Nos mienten, la protección de las historias clínicas es una “chufla”

..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
La historia clínica es un tema significativamente delicado porque contiene información sensible de los pacientes, útil para hacer un seguimiento clínico y, posiblemente, útil para otros muchos temas. Digitalizar la historia clínica tiene ventajas para su conservación, acceso y otras cuestiones relacionadas con la privacidad, con los patrones de las patologías, el big data, etc.

Como la historia clínica contiene datos del paciente, juicios del médico y tratamientos que pueden ir bien o mal, posibles implicaciones en hábitos de vida… es bueno que haya una seguridad para aumentar la protección de acceso. Esta digitalización conlleva dos procesos distintos, por un lado digitalizar lo que ya está en papel y por otro introducir los nuevos datos en la historia clínica digital.

Como la historia clínica contiene datos del paciente, juicios del médico y tratamientos que pueden ir bien o mal, posibles implicaciones en hábitos de vida… es bueno que haya una seguridad para aumentar la protección de acceso

Cada vez hay más centros sanitarios que tienen todo digitalizado. Los hospitales públicos y privados, las clínicas, los ambulatorios, los centros de salud y las residencias, ya todos son conscientes de la importancia de esta digitalización y de la necesidad de insistir en la privacidad. Todo es bien conocido por todos los profesionales y parece no hay que insistir mucho en ello.

Sin embargo la realidad es otra, y cualquier paciente puede verlo. El día 12 de octubre, fiesta nacional, un paciente se asoma a las urgencias de un hospital por un problema menor, sin importancia. Allí encuentra una escena “dantesca” porque un profesional se acerca a un carro lleno de historias clínicas, toma un sobre, lo abre, lo mira distraídamente, lo devuelve y coge el correcto, que es el que se lleva. Es un pequeño error, a cualquiera puede pasarle, coger el sobre de al lado.

Un “mazo” de historias clínicas no pueden estar en un carro, a mano de cualquiera. No es problema del profesional -médico, enfermera, auxiliar o celador-, es del sistema que se permite estas licencias

Un “mazo” de historias clínicas no pueden estar en un carro, a mano de cualquiera. El protocolo debería impedirlo. No es problema del profesional -médico, enfermera, auxiliar o celador-, es del sistema que se permite estas licencias.

Es necesario transformar el sistema e introducir, de verdad, la cultura de la privacidad y la seguridad del paciente. Hasta que cada trabajador, cada profesional no se decida a tomárselo en serio, a denunciar los errores de los protocolos no se mejorará y cualquier medida será una “chufla”, una burla auténtica.

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