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Hace justo un mes, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) presentó un documento de posicionamiento sobre anticoagulantes orales de acción directa (ACOD). A pesar de las recomendaciones de Semergen y otras sociedades científicas, las limitaciones a la prescripción de ACOD siguen vigentes. La sociedad científica insistió en la erradicación del visado y la adecuación a las guías de práctica clínica para acabar con la variabilidad en las comunidades autónomas.
En este contexto, se ha celebrado una mesa de debate en el Congreso de Semergen, bajo el nombre La fibrilación auricular en Atención Primaria. ¿Algo nuevo? El director de la Agencia de Investigación de SEMERGEN, el Dr. Sergio Cinza, puso de manifiesto que los resultados derivados de los estudios en vida real son consistentes con los ensayos clínicos aleatorizados. La evidencia científica muestra un beneficio neto en los pacientes con mayor riesgo embólico o con alto riesgo hemorrágico.
Cerca de un tercio de los pacientes con indicación de anticoagulación no está recibiendo ACOD o continúa con el tratamiento de los antivitimina K. Esta situación debe cambiar a ojos del Dr. Cinza. “Los estudios en vida real nos han confirmado los resultados que aportaban los ensayos clínicos pivotales de los ACOD, los cuales nos costaban creer. Hablamos de una patología que puede relacionarse con embolias y hemorragias”, señaló.
A pesar del posicionamiento de Semergen hace un mes, las limitaciones a la prescripción de ACOD siguen vigentes
Además, estudios recientes han revelado nuevos datos derivados de las consecuencias del mal control con los antagonistas de la vitamina (AVK) en España. Se estima que casi 300.000 pacientes mayores de 65 año están mal controlados con AVK (TRT<65%). Esto se traduce en numerosos eventos adicionales cada año, 2.143 ictus isquémicos, 390 ictus hemorrágicos, 201 embolismos sistémicos y 6.190 hemorragias mayores, así como casi 7.000 fallecimientos y costes sociosanitarios por valor de 100 millones de euros.
A la díficil situación actual hay que añadir la gran variabilidad de acceso a los ACOD que existe en España. “Esta situación es lamentable. En función de la comunidad autónoma e, incluso, del hospital de referencia al que pertenezca el paciente, nos podemos encontrar situaciones tan dispares como que su médico de AP no pueda prescribirlos o, en su defecto, deba hacerlo sometido a la supervisión de un inspector sanitario que, en ocasiones, también hace todo lo posible para limitar el uso de ACOD”, subrayó el Dr. Cinza.
Dr. José Polo: “En muchas comunidades, el médico de familia no puede recetar estos fármacos”
“En muchas comunidades, el médico de familia no puede recetar estos fármacos. Se está impidiendo que a esos pacientes se les realice un cambio rápido de tratamiento, cuando se les detecta que están mal controlados”, añadió el Dr. José Polo, vicepresidente de Semergen. Son cuatro las regiones que impiden la prescripción de ACOD: Asturias, Castilla-La Mancha, la Rioja y Canarias. Cantabria, la primera comunidad, que eliminó el visado, ha presentado datos de resultados en salud. Estos han demostrado que el uso de este tipo de fármacos ha supuesto una reducción de las tasas de ictus isquémicos en la comunidad del 10,5%. Las cifras han pasado de 711 casos en 2013 a 662 el año pasado.
Los médicos de AP, clave en el tratamiento anticoagulante
Semergen defiende que los médicos de familia son un colectivo crucial para alcanzar la optimización del tratamiento anticoagulante en España. “La anticoagulación está controlada, en un 90% en España, por los médicos de Atención Primaria”, afirmaó el Dr. Polo.
“Todos los protocolos de las sociedades científicas y las gerencias que disponen de ellos, atribuyen al médico de familia el papel más importante en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con FA. Por lo tanto, si el médico de familia tiene formación suficiente para coordinar el seguimiento, la decisión final sobre el uso de AVK o ACOD también debe tomarla él, sin necesidad de control por parte de ningún inspector”, concluyó el Dr. Cinza.
Ante esta situación, es importante seguir avanzando en la investigación, conocimiento y tratamiento de los anticoagulantes. “Todo ello, en beneficio de los pacientes que serían los más beneficiados. Es fundamental conseguir una optimización en la prescripción de este tipo de fármacos”, aseguró el Dr. Llisterri.
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