..Dr. Juan Antonio Vargas. Jefe de Sección de Medicina Interna y Jefe de Estudios del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda. Ex decano de Medicina de la UAM (2011-2019).
Estos días están siendo muy complicados. Todo está acelerado, se nota y se palpa la dificultad del momento que estamos viviendo y es muy difícil parar y reflexionar. Pero hoy me lo he autoimpuesto. Quiero dedicar unas líneas a lo que siento por dentro, que es sencillamente orgullo y gratitud frente al coronavirus.
Es verdad que se entrelazan otros sentimientos. Pero hoy solo quiero que aflore el orgullo que siento por mi servicio de Medicina Interna y por mi Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. Y la gratitud que se merecen todas las personas de todos los estamentos clínicos y no clínicos que conformamos el hospital. Estoy seguro de que lo que siento también lo sienten muchos compañeros de otros hospitales, pero hoy quiero dejarlo por escrito.
Ante esta incertidumbre, siento un enorme orgullo y gratitud frente al coronavirus por mi servicio de Medicina Interna
Mi hospital es un hospital con mucha historia. Yo llegué a la antigua Clínica Puerta de Hierro hace 35 años y he vivido muchas situaciones. He tenido la suerte de ser testigo privilegiado de avances tecnológicos, he ocupado puestos en el hospital y la universidad que me han permitido identificarme con ellos de forma absoluta. Pero nunca imaginé, ni de lejos, que iba a vivir algo parecido.
Siendo estudiante, tuve la oportunidad de conocer directamente la devastadora intoxicación por el aceite de colza. También la aparición de la infección por VIH y sus terribles consecuencias de los primeros años. Sin embargo, no se me había pasado por la cabeza que una infección viral podría llegar a producirnos tanto cambio en nuestras vidas, en lo personal y en lo profesional.
Seguro que con esta situación valoraremos, sobre todo, el regalo que significa la vida
Ante esta incertidumbre y frente al coronavirus, siento un enorme orgullo y gratitud por mi servicio de Medicina Interna, por todos sus componentes sin excepción y de todos los niveles: clínicos, no clínicos e investigadores de nuestro laboratorio. He visto colaboración, inmenso compañerismo, unidad y total disposición. Y todo ello se amplía al resto de servicios, donde todos quieren aportar, colaborar y ayudar.
Por tantas cosas, quiero mandar a todos mis compañeros del Hospital un enorme abrazo, que amplío a toda nuestra sanidad pública en la seguridad que, entre hospitales, centros de salud y sociedad en su conjunto, lo conseguiremos y volveremos a disfrutar de nuestra teórica normalidad. Seguro que con esta situación valoraremos lo que significa un abrazo sentido, una sonrisa, un día de primavera como hoy y, sobre todo, el regalo que significa la vida.
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