Un innovador estudio que se llevará a cabo en hospitales de toda España tratará de probar la eficacia de la combinación de la inmunoterapia con la quimioterapia en las mujeres que, padecen los cánceres de mama más agresivos, y que ya han recibido otro tratamiento previo pero que no ha sido eficaz.
Será el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam) el que ponga en marcha este pionero y ambicioso estudio que fue presentado la semana pasada en el marco de la octava Revisión Anual de Avances en Cáncer de Mama (Ragma 15), donde expertos nacionales e internacionales debaten sobre los avances en estos tumores durante el último año.
El experto del Geicam, Pedro Sánchez Rovira fue uno de los encargados en rueda de prensa de explicar que el ensayo, en fase III, está dirigido a mujeres que padecen tumores HER2 ‘triple negativo’ o Luminal B, es decir, los que tienen peor pronóstico y no han respondido al tratamiento anterior al que fueron sometidos. El ensayo, en el que participarán algo más de 300 mujeres, sus resultados, se esperan que estén disponibles en el año 2017.
Se trata de un proyecto pionero, ya que hasta ahora la inmunoterapia no se había combinado con la quimioterapia para tratar estos tipos de cáncer de mama. “Esto supone una línea pionera a nivel mundial, de los primeros estudios que se hacen en este sentido; se trata de ver cómo podemos mejorar la actividad de estos fármacos que pretenden modificar la respuesta del sistema inmune frente al tumor”, afirmó Sánchez Rovira.
El experto recordó que la inmunoterapia ha mostrado ya su eficacia con el cáncer de piel más agresivo, como es el melanoma avanzado, y es que ha logrado entre otros datos que el 20% de los pacientes sobrevivan más allá del segundo y tercer año. Para Sánchez Rovira, la combinación de estas dos terapias es un tema “muy interesante” que constituirá “seguro” en los próximos años “una de las bases” para el tratamiento no solo del cáncer de mama, sino también de otros tumores.
No obstante, otro de los expertos de Geicam, José Enrique Alés, indicó que con la combinación de estos dos tratamientos no venden “resultados mágicos”, es más, considera que “no hay que lanzar expectativas que son infundadas en este momento”, por lo que pone una dosis de realidad al afirmar que “estamos en el inicio de un camino que esperemos que sea largo y fructífero pero realmente no sabemos hasta dónde puede llegar”.
Por otra parte, la oncóloga Pilar Zamora del hospital madrileño de La Paz, señaló que durante este año se ha puesto de manifiesto la importancia de suspender la función ovárica de las mujeres operadas de tumores de mama con receptores hormonales positivos, que presentan el 75 % de los diagnósticos. “Durante esos cinco años quitamos los estrógenos a estas mujeres de manera que, si ha quedado alguna célula tumoral que pueda hacer que recaiga la enfermedad, esa célula termine muriendo por falta de alimento”. Se trata de producirles una menopausia durante cinco años a estas pacientes, ya que sus tumores son receptores de hormonas, por lo que los estrógenos les hacen crecer. Como recordó, esta terapia ya se estaba llevando a cabo pero no se sabía lo importante que era hasta que dos estudios presentados en estos meses han constatado que mejora los resultados.
Durante la rueda de prensa, la presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma), Roswitha Britz, insistió en el hecho de que la mayor supervivencia en las pacientes se obtiene aplicando la innovación, por lo que defendió que se incorpore y sea accesible en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Britz, por otra parte, mostró su preocupación por las “desigualdades” que a su juicio hay en el SNS. Desigualdades en función de dónde residan las pacientes, tras lo que considera que el trabajo en favor de la equidad “debería representar una línea estratégica fundamental del conjunto de administraciones sanitarias”. Del mismo modo reclamó un registro que permita estudiar y conocer la realidad del cáncer de mama.
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