I. Oria
Las estrategias de inmunoterapia basadas en ‘redirigir’ los linfocitos T a través de receptores de antígenos quiméricos (CARs) han transformado el pronóstico de algunos tipos de cáncer hematológico. Tanto es así que la comunidad científica se muestra convencida de que cada vez estamos más cerca de alcanzar la curación para determinadas neoplasias hematológicas hasta ahora incurables, como el mieloma múltiple.
“Estamos asistiendo a una revolución en el tratamiento del cáncer hematológico gracias a la inmunoterapia”, afirmó el Dr. José María Moraleda, coordinador de la Red de Terapias Avanzadas del Instituto de Salud Carlos III, durante la celebración de la jornada de divulgación HematoAvanza organizada por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
El Dr. Moraleda hizo especial hincapié en el desarrollo de la terapia CAR-T que, según aseguró, se ha convertido “en el paradigma de la medicina de precisión, dirigida a dianas moleculares, y ha provocado una verdadera revolución terapéutica”.
Un claro ejemplo del impacto que estas nuevas estrategias de diagnóstico y tratamiento están teniendo a la hora de afrontar estas patologías oncológicas es el mediático caso de Alyssa, una niña de 13 años con leucemia aguda linfoblástica T en recaída después de múltiples tratamientos -incluyendo un trasplante de médula ósea- y sin esperanza de curación. “Hace poco más de un año se convirtió en la primera paciente del mundo tratada con una nueva estrategia CAR-T perfeccionada con edición génica; actualmente se encuentra sin enfermedad y con una reconstitución inmune adecuada”, recordó el hematólogo.
Hace poco más de un año, Alyssa se convirtió en la primera paciente del mundo tratada con una nueva estrategia CAR-T perfeccionada con edición génica
Por otro lado, los anticuerpos monoclonales biespecíficos se han convertido en la gran esperanza de la inmunoterapia contra el cáncer en pacientes que han recibido sin éxito otros tratamientos, incluidas las células CAR-T. “Combinan la especificidad de dos anticuerpos monoclonales y permiten el reconocimiento y unión específica a dos moléculas diferentes”, explicó la Dra. Ana Jiménez, del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid).
Esta nueva inmunoterapia, que “ofrece una alta eficacia en pacientes muy pretratados con una adecuada tolerabilidad”, se está investigando fundamentalmente en el abordaje de la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple, pero también frente a enfermedades hematológicas no neoplásicas, como la hemofilia A. “Las aprobaciones actuales se sitúan a partir de la tercera línea de tratamiento y sus principales controversias se centran en la vía de administración, la duración y las medidas para aumentar su eficacia”, recalcó la Dra. Jiménez, que también recordó que todavía hacen falta estudios que permitan dilucidar todos estos asuntos.
Los anticuerpos monoclonales biespecíficos ofrecen una alta eficacia en pacientes muy pretratados con una adecuada tolerabilidad
Uno de los cánceres en los que más impacto está teniendo tanto la terapia CAR-T como los anticuerpos monoclonales biespecíficos es el mieloma múltiple, la segunda enfermedad neoplásica hematológica en orden de frecuencia en España. “Gracias al conocimiento de la biología de la enfermedad y a los nuevos tratamientos que incorporan estrategias de inmunoterapia, estamos en camino de conseguir la curación de algunos casos de mieloma múltiple”, afirmó la Dra. María Victoria Mateos, actual presidenta de la SEHH, que también insistió en la importancia de impulsar la investigación para seguir avanzando.
“En España, la absorbente actividad asistencial y falta de recompensa ha relegado la actividad investigadora a la nada o, como mucho, a la publicación de casos clínicos. La Administración no crea espacios ni contempla tiempos dedicados a la investigación”, denunció.
El avance que se está produciendo en el abordaje del mieloma múltiple es un claro ejemplo de lo que la investigación puede lograr
Otro cambio de paradigma se está produciendo en el tratamiento de la leucemia linfática crónica, que representa el 1,2% de todos los nuevos diagnósticos de cáncer, según datos del Registro Americano de Cáncer. “Es el tipo de leucemia más frecuente en los países occidentales, con una incidencia estimada en entre cuatro y cinco casos por 100.000 habitantes y año, y supone ya el 30% de todas las leucemias del adulto”, explicó el Dr. Raúl Córdoba, del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid).
“El tratamiento libre de quimioterapia en la leucemia linfocítica crónica ya es una realidad, debido a las espectaculares novedades terapéuticas que se han producido en el último año, tanto en primera línea como en recaída”, destacó.
Los ensayos clínicos actuales se centran en nuevas combinaciones de fármacos orales con distinto mecanismo de acción.