso nos protege mayoritariamente, pero también es cierto que si la polio vuelve a circular, como parece que está siendo así en el contexto europeo, a medida que puedan bajar las coberturas vacunales, o incluso sin que bajen en personas inmunodeprimidas, con pautas de vacunación incompletas o en las que la vacuna no haya funcionado bien, existe el riesgo de que puedan padecer esta enfermedad, que es muy grave. Parece que ya la hemos olvidado gracias a las vacunas, pero es una enfermedad grave con consecuencias muy importantes para el que la padece.

El riesgo real de polio en nuestro país es bajo, pero no debemos caer en la autocomplacencia y debemos mantener y mejorar las coberturas vacunales

Por tanto, a la población hay que transmitirle tranquilidad, indicar que lo que se tiene que hacer es lo que ya se hace mayoritariamente en nuestro país y de forma ejemplar, que es tener los calendarios vacunales al día. Quien tiene que estar alerta y moverse activamente son las autoridades sanitarias. Primero, para analizar cuál es la situación real en nuestro país. Tienen que ver los pequeños porcentajes de personas que no se vacunan, entender realmente por qué no se vacunan y tratar de recaptarlas activamente a la vacunación.

No debemos asumir que una persona que no se vacuna es antivacunas, eso es un error. Afortunadamente, ese estereotipo es minoritario en nuestro país y, muchas veces, la gente no se vacuna por dudas, dudas no resueltas o dudas mal resueltas, o por problemas de accesibilidad al sistema sanitario. Por tanto, el riesgo real en nuestro país es bajo, pero no debemos caer en la autocomplacencia y debemos mantener y mejorar las coberturas vacunales; trabajar para mantener la confianza vacunal tan alta en nuestro país, cuando es un problema la desconfianza generalizada en los países de nuestro entorno, y eso solo se puede hacer a través de la información y la educación.

Yo creo que es un asunto de Estado, la educación sanitaria sobre el valor de las vacunas es algo que tiene que estar en todos los itinerarios formativos de todos los niños españoles. Y el momento es ahora, no cuando volvamos a tener circulación o transmisión en nuestro país de la polio, del sarampión o de cualquier otro patógeno prevenible mediante vacunación.

La educación sanitaria sobre el valor de las vacunas debe estar en todos los itinerarios formativos de todos los niños españoles

Por tanto, creo que esto es fundamental e insto a que se haga una educación sanitaria desde la infancia en todo lo que tiene que ver con las vacunas y a trabajar activamente en determinar exactamente la dimensión del problema y las especificidades en cada comunidad, en cada región, de por qué, aunque sea un número reducido de personas, no se vacunan y qué se puede hacer específicamente para resolverlo.

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