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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología niega que se haya rechazado la derivación de personas mayores en residencias a los hospitales de Madrid y asegura que se han “malinterpretado” y “tergivesado” por grupos de interés “variopinto” el sentido de los protocolos y circuitos puestos en marcha sobre el tratamiento de estas personas durante la crisis del coronavirus.
El Dr. García Navarro asegura que se han “malinterpretado” y “tergivesado” por grupos de interés “variopinto” el sentido de los protocolos
El presidente de esta sociedad, el Dr. José Augusto García Navarro, ha señalado a Europa Press que es necesario “aclarar las cosas” en un debate donde, a su juicio, no se ha aportado una información “veraz” contrastando lo ocurrido en “todos los países del mundo”. Explica que cuando a un residente se le ha intentado manejar en su residencia ha sido porque la derivación al hospital “no le iba a proporcionar un beneficio en su pronóstico vital”.
“Los datos de Madrid son abrumadores”, ha afirmado García Navarro para negar el rechazo de derivación a hospitales. Señala que se han trasladado 10.300 residentes desde su residencia a hospitales desde el uno de marzo hasta el día cinco de junio (una media de 106 cada día). De hecho, ha enfatizado que el día seis de abril se alcanzó un pico de 206 traslados de residencias a hospitales; de los 2.226 pacientes ingresados en La Paz entre el 25 de febrero y el pasado 19 de abril, el 32% (709 personas) provenían de una residencia de mayores.
Señala que se han trasladado 10.300 mayores desde sus residencias a hospitales en la crisis del coronavirus. “Eso es una barbaridad y cifras récord”
“Eso es una barbaridad y cifras récord”, ha remachado insistir en que esas cifras revelan que nunca hubo intención de no trasladar. No obstante, ha recalcado que el geriatra de enlace ha pensado en el bien del paciente. Personas “muy delicadas” que cuando su situación clínica lo requería fueron enviados a los hospitales, sabiendo que era un entorno a veces “terriblemente hostil” a tenor de las circunstancias de aislamiento y sin contacto con familiares. Un entorno, asegura, “no adecuado a personas tan frágiles y tan dependientes, sin un beneficio para ellos”.
Por tanto, ha insistido en que no se han negado “ni camas ni respiradores” en hospitales a los mayores en residencias durante la crisis del coronavirus y que el discurso de que no se les dio una correcta atención es “fácil de desmontar” a tenor de las cifras de Canadá (82%), Francia (51%) y los países nórdicos (más del 50%) por ciento de mortalidad. “No es un problema del sistema sanitario, el problema es que esta pandemia es una barbaridad, muy virulenta y que de momento no hay cura”, ha añadido.
El Dr. García Navarro ha insistido en que no se han negado “ni camas ni respiradores” en hospitales a mayores de residencias en la crisis del coronavirus
También ha recordado que en el periodo “más virulento” de la pandemia la situación de los hospitales era “de guerra”. En este sentido, ha recordado que había hospitales con más de 200 pacientes en urgencias esperando una cama para ingresar en planta, pese a que los centros habían aumentado el número de esas camas en un 30%. Y unidades de intensivos que había multiplicado su capacidad en un 400 por ciento y aún estaban “tensionadas al máximo para tener capacidad para atender a pacientes que muy probablemente se beneficiarían del tratamiento en ese tipo de unidades”.
“Tergiversación” del protocolo de supervisión médica
La cuestión del protocolo de supervisión médica en Madrid ha generado polémica a raíz del envío por error de un borrador que aludía a restricciones en la derivación de hospitales, algo que la Consejería de Sanidad ha dicho que “nunca” se llegó a aplicar. No obstante, el PSOE ha pedido la dimisión del titular de este departamento, Enrique Ruiz Escudero, y Unidas Podemos pedirá su reprobación.
“¿Por qué se critica ahora este trabajo de forma tan beligerante si no lo avalan los datos ni las comparativas internacionales, y cuando los clínicos de hospitales y residencias han demostrado una altísima implicación?“, se ha preguntado.
Dr. García Navarro: “¿Por qué se critica ahora este trabajo de forma tan beligerante si no lo avalan los datos ni las comparativas internacionales?”
El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ha señalado que una clave es que ahora “todos intentan buscar un culpable”, especialmente ahora que hay “centenares” de denuncias en los juzgados. “Pero hay que recordar, a pesar de la dureza de la situación vivida, que hay un solo culpable: la enfermedad por coronavirus, la Covid-19”, ha recalcado.
Otro aspecto es que se han “malinterpretado el sentido de los protocolos y circuitos puestos en marcha, tergiversación realizada por grupos de interés variopintos”, en algunos casos con componente “político”. “Ha habido en algunos casos confusión y en otros tergiversción”, ha explicado posteriormente a Europa Press. “Y no han explicado la verdadera orientación de los mismos: dar la mejor atención en el entorno más adecuado a las personas mayores más vulnerables. Aun cuando estas decisiones no sean del agrado de todos”.
Afirma que en residencias de mayores, que veían cómo se incrementaba la complejidad de personas atendidas, se afanaron en reforzar sus equipos médicos y de enfermería desde hace años. Y de forma voluntaria. “La gran mayoría, en mi opinión, posiblemente no lo ha hecho porque no les obligaba la normativa. Habrá que reflexionar”, ha agregado.
Se han “malinterpretado el sentido de los protocolos y circuitos puestos en marcha, tergiversación realizada por grupos de interés variopintos”
García Navarro ha defendido que la implicación de los Servicios de Geriatría madrileños en esta epidemia ha sido “excepcionalmente elevada”. A su labor en la asistencia hospitalaria de los pacientes mayores con Covid-19 ingresados en los hospitales, han añadido la puesta en marcha de la figura del “geriatra de enlace” con los centros residenciales.
Estos geriatras de enlance valoraban la “idoneidad del ingreso de los pacientes de residencias, siempre buscando el máximo beneficio y calidad de vida para cada persona”. También ha extendido este reconocimiento al trabajo de los geriatras en las residencias de ancianos, que son “sólo una minoría”, por su entrega “implementando tratamientos de soporte y paliativos según la valoración de cada residente”.
Los geriatras de enlance valoraban la “idoneidad del ingreso de los pacientes de residencias, siempre buscando el máximo beneficio y calidad de vida para cada persona”
“Afortunadamente los que han tomado decisiones clínicas en el día a día son geriatras en los hospitales y en las residencias que disponen de ellos. Y con el soporte de los equipos de atención primaria en las residencias que no disponen de geriatras. Y para todos ellos ha supuesto un ejercicio constante de habilidad clínica, comunicativa y ética. Siendo conscientes de que la enfermedad es terrible y no tiene tratamiento curativo y las personas que atienden son muy delicadas”, ha zanjado.
Para el corto plazo, ha exhortado a elaborar un plan de acción de cara a un posible rebrote en otoño. Con este plan habría que medicalizar todas las residencias con la integración de servicios sanitarios y sociales. “Hay que dar una respuesta decidida y responsable a nuestros mayores más vulnerables y a sus familias”, ha remachado.
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